TJS, Mateo 4:1, 5–6, 8–9. Compárese con Mateo 4:1, 5–6, 8–9; cambios similares se hicieron en Lucas 4:2, 5–11
Jesús es llevado por el Espíritu y no por Satanás.
1 Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para estar con Dios.
5 Entonces Jesús fue llevado a la santa ciudad, y el Espíritu le puso sobre el pináculo del templo.
6 Y el diablo vino a él y le dijo: Si eres Hijo de Dios, échate abajo, porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, y, en sus manos te sostendrán, para que no tropieces con tu pie en piedra.
8 Y otra vez, Jesús estaba en el Espíritu, y le llevó a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos.
9 Y el diablo volvió a él otra vez y le dijo: Todo esto a ti te daré, si postrado me adorares.
TJS, Mateo 4:11. Compárese con Mateo 4:11
Jesús envía ángeles a ministrar a Juan el Bautista.
11 Ahora, pues, supo Jesús que Juan estaba preso, y envió ángeles, y, he aquí, vinieron y le ministraban.
TJS, Mateo 4:18. Compárese con Mateo 4:19
Los profetas del Antiguo Testamento hablan de Jesús.
18 Y les dijo; Yo soy aquel de quien escribieron los profetas; venid en pos de mí, y os haré pescadores de hombres.
TJS, Mateo 4:22. Compárese con Mateo 4:23
Jesús sana a personas de entre los que creen en Su nombre.
22 Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia entre los del pueblo que creían en su nombre.