Desarrollar hábitos espirituales

Desarrollar los hábitos espirituales de la oración, el estudio de las Escrituras, la observancia del día de reposo y el ayuno forma un fuerte fundamento para la vida.

Analicen lo que significa edificar un fuerte fundamento de fe en Jesucristo. Podrían leer juntos Helamán 5:12 o Lucas 6:47–49 y analizar las siguientes preguntas:

• ¿Cómo nos podemos asegurar de que nuestro testimonio se edifica sobre un fuerte fundamento de fe en Jesucristo?
• ¿Cómo puede ese fundamento ayudarnos en nuestra vida cotidiana?

Use uno o más de los siguientes experimentos para mostrar la importancia de un fundamento fuerte.

• Pida a dos jóvenes o más que sostengan en alto una hoja de papel o un trozo de tela fina de gran tamaño. Invite a otro joven a colocar artículos pesados, como libros o piedras, sobre el papel o la tela. Estos representan el estrés y las responsabilidades de la vida. Fíjense cuánto tiempo tarda en romperse el papel o la tela. Después repitan la actividad mientras los jóvenes sostienen en alto una tabla u otro material sólido.
• Edifiquen una pirámide humana. Vean lo alta que la pueden hacer con solo unas pocas personas en la parte inferior, comparado a cuando hay más personas.
• Pida a los jóvenes que compitan en equipos para ver quién puede edificar el modelo más fuerte de una estructura con materiales básicos como papel, palillos de dientes, naipes, palitos de helado, etc.

Comparen estos fundamentos con la fortaleza que se puede encontrar al desarrollar buenos hábitos. Consideren lo siguiente:

• ¿Por qué parece que cuesta más desarrollar los buenos hábitos que los malos? ¿Qué similitudes hay entre cómo desarrollamos los buenos y los malos hábitos?
• ¿Cómo han desarrollado hábitos espirituales diarios y cómo les han ayudado esos hábitos?
• ¿Cómo puede ayudarles a fortalecer los buenos talentos el pedir ayuda a amigos y familiares?

Adapte las actividades según sea necesario para garantizar que todas las personas puedan participar, sentirse parte del grupo y contribuir.

• Edifiquen una torre de hojas de papel o un montón de palillos para mostrar cómo los hábitos pequeños pero regulares pueden desarrollar la fortaleza espiritual.
  
  • Una hoja de papel o un palillo representan una oración, un día de estudio de las Escrituras, etc. Solos, el papel o el palillo se quiebran o rompen fácilmente. Al continuar añadiendo más para representar los hábitos diarios repetidos, la torre de papel o el montón de palillos se hacen más sólidos.
  • Desafíe al grupo a escoger uno o más hábitos espirituales en los que quieran trabajar la siguiente semana, tales como leer el Libro de Mormón u orar a diario. Manténganse en contacto durante la semana por mensaje de texto grupal o en Círculos, en la aplicación Vivir el Evangelio. Hagan esto durante una semana y, cuando se vuelvan a reunir, compartan lo que sintieron y aprendieron durante la semana.

• Encuentre un juego o una actividad que requiera que cada miembro del grupo aprenda algo por primera vez; podría ser un juego de ritmo o un baile. Hágalo divertido y pida al instructor que repita los pasos varias veces. Después, divídanse en grupos más pequeños y pida a los integrantes que se ayuden los unos a los otros a aprenderlo y practicarlo. Después de quince minutos, pida a los equipos que demuestren lo que hayan logrado. Analicen de qué manera aprender algo nuevo requiere repetición, práctica y concentración. Analicen cómo ese modelo se aplica a crear hábitos espirituales diarios.

Aliente a los jóvenes a hablar acerca de cómo lo que aprenden les puede ayudar a ellos y a otras personas a acercarse más al Padre Celestial y a Jesucristo. Los análisis pueden tener lugar antes, durante o después de la actividad, y deben durar solo unos minutos. Podría hacer preguntas como las siguientes:

• ¿De qué forma los hábitos espirituales de la oración, el estudio de las Escrituras, el ayuno regular, la observancia del día de reposo y el arrepentimiento crean un fundamento para nuestra vida?
• ¿Cómo nos pueden ayudar estos hábitos a lidiar con la vida cotidiana? ¿Y con desafíos o pruebas más grandes?
• ¿Qué harán ustedes esta noche o mañana para fortalecer sus hábitos espirituales?

• “¿Qué puedo hacer para que mis oraciones sean más significativas?” (Ven, sígueme — Para las Mujeres Jóvenes; Ven, sígueme — Para el Sacerdocio Aarónico)
• “¿Por qué es importante estudiar las Escrituras?” (Ven, sígueme — Para las Mujeres Jóvenes; Ven, sígueme — Para el Sacerdocio Aarónico)
• “¿Por qué ayunamos?” (Ven, sígueme — Para las Mujeres Jóvenes; Ven, sígueme — Para el Sacerdocio Aarónico)
• “¿Por qué se nos manda santificar el día de reposo?” (Ven, sígueme — Para las Mujeres Jóvenes; Ven, sígueme — Para el Sacerdocio Aarónico)