Capítulo 16
Se prevé la ruina total de Judá — Israel es desechado y esparcido por servir a dioses falsos — Pescadores y cazadores recogerán de nuevo a Israel, y el pueblo servirá a Jehová — Se ha de restaurar el Evangelio por última vez.
1 Y vino a mí la palabra de Jehová, diciendo:
2 No tomarás para ti esposa, ni tendrás hijos ni hijas en este lugar.
3 Porque así ha dicho Jehová acerca de los hijos y de las hijas que nazcan en este lugar, y de sus madres que los den a luz, y de los padres que los engendren en esta tierra:
4 De dolorosas enfermedades morirán; no serán llorados ni enterrados; serán como estiércol sobre la faz de la tierra; y con espada y con hambre serán consumidos, y sus cuerpos servirán de comida a las aves del cielo y a las bestias de la tierra.
5 Porque así ha dicho Jehová: No entres en casa de duelo, ni vayas a lamentar ni a apenarte por ellos, porque yo he quitado mi paz de este pueblo, dice Jehová, mi misericordia y mi compasión.
6 Y morirán en esta tierra grandes y pequeños; no serán enterrados, ni los llorarán; no se sajarán ni se raparán por ellos;
7 No partirán pan por ellos en el duelo, para consolarlos por sus muertos, ni les darán de beber la copa de consolación por su padre o por su madre.
8 Asimismo, no entres en casa de banquete, para sentarte con ellos a comer o a beber.
9 Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí que yo haré cesar en este lugar, delante de vuestros ojos y en vuestros días, toda voz de gozo y toda voz de alegría, toda voz de novio y toda voz de novia.
10 Y acontecerá que cuando anuncies a este pueblo todas estas cosas, te dirán ellos: ¿Por qué ha anunciado Jehová contra nosotros todo este mal tan grande? ¿Qué maldad es la nuestra?, o ¿qué pecado es el nuestro que hemos cometido contra Jehová, nuestro Dios?
11 Entonces les dirás: Porque vuestros padres me abandonaron, dice Jehová, y anduvieron en pos de dioses ajenos, y los sirvieron, y se postraron ante ellos, y me abandonaron a mí y no guardaron mi ley.
12 Y vosotros habéis hecho peor que vuestros padres, porque he aquí que cada uno de vosotros camina tras la imaginación de su malvado corazón, no escuchándome a mí.
13 Por tanto, yo os arrojaré de esta tierra a una tierra que ni vosotros ni vuestros padres habéis conocido, y allá serviréis a dioses ajenos de día y de noche, pues no os mostraré clemencia.
14 Por tanto, he aquí, vienen días, dice Jehová, en que no se dirá más: ¡Vive Jehová, que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra de Egipto!
15 sino: ¡Vive Jehová, que hizo subir a los hijos de Israel de la tierra del norte y de todas las tierras adonde los había arrojado! Porque los haré volver a su tierra, la cual di a sus padres.
16 He aquí que yo envío muchos pescadores, dice Jehová, y los pescarán; y después enviaré muchos cazadores, y los cazarán por todo monte, y por todo collado y por las cavernas de los peñascos.
17 Porque mis ojos están sobre todos sus caminos, los cuales no se me ocultan, ni su iniquidad se esconde de ante mis ojos.
18 Pero primero les pagaré el doble por su iniquidad y su pecado, porque contaminaron mi tierra con los cuerpos muertos de sus cosas detestables, y con sus abominaciones llenaron mi heredad.
19 Oh Jehová, fortaleza mía, y fuerza mía, y refugio mío en el día de la aflicción, a ti vendrán naciones desde los extremos de la tierra, y dirán: Ciertamente mentira heredaron nuestros padres, vanidad en la que no hay provecho.
20 ¿Hará acaso el hombre dioses para sí? ¡Pero ellos no son dioses!
21 Por tanto, he aquí, les haré conocer esta vez; les haré conocer mi mano y mi poder, y sabrán que mi nombre es Jehová.