Te invitamos a invitar a un amigo.
Una manera en que Dios nos habla es por medio de Sus profetas. ¡Y Dios quiere llegar a todos Sus hijos! Así que la invitación de hoy es…
N.º 5: Invita a un amigo.
¿A quién podrías invitar a ver la conferencia general contigo? Extender una invitación no tiene que ser intimidante; puede ser tan fácil como: “¿Quieres desayunar conmigo mañana y ver algunos mensajes inspiradores?”.
Si no puede venir y verla, también podrías enviarle después un vínculo de un discurso con un mensaje parecido a: “Esto me hizo pensar en ti”.
¡Tal vez tu invitación podría ayudar a alguien a encontrar las respuestas que está buscando!
Ideas para las invitaciones
¿A quiénes podrías invitar? ¿Alguna idea en cuanto a qué decir?