Naamán, el sirio, viene a Eliseo para ser sanado de lepra — Al principio, Naamán rechaza la instrucción del profeta, pero después cede, se sumerge en el Jordán siete veces y es sanado — Eliseo rehúsa aceptar recompensa alguna — Giezi acepta un presente de Naamán y es maldecido con lepra.