TJS, Hebreos 6:1–10. Compárese con Hebreos 6:1–10
Los principios de la doctrina de Cristo conducen a la perfección.
1 Por tanto, sin dejar el comienzo de la doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección, no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, y de la fe en Dios,
2 de la doctrina de bautismos, y de la imposición de manos, y de la resurrección de los muertos y del juicio eterno.
3 Y seguiremos adelante hacia la perfección si Dios lo permite.
4 Porque él ha hecho imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo,
5 y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios, y de los poderes del mundo venidero,
6 y cayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento, puesto que crucifican de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y le exponen a vituperio.
7 Porque viene el día en que la tierra que bebe la lluvia que muchas veces cae sobre ella, y produce hierba provechosa [para] aquellos que en ella moran, por los cuales es labrada, los que ahora reciben bendiciones de Dios, será purificada con fuego.
8 Porque la que produce espinos y abrojos es reprobada, y está próxima a ser maldecida; por tanto, los que no dan buenos frutos serán echados al fuego, pues su fin es ser quemados.
9 Pero en cuanto a vosotros, oh amados, estamos persuadidos de cosas mejores que pertenecen a la salvación, aunque hablamos así.
10 Porque Dios no es injusto, por lo que no olvidará vuestra obra [ni] el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo ministrado y ministrando aún a los santos.