El recibir la guía del Espíritu Santo requerirá más que solo leer o escuchar de forma superficial. Tendrán que orar y esforzarse con fe a fin de que las palabras de la verdad les lleguen al corazón. Deben orar para que Dios los bendiga con Su Espíritu, para que los guíe hacia toda verdad y les indique el camino correcto.

Lo escucho por medio del poder de la Restauración

He descubierto que el criterio humano y el razonamiento lógico no pueden dar respuestas a las preguntas que más importan en la vida. Necesito revelación de Dios. Precisamos no solo una revelación en un momento de estrés, sino un flujo continuamente renovado. Necesitamos no solo un destello de luz y consuelo, sino la bendición continua de la comunicación con Dios.

La existencia misma de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días surge de un joven que supo la verdad de ello. El joven José Smith sabía que no podía saber por sí mismo a qué iglesia unirse, por lo que le preguntó a Dios tal como se indicaba en el libro de Santiago que podía hacerlo. Dios el Padre y Su Hijo Amado aparecieron en una arboleda en lo que se llama la Primera Visión, y contestaron la pregunta que José no tenía la capacidad de responder por sí mismo. No solo fue entonces llamado por Dios para establecer la verdadera Iglesia de Jesucristo, sino que con ella se restauró el poder de invocar al Espíritu Santo a fin de que la revelación de Dios pudiera ser continua.

Más de 200 años después, ese poder aún existe y me esfuerzo por usarlo con regularidad en mi vida para “escucharlo”. Espero que mis pensamientos y experiencias les ayuden a darse cuenta de diferentes maneras de recibir revelación del Espíritu Santo.

Lo escucho al seguir el modelo de la Primera Visión

La Primera Visión también ofreció un modelo que utilizo para escuchar la voz del Señor. José Smith comenzó y continuó su ministerio con la comprensión de que su propia sabiduría no era suficiente para saber qué curso debía seguir. Siguió un modelo que todos podemos seguir para hacernos merecedores de recibir revelación personal continua:

  • Estudió las palabras que Dios ya había revelado en las Escrituras.
  • Reflexionó sobre lo que había leído y sentido.
  • Acudió a las Escrituras a menudo y con detenimiento.
  • Debido a la fe que obtuvo al estudiar y reflexionar, decidió orar.
  • Cuando llegó la revelación, recibió verdad y luz, vivió la verdad que se le había concedido y buscó más verdad.
  • Acudió de nuevo a las Escrituras y recibió más revelaciones de Dios, las cuales escribió.
  • Continuó orando y obedeciendo, y así recibió más luz e instrucciones.

El profeta José me dio el ejemplo de cómo recibir dirección espiritual y consuelo continuos mediante el Espíritu Santo. Oró con fe en que Dios le respondería. La respuesta llegó cuando era un jovencito. Esos mensajes llegaron cuando él necesitaba saber la forma en que Dios quería que se estableciera Su Iglesia. El Espíritu Santo lo consoló y lo guio a lo largo de su vida. Mi desafío consiste en actuar de tal manera que pueda recibir los mensajes de la verdad que el Padre Celestial está listo para enviarme como revelación, y reconocer lo que Él ya ha enviado.

El meditar en las Escrituras me ayuda a hacer las preguntas adecuadas al orar, y, tan cierto como que los cielos se abrieron para José Smith tras meditar las Escrituras con fe, Dios dará respuesta a sus oraciones y los llevará de la mano.

Aprendí a escucharlo por medio de mi madre

Uno de los primeros y mejores ejemplos de aprender a recibir revelación llegó por medio de mi madre. Nunca dijo nada que yo no tomara en serio, y siempre sentí que ella sabía lo que era correcto. Tenía la sensación de que ella estaba pendiente de mí, de la misma manera que siento que el Salvador vela por mí. Si ella mostraba un poco de desaprobación, yo tenía cuidado.

Recuerdo que en una ocasión yo me había ganado diez centavos y decidí ir al cine, algo que rara vez hacía. Le dije a mi madre: “Voy a ir al cine. ¿Qué piensas?”. Me dijo: “Si eso es lo que quieres”, y pensé: “Bueno… No puedo ir ahora”, porque me di cuenta de que había una mirada de desaprobación en su rostro. Mi mamá era una mujer sabia y al recibir su aprobación parecía que estaba recibiendo la aprobación del Señor. Siento que mi madre estaba en contacto con el cielo y al escucharla parecía que estaba escuchándolo a Él. Cuando me quejaba de que las cosas eran difíciles, ella siempre decía: “Si estás en el camino correcto, siempre será cuesta arriba”.

Cualquiera puede escucharlo a Él por medio de la promesa del Espíritu Santo

Del mismo modo que tomar decisiones sabias requiere un esfuerzo “cuesta arriba”, a fin de saber la voluntad de Dios, debo tener el cometido de hacerlo. Las palabras “hágase tu voluntad” (Mateo 6:10), escritas en el corazón, son la ventana hacia la revelación. La respuesta viene por medio del Espíritu Santo, y necesito esa guía a menudo. Para disfrutar de la compañía del Espíritu Santo, debo ser digno, purificado por medio de la expiación de Jesucristo. En consecuencia, mi obediencia a los mandamientos, mi deseo de hacer Su voluntad y mis súplicas determinarán la claridad con la que el Maestro podrá guiarme por conducto de las respuestas a mis oraciones.

Como miembros de la Iglesia, tenemos la invaluable promesa de que el Espíritu Santo será nuestro compañero, y además tenemos instrucciones certeras de cómo reclamar ese don. Esas palabras las pronuncian los siervos autorizados del Señor, con sus manos sobre nuestra cabeza: “Recibe el Espíritu Santo”. En ese momento, ustedes y yo tenemos la seguridad de que Él será enviado, pero tenemos la obligación de escoger abrir nuestro corazón para recibir la ministración del Espíritu a lo largo de la vida. No tiene que ver tanto con las palabras que pronunciamos, pero requerirá algo de paciencia. Es una forma de acercarse a nuestro Padre Celestial con la intención de que Él nos reconozca personalmente. Él es el Dios de todo, el Padre de todos y aun así está dispuesto a prestar toda Su atención a uno de Sus hijos.

Escúchenlo eliminando la distracción

Habrá ruido y personas a su alrededor la mayor parte del día. Dios escucha las oraciones que ofrecen en silencio, aunque tendrán que aprender a bloquear las distracciones, ya que la ocasión en la que necesiten una conexión con Dios quizá no se presente en momentos de silencio. No podrán sobrevivir espiritualmente sin la protección que brinda la compañía del Espíritu Santo en su vida diaria. Deben orar y esforzarse por contar con ella. Solo con esa guía podrán encontrar la senda en el estrecho y angosto camino a través de los vapores de la maldad.

El recibir la guía del Espíritu Santo requerirá más que solo leer o escuchar de forma superficial. Tendrán que orar y esforzarse con fe a fin de que las palabras de la verdad les lleguen al corazón. Deben orar para que Dios los bendiga con Su Espíritu, para que los guíe hacia toda verdad y les indique el camino correcto.

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