Cuando era niño, al presidente Henry B. Eyring le encantaba la historia del hermano de Jared. Ya sabes, el que viajó a través del océano en barcos de madera. Su familia necesitaba luz en sus barcos; así que él le llevó piedras al Señor. ¡El Señor las tocó para que brillaran!
Imagínate al presidente Eyring contar este relato y luego agregar este testimonio:
“Cuando no siento el Espíritu, cuando estoy un poco desconectado espiritualmente, tengo un sentimiento de oscuridad, pero cuando leo el Libro de Mormón, la luz regresa”, dijo él. “A veces, solo me hace falta leer un versículo para volver a sentir la luz, pero siempre siento luz cuando lo leo”.
Esperanza: ¡El Libro de Mormón puede traernos luz durante los tiempos oscuros!
Vuelve mañana
Notas
Adaptado de este artículo de la revista Para la Fortaleza de la Juventud de enero de 2024.