“Cumplir su promesa”, El Amigo, marzo de 2023, págs. 10–11.
Cumplir su promesa
Le mentí a papá. ¿Y ahora qué?
Esta historia tuvo lugar en Ghana.
“¡Solo faltan seis días para mi bautismo!”, dijo Happiness. ¡Ya casi había llegado el día!
“¿Estás listo?”, preguntó el papá.
“Creo que sí”, dijo Happiness.
“Cuando eres bautizado, haces un convenio”, dijo el papá. “¿Recuerdas lo que eso significa?”.
“Es una promesa, ¿verdad?”.
El papá asintió. “¡Sí! Prometes seguir a Jesucristo y guardar los mandamientos. El Padre Celestial promete bendecirte y ayudarte”.
Happiness sonrió. Él sabía que era una promesa importante. ¡Estaba deseoso de hacerla!
Al fin llegó el día de su bautismo. Happiness se puso ropa blanca. Otros dos niños también iban a ser bautizados. Todos observaron cómo se llenaba de agua la pila bautismal.
Cuando llegó su turno, Happiness y su papá entraron en la pila bautismal. El papá pronunció la oración bautismal, entonces Happiness se tapó la nariz y el papá lo sumergió completamente en el agua.
¡Cuando salió, Happiness se sintió muy bien! Quería cumplir su promesa de seguir a Jesús. Quería sentirse así de limpio y feliz para siempre. Nunca más quería volver a tomar una decisión equivocada.
Unos días después, Happiness se despertó y encendió el calentador de agua para tomar un baño. El agua tardaba mucho tiempo en calentarse, así que encendió la televisión. Quería ver dibujos animados mientras esperaba.
Happiness se rio al ver a los animales que hablaban en la pantalla. ¡Ese programa era muy divertido! Pronto se olvidó del calentador de agua.
Una hora después, el papá entró en la habitación. “¿Cuánto tiempo lleva encendido el calentador de agua?”, preguntó él.
Happiness levantó la mirada. ¡Había mirado televisión por mucho más tiempo del que debía!
“No mucho tiempo”, dijo Happiness, “tan solo unos minutos”. Apagó la televisión y corrió a bañarse,
pero por el resto del día se sintió mal. Después de su bautismo, no quería volver a tomar nunca más una decisión equivocada. ¡Pero acababa de mentirle a papá!
Happiness suspiró; sabía lo que tenía que hacer.
“Oye, papá”, dijo Happiness. “Dije una mentira. Dejé el calentador de agua encendido por mucho tiempo, pero no era mi intención; lo siento”.
“Está bien. Gracias por decírmelo”, dijo el papá.
“Me siento muy mal porque rompí mi promesa bautismal”, dijo Happiness.
El papá se sentó con él en el sofá. “Cuando fuiste bautizado, no prometiste ser perfecto: prometiste esforzarte por seguir a Jesús”.
Happiness asintió. Eso lo hizo sentir un poco mejor.
“¿Y sabes lo que puedes hacer cuando tomas una mala decisión?”, preguntó el papá.
“¿Arrepentirme?”, dijo Happiness.
“¡Así es! Cuando nos arrepentimos, el Padre Celestial nos perdona, entonces podemos ser tan limpios como el día en que nos bautizamos. El arrepentirse es parte de cumplir tu promesa bautismal”.
Happiness sonrió. “Voy a orar y pedir al Padre Celestial que me perdone”. Se alegró de poder cumplir su promesa bautismal.
Ilustración por Macky Pamintuan