¿Cuáles son mis deberes como poseedor del Sacerdocio Aarónico?
El Señor ha dicho que todo hombre que ha sido ordenado al sacerdocio debe “[aprender]… su deber” y “[obrar]… con toda diligencia” (véase D. y C. 107:99). Como poseedores del Sacerdocio Aarónico efectuamos ordenanzas del sacerdocio, servimos a los demás e invitamos a todos a venir a Cristo.
Prepararse espiritualmente
Estudie con espíritu de oración los siguientes pasajes de las Escrituras y recursos. ¿Qué puede compartir con los jóvenes para ayudarles a entender sus deberes?
D. y C. 20:46–59; 84:111 (Los poseedores del Sacerdocio Aarónico administran las ordenanzas e invitan a todos a venir a Cristo)
D. y C. 84:33–34; 107:99 (Los poseedores del Sacerdocio Aarónico deben aprender sus deberes y cumplirlos fielmente)
D. y C. 107:68 (Los poseedores del Sacerdocio Aarónico prestan servicio a los demás cuando ayudan al obispo a administrar las cosas temporales)
Gérald Caussé, “Preparen la vía”, Liahona, mayo de 2017, págs. 75–78.
Henry B. Eyring, “Familias eternas”, Liahona, mayo de 2016, págs. 81-84.
Henry B. Eyring, “No están solos en la obra”, Liahona, noviembre de 2015, págs. 80–83.
Henry B. Eyring, “El hombre del sacerdocio”, Liahona, mayo de 2014.
Cumplir Mi Deber a Dios, págs. 23, 46–47, 70–71.
Videos: “Cumplir tu Deber a Dios”, “Fe en el sacerdocio”
Permita que los jóvenes dirijan
Un miembro de la presidencia del cuórum (o un ayudante del obispo en el cuórum de presbíteros) dirige la reunión. Él dirige a los demás jóvenes para que deliberen en consejo en cuanto a los asuntos del cuórum, les enseña sus deberes del sacerdocio (usando las Escrituras y el librito Mi Deber a Dios), los alienta a compartir las experiencias que han tenido al cumplir con su deber a Dios e invita al asesor o a otro miembro del cuórum a enseñar una lección del Evangelio. Puede prepararse llenando una Agenda de la reunión del cuórum durante una reunión de presidencia.
Comience la experiencia de aprendizaje
Elija alguna de las ideas siguientes, o utilice las suyas, para repasar la lección de la semana anterior y presentar la de esta semana:
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Pida a los jóvenes que mencionen algo que recuerden de la lección de la semana anterior. ¿Aún tienen preguntas? ¿Cómo aplicaron a su diario vivir lo que aprendieron la semana pasada?
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Escriba en la pizarra las tres categorías de deberes del sacerdocio que se sugieren en Mi Deber a Dios: “Administrar las ordenanzas del sacerdocio”, “Prestar servicio a los demás” e “Invitar a todos a venir a Cristo”. Pida a los jóvenes que escriban en la pizarra la mayor cantidad de deberes del sacerdocio que puedan en cada categoría. Refiérase a la lista a lo largo de la lección y agregue otros deberes que los jóvenes vayan descubriendo.
Aprender juntos
Cada una de las actividades siguientes ayudará a los miembros del cuórum a comprender sus deberes como poseedores del Sacerdocio Aarónico. Siguiendo la inspiración del Espíritu, seleccione una o más actividades que resulten mejor para su cuórum:
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Invite a un miembro del cuórum a venir preparado para contar el relato que se encuentra al inicio del discurso del Obispo Gérald Caussé “Preparen la vía”. ¿Cómo las experiencias del Obispo Caussé en la Iglesia lo prepararon para la oferta de trabajo que recibió? Escriba Juan el Bautista y Sacerdocio Aarónico en la pizarra. Invite a los jóvenes a buscar en el discurso del Obispo Caussé las cosas que aprendieron sobre cómo Juan el Bautista y los poseedores del Sacerdocio Aarónico “preparan la vía”. ¿Qué pueden hacer para buscar oportunidades de ayudar a los poseedores del Sacerdocio de Melquisedec? ¿Cuáles experiencias ya han tenido al prestar servicio con los poseedores del Sacerdocio de Melquisedec?
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Invite a los jovencitos a escribir en un trozo de papel una experiencia donde hayan recibido la ayuda de nuestro Padre Celestial.. Coloque los papeles en un recipiente y pida a los jóvenes que saquen uno y lo lean a la clase. También puede colocar en el recipiente relatos del discurso del presidente Henry B. Eyring “No están solos en la obra”. ¿Qué enseñan estos relatos y experiencias a los hombres jóvenes acerca de cómo el Señor les ayudará en su servicio del sacerdocio?
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Invite a los jóvenes a leer acerca de sus deberes del sacerdocio en D. y C. 20:46–59 y Mi Deber a Dios (págs. 23, 46–47 o 70–71). Pídales que identifiquen los deberes del sacerdocio y que hagan una lista en la pizarra. Pregunte a los jóvenes cuáles de todos esos deberes no sabían que tenían. ¿Qué pueden hacer para cumplir con ellos?
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Invite a los jóvenes a escudriñar las Escrituras y a determinar ejemplos de personas que cumplieron con sus deberes del sacerdocio (por ejemplo: Mateo 3:1–6, 13–17; Jacob: 18–19; Alma 15:16–18; 3 Nefi 18:1–5). Pídales que compartan sus ejemplos y decidan a qué categoría de Mi Deber a Dios corresponde cada uno: “Administrar las ordenanzas del sacerdocio”, “Prestar servicio a los demás” o “Invitar a todos a venir a Cristo”. ¿Cómo fueron bendecidas las personas de esos pasajes por medio del servicio en el sacerdocio?
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Pida a los jóvenes que lean fragmentos del discurso del presidente Henry B. Eyring “Familias eternas” o “El hombre del sacerdocio” (o miren el video “Fe en el sacerdocio”) y que compartan lo que los haya inspirado a cumplir con sus deberes del sacerdocio, ya sea en su familia o en otro lado.. Invítelos a escribir acerca de una experiencia que tuvieron cuando ejercieron su sacerdocio o aprendieron del ejemplo de otro poseedor del sacerdocio. ¿De qué manera el ser un poseedor del sacerdocio ha sido una bendición para los jóvenes y sus familias?
2:3
Pida a los jóvenes que compartan lo que hayan aprendido hoy. ¿Entienden mejor sus deberes del sacerdocio? ¿Qué sentimientos o impresiones tienen? ¿Desean hacer otras preguntas? ¿Resultaría útil dedicarle más tiempo a este tema?
Invítelos a actuar
El miembro de la presidencia del cuórum que dirige concluye la reunión. Él podría:
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Invitar a los jóvenes a hacer planes en una de las secciones de “Deberes del sacerdocio” de sus libritos Mi Deber a Dios y a compartir unos con otros lo que piensan hacer.
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Desafiar a los miembros del cuórum a que compartan con un familiar algo que aprendieron acerca de sus deberes del sacerdocio.