TJS, Lucas 16:16–23. Compárese con Lucas 16:16–18
La ley y los profetas testifican de Jesús. Los fariseos buscan destruir el reino. Jesús presenta la parábola del rico y Lázaro.
16 Y le dijeron: Tenemos la ley y los profetas; pero en cuanto a este hombre, no le recibiremos para que nos gobierne, porque se hace juez sobre nosotros.
17 Entonces les dijo Jesús: La ley y los profetas testifican de mí; sí, y todos los profetas que han escrito, aun hasta Juan, han anunciado estos días.
18 Desde entonces, el reino de Dios es anunciado, y todos los que buscan la verdad se esfuerzan por entrar en él.
19 Pero más fácil es que pasen el cielo y la tierra, que caiga una sola tilde de la ley.
20 ¿Y por qué enseñáis la ley, y negáis lo que está escrito; y condenáis a aquel a quien el Padre ha enviado para cumplir la ley, a fin de que todos seáis redimidos?
21 ¡Oh necios!, porque habéis dicho en vuestro corazón: No hay Dios. Y pervertís el camino recto; y el reino de los cielos padece violencia por causa de vosotros, y perseguís al manso; y en vuestra violencia procuráis destruir el reino, y os lleváis a los hijos del reino por la fuerza. ¡Ay de vosotros, adúlteros!
22 Y nuevamente le injuriaron, enfurecidos porque les había dicho que eran adúlteros.
23 Mas él continuó, diciendo: Todo el que repudia a su esposa y se casa con otra comete adulterio; y el que se casa con la repudiada del marido comete adulterio. De cierto os digo, os compararé al hombre rico.