Segmento 3: Líderes adultos de los jóvenes
Apoyo a Niños y Jóvenes: Una transmisión para padres y líderes
Introducción
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Presidente Russell M. Nelson: A nuestros maravillosos líderes y maestros de niños y jóvenes, tenemos que dejar que los jóvenes lideren, particularmente aquellos que han sido llamados y apartados para servir en las presidencias de clase y de cuórum. Se les habrá delegado la autoridad del sacerdocio y aprenderán cómo recibir inspiración para dirigir su clase o cuórum.
Presidenta Bonnie H. Cordon: Como saben, el presidente Nelson dice: “[Dejen] que los jóvenes lideren”. Líderes, esperamos que orienten, guíen y apoyen a los jóvenes en esta tarea.
Mujer: Como presidenta de Mujeres Jóvenes, mi función es darles la oportunidad de liderar. Nosotras estamos ahí simplemente para apoyarlas y permitir que progresen y florezcan de la manera que necesiten.
Presidenta Jean B. Bingham: Líderes y maestros de la Primaria, de Mujeres Jóvenes y de Hombres Jóvenes, su apoyo es vital. Es posible que algunos jóvenes y niños no cuenten con el apoyo directo de sus padres y familias; ellos necesitarán el cuidado y la atención adicionales de los líderes de la Iglesia que ustedes pueden proporcionarles.
Presidenta Cordon: Líderes, todos los padres aman a sus hijos y desean lo mejor para ellos. Hablen con ellos y pregúntenles sobre sus esperanzas y sueños con respecto a su hijo y cómo puede ayudarles.
Hombre: Cuando los jóvenes comiencen a ver la confianza que los líderes tienen en ellos, estarán dispuestos a hacer más y podrán ver que el Padre Celestial los ama y se preocupa por ellos.
Élder Gerrit W. Gong: Padres y jóvenes, y líderes jóvenes, por favor ayuden a nuestros jóvenes; por favor conéctenlos con el cielo. Ayúdenlos y anímenlos para que sigan y guarden aquellas cosas que deben hacer. Aliéntenlos y ayúdenlos, pero permítanles dirigir.
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Presidenta Cordon: Estamos muy agradecidos por la oportunidad de dirigirnos hoy a ustedes, líderes adultos de los jóvenes. Esto incluye las presidencias de las Mujeres Jóvenes de barrio, los obispados, los asesores y especialistas, así como los líderes de estaca. ¿Pueden percibir el sentido de urgencia que rodea a esta labor? Cada vez que escucho al profeta y a los apóstoles hablar sobre la nueva generación, me invade una sensación de optimismo y entusiasmo. Tomemos, por ejemplo, estas palabras del presidente Nelson: “Mis amados jóvenes hermanos y hermanas, ustedes están entre lo mejor que el Señor jamás ha enviado a este mundo. ¡Ustedes tienen la capacidad de ser más inteligentes y sabios y tener un impacto más grande en el mundo que cualquier generación anterior!”1.
Ahora bien, no dijo que nuestros jóvenes son “más inteligentes y más sabios” y que tienen un impacto más grande que la generación anterior, sino que tienen la capacidad de serlo. Entonces, ¿cómo los ayudamos a alcanzar su potencial? ¿Cómo fortalecemos su fe en el Señor Jesucristo? Ese es el llamamiento sagrado que tenemos como sus líderes y asesores adultos.
Presidente Steven J. Lund: Se ha confiado mucho a los líderes más jóvenes de la Iglesia: las presidencias de clase y de cuórum. No son solo los futuros líderes de la Iglesia; ¡son líderes ahora! Nuestros profetas y apóstoles saben que pueden hacerlo; el Salvador sabe que pueden hacerlo; y nosotros sabemos que pueden hacerlo, porque los tienen a ustedes para orientarlos, para guiarlos.
Por eso queremos comenzar hablando sobre la responsabilidad que ustedes tienen de apoyar a las presidencias de clase y de cuórum. Dejaremos la mayoría de los detalles sobre el programa Niños y Jóvenes para nuestro análisis con esas presidencias y esperamos que ustedes nos escuchen cuando llegue ese momento; pero su tarea no es ayudar a que el programa tenga éxito. Su tarea es, en realidad, ayudar a que estos jóvenes líderes tengan éxito. Si ellos tienen éxito, entonces el programa tiene éxito y ustedes también lo tienen.
Orientar a las presidencias de cuórum y de clase
Presidenta Cordon: Como líderes adultos, ustedes ayudan a los jóvenes a centrarse en el Salvador, y una de las maneras en que lo hacen es al orientar y preparar a las presidencias de cuórum y de clase. ¿Han pensado alguna vez en estos jóvenes líderes como un recurso para ayudar a los jóvenes, sus compañeros, a venir a Cristo? Ellos son capaces y están deseosos de participar en esta obra. Son llamados y apartados para liderar por revelación; el Señor confía en ellos y nosotros también podemos hacerlo.
Presidente Lund: En otras palabras, debemos dejar que las presidencias lideren, incluso si a ustedes les parece más fácil planificar y tomar decisiones, o incluso llevar a cabo las cosas por su cuenta.
Presidenta Cordon: A veces puede parecer más fácil pedirles a las presidencias de cuórum y de clase que traigan el refrigerio mientras ustedes se encargan de la logística, pero eso no es lo que el Señor llamó a estos jóvenes líderes a hacer. A menudo tenemos programas dirigidos por los adultos con la participación de los jóvenes. Con este cambio cultural, esperamos que tengan un programa dirigido por los jóvenes con mucho apoyo de los adultos. Ahora es el momento perfecto para dejarlos aprender: cuando están rodeados de padres y líderes que pueden ayudarlos a tener éxito. Cada habilidad que aprendan los bendecirá y bendecirá la obra ahora, y el reino del Señor en los años venideros.
Presidente Lund: Así que tal vez, en lugar de decir “permitan que los jóvenes lideren”, podríamos decir “enseñen a los jóvenes a liderar”. No nos hacemos cargo por ellos —ellos son los líderes de un cuórum o una clase— pero tampoco nos desentendemos y los dejamos indefensos y sin preparación. Recuerden que es posible que estos jóvenes no hayan tenido muchas oportunidades de liderar en el pasado. Hagan que la prioridad de ustedes sea enseñar a los jóvenes a liderar y estar allí para apoyarlos, ayudarlos y guiarlos.
Presidenta Cordon: Veamos un breve video que ilustra lo que hemos estado hablando.
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Hombre: Reconocimos en estos jóvenes diáconos el potencial del que habló el presidente Nelson, pero también reconocimos que no tenían ninguna experiencia; nunca habían liderado. Así que nos propusimos enseñarles cómo liderar y realmente elevarlos en algunos lugares o situaciones clave, a saber, la reunión de presidencia, la reunión de cuórum y cómo planificar y llevar a cabo actividades. [00:42:18]
Los llevábamos a un lado de antemano y les decíamos: “Oye, aquí no estamos a cargo nosotros. Tú tienes las llaves y este es tu cuórum, y te apoyamos al 100 por ciento. Si tienes alguna pregunta durante la reunión, consúltanos; te apoyaremos, pero no tomaremos las decisiones por ti. Y, por cierto, así es como podrías considerar dirigir una reunión. Aquí hay algunas cosas para considerar”.
Saben, les indicamos algunos de los recursos disponibles, ya sean ejemplos de agendas para una reunión de presidencia, o la sección “Deliberar en consejo” de Ven, sígueme. Nos llevó unos meses y, como he dicho, algunos golpes y magulladuras en el camino, pero a los pocos meses sólo éramos animadores. Estábamos allí para darles un poco de guía, mantenerlos en el camino, pero en su mayor parte, ellos estaban planeando actividades, lo estaban haciendo todo. Se habían apropiado de esta experiencia de cuórum para la que habían sido llamados y apartados. Y obviamente tenemos mucho que aprender, pero ha sido divertido ver a estos chicos tener éxito.
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Presidente Lund: Solo necesitan un poco de guía y oportunidades. Aquí hay algunas cosas que ustedes pueden hacer ahora mismo para ayudar a las presidencias de sus cuórums o clases:
Presidenta Cordon: En primer lugar, ayúdenlos a comprender que nuestro Salvador Jesucristo es el centro de todo lo que hacemos. Como discípulos de Cristo, podemos ayudar a quienes servimos a acercarse a Él, fortalecer su fe y progresar en el camino hacia la vida eterna. Ayúdenlos a no perder nunca de vista ese propósito.
A continuación, invítenlos a conocer a las personas a las que sirven en su cuórum o clase, a orar por ellos, ministrarles; enséñenles a buscar la revelación del Espíritu y a confiar en ella al deliberar juntos, y apóyenlos cuando actúen de acuerdo con esas impresiones.
Prepárenlos para dirigir y liderar las reuniones de presidencia, las lecciones dominicales y las actividades. Reúnanse con ellos de antemano y enséñenles la manera de hacerlo. En el sitio web de Niños y Jóvenes hay recursos que pueden ayudarles a enseñarles cómo liderar, entre los que se encuentran lecciones de liderazgo, un modelo de agenda y documentos de planificación.
Presidente Lund: También es útil recordarles periódicamente en cuanto a las próximas responsabilidades, fomentar que deleguen y ofrecerles ayuda. Una simple llamada telefónica o un mensaje de texto pueden ser de gran ayuda. Ayúdenlos a tener experiencias de éxito como líderes.
Y, por último, elógienlos por las cosas buenas que hacen. ¡Sean específicos! Eso los ayudará a sentirse valorados y los animará a seguir esforzándose.
Presidenta Cordon: Es muy inspirador ver a nuestros jóvenes aceptar la oportunidad de liderar. Hace poco escuché acerca de una integrante de una presidencia de clase que se refería a las jóvenes de su clase como “mis chicas”. Ella reconocía su responsabilidad como líder, y las amaba y cuidaba de ellas.
Presidente Lund: Me encanta eso. Escuché una historia similar sobre un joven líder de cuórum que pasó con su auto junto a un joven de su cuórum que caminaba por la calle. Recordó lo que habían estado hablando en las reuniones de presidencia de su cuórum y decidió detenerse y hablar con él en lugar de simplemente dejarlo pasar. Según dijo, resultó ser una conversación importante. Cosas tan pequeñas como esa pueden ocurrir cuando ayudamos a los jóvenes a sentir el espíritu de sus llamamientos.
Presidenta Cordon: Al desempeñar esta importante función de orientar a las presidencias de cuórum y de clase, esperamos que vean el programa Niños y Jóvenes como una herramienta útil. Les daremos un par de ideas sencillas para ayudar a los jóvenes a participar, pero compartiremos más detalles sobre el programa cuando nos dirijamos a las presidencias de cuórum y de clase.
Presidente Lund: Como recordatorio, este programa es la combinación de aprendizaje del Evangelio, servicio y actividades, y desarrollo personal.
El aprendizaje del Evangelio incluye la instrucción y las reuniones dominicales. Anima a los jóvenes a dar asignaciones de enseñanza durante sus reuniones de presidencia. A menudo, las lecciones las enseñarán conjuntamente un líder adulto y un joven, pero eso dependerá de las necesidades de la clase o del cuórum y de la capacidad de los jóvenes para enseñar. ¡Y no olviden alentar Seminario!
Presidenta Cordon: El servicio y las actividades pueden dar a los jóvenes un sentido de pertenencia con sus compañeros en seguir a Jesucristo y proporcionar oportunidades para aprender habilidades, sentir el Espíritu y divertirse. Enseñen a las presidencias a planificar e implementar actividades basadas en las necesidades de los jóvenes. Anímenlos a considerar actividades y servicio en los cuatro aspectos de los que aprendemos en Lucas 2:52. Eso los ayudará a efectuar la gran obra que enseñó nuestro profeta.
Hay recursos de planificación de actividades disponibles en el sitio web de Niños y Jóvenes, en la sección Recursos para las presidencias de cuórum y de clase. Cuando estén llevando a cabo y planificando sus reuniones, sean un recurso para ayudar y brindar orientación, pero dejen que la presidencia tome las decisiones.
Presidente Lund: Y el desarrollo personal es una invitación para que los jóvenes crezcan como lo hizo el Salvador: en los aspectos espiritual, intelectual, físico y social. Acérquense a los padres y conversen con ellos sobre las necesidades de sus hijos y las maneras en las que ustedes podrían brindar apoyo. Esa es una buena forma de conocerlos y demostrarles su amor.
Si bien no es la labor de ustedes hacer un seguimiento de las metas, y algunas de ellas pueden ser demasiado personales como para compartirlas, ustedes deben ser una fuente constante de ánimo y apoyo. Pregúntenles qué metas tienen con las que ustedes podrían ayudarles. Pueden marcar una diferencia real en la vida de ellos a medida que vayan ganando confianza en sí mismos al lograr nuevas metas significativas. Podría resultar útil compartir con ellos una de las metas en las que ustedes estén trabajando personalmente.
Presidenta Cordon: Me encanta esa idea. Recuerden que las lecciones, las actividades y las metas no son el objetivo; son las herramientas para ayudarnos a todos a alcanzar nuestro verdadero objetivo: edificar la fe en el Señor Jesucristo y llegar a ser más semejantes a Él. Las presidencias de cuórum y de clase, con el apoyo y la orientación de ustedes, serán siervos de éxito en la obra del Señor.
Conclusión
Presidente Lund: ¡Estamos agradecidos por ustedes, líderes adultos, y por todos sus esfuerzos por apoyar y amar a los jóvenes de la Iglesia! Todos esos esfuerzos forman parte de una gran obra: ayudar a los jóvenes a unirse al Salvador y a seguir avanzando por la senda de los convenios.
Ahora es el momento de hablar a las presidencias de cuórum y de clase. Esperamos que ustedes, como sus líderes y asesores, permanezcan con nosotros durante esta parte de la transmisión. Comencemos con un video.