Dios te ha bendecido con un cuerpo maravilloso y desea que lo trates con respeto. Una manera de demostrar gratitud es haciendo lo mejor que puedas por mantenerte saludable. Además, ¡el estar saludable se siente muy bien!
No necesitas un equipo de lujo para probar esta rutina de ejercicio.*
Calentamiento:
Camina rápidamente o trota de 5 a 10 minutos.
Entrenamiento:
Haz cada uno de estos ejercicios durante 30 segundos. Repite la lista unas cuantas veces si necesitas un desafío adicional.
- Sentadillas. Ponte de pie con los pies separados. Extiende los brazos hacia delante y baja las caderas como si te estuvieras sentando. Mantén la espalda recta y el peso sobre los talones. Levántate lentamente otra vez.
- Flexiones. Acuéstate boca abajo en el piso, con las piernas rectas. Coloca las manos a ambos lados de los hombros. Empuja tu cuerpo hacia arriba para descansar en las manos y en los dedos de los pies. Ahora sube lentamente hasta que los brazos estén derechos y baja hasta que los brazos estén doblados hasta un ángulo de 90 grados.
- Abdominales. Siéntate en el piso, con las rodillas dobladas frente a ti. Cruza los brazos sobre tu pecho. Recuéstate lentamente hasta que tus hombros estén en el suelo y luego vuelve a sentarte.
- Escaladores de montañas. Coloca el peso sobre tus manos y en los dedos de los pies como si estuvieras haciendo una flexión. Mientras estás en esa posición, sube tu rodilla derecha hacia tu pecho. Luego cambia de pierna y sube tu rodilla izquierda hacia tu pecho.
Enfriamiento:
Camina durante 5 a 10 minutos.
*Cuídate: Comienza lentamente. Si hacer ejercicio es nuevo para ti, habla con un médico, uno de tus padres o un entrenador antes de probar estos ejercicios. Podrías buscar videos en línea para ver exactamente cómo hacer cada ejercicio de manera segura.