Capítulo 2
Se lamenta la destrucción de Israel — Jehová recogerá al remanente de Israel.
1 ¡Ay de los que en sus camas traman iniquidad y maquinan el mal, y cuando llega la mañana lo ponen por obra, porque tienen en su mano el poder!
2 Y codician los campos y los roban; y casas, y las quitan; así oprimen al hombre y a su casa, al hombre y a su heredad.
3 Por tanto, así ha dicho Jehová: He aquí, yo tramo contra esta familia un mal, del cual no sacaréis vuestros cuellos ni andaréis erguidos, porque el tiempo será malo.
4 En aquel día se levantará contra vosotros un refrán, y se lamentará con triste lamentación, diciendo: Del todo fuimos destruidos; él ha cambiado la heredad de mi pueblo. ¡Cómo nos quitó nuestros campos! Los repartió a otros.
5 Por tanto, no tendrás quien reparta heredades a suerte en la congregación de Jehová.
6 No profeticéis, dicen a los que profetizan; no les profeticen, porque no van a avergonzarse.
7 Tú que te dices casa de Jacob, ¿se ha reducido el espíritu de Jehová? ¿Son estas sus obras? ¿No hacen bien mis palabras al que camina rectamente?
8 El que ayer era mi pueblo se ha levantado como enemigo; a los que pasan confiadamente, los que vuelven de la guerra, les quitáis el manto de sobre la vestimenta.
9 A las mujeres de mi pueblo echasteis fuera de las casas de sus delicias; a sus niños quitasteis mi gloria para siempre.
10 Levantaos y andad, porque este no es lugar de reposo; puesto que está contaminado, destruirá con gran destrucción.
11 Si alguno anda con espíritu falso y miente, diciendo: Yo te profetizaré de vino y de sidra; este será el profeta para este pueblo.
12 De cierto os reuniré a todos, oh Jacob; recogeré ciertamente al remanente de Israel; los pondré juntos como ovejas de Bosra, como rebaño en medio de su redil; harán estruendo por la multitud de hombres.
13 Subirá el que abre brechas delante de ellos; abrirán brecha, y pasarán la puerta y saldrán por ella; y su rey pasará delante de ellos, y a la cabeza de ellos Jehová.