El Amigo
Raina vuelve a intentarlo
Julio de 2024


“Raina vuelve a intentarlo”, El Amigo, julio de 2024, págs. 36–37.

Raina vuelve a intentarlo

“Es la última vez que intentaré hacer algo nuevo”, dijo Raina.

Esta historia ocurrió en EE. UU.

Raina volvió a leer las palabras del folleto en su escuela. Concurso de ensayos: ¡Gana un viaje gratuito a la ciudad de Nueva York!

Era un concurso para alumnos de muchas escuelas de la zona. Raina se imaginó en la ciudad de Nueva York, con rascacielos imponentes a su alrededor y la Estatua de la Libertad cerca. ¡Ella quería ir!

“Debes participar”, dijo Sydney. “¡Eres la mejor escritora de nuestra clase!”.

Las palabras de Sydney hicieron que Raina se sintiera bien. No sabía mucho sobre escribir ensayos, pero quería intentarlo.

Después de la escuela, Raina se sentó en su escritorio. Tap, tap, tap. Golpeaba el lápiz en la hoja mientras pensaba en ideas. Finalmente, comenzó a escribir.

Raina tardó toda una semana en terminar; pero con la ayuda de su mamá, finalmente se sintió lista para presentar su ensayo.

Transcurrieron algunas semanas, Raina estaba entusiasmada por saber quién había ganado. ¡Quizás pronto se iría a Nueva York!

“Participaron más de cien alumnos”, dijo el Sr. Wright al frente del salón de clases. “Les agradecemos a todos los que escribieron un ensayo”.

El corazón de Raina se sacudió de emoción.

“Aunque ninguno de nuestros alumnos ganó el concurso, Raina estuvo entre los cinco primeros de todos los participantes. Felicitaciones, Raina”, dijo el Sr. Wright.

Raina sonrió mientras sus compañeros aplaudían, pero en su interior estaba frunciendo el ceño. Estar entre los cinco primeros no era tan bueno como ganar. Su sueño de ver Nueva York se había esfumado.

Cuando Raina llegó a casa, se desplomó en una silla en la cocina junto a sus padres. “Perdí el concurso”, dijo. “Es la última vez que intentaré hacer algo nuevo. Solo me dedicaré a lo que soy buena”. Se cubrió la cabeza con las manos.

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Niña triste en la mesa de la cocina con sus padres

“Lamento que no hayas ganado. Mamá y yo estamos muy orgullosos de ti por intentarlo”, dijo el papá, que se sentó junto a Raina. “¿Recuerdas cuando me quedé sin trabajo hace unos años?”.

Raina asintió.

“Me postulé a muchos empleos y en ninguno me contrataron”, dijo el papá. “Me sentía muy desanimado”.

Raina levantó la cabeza. “¿De veras?”.

Papá asintió. “Pero no me di por vencido. Después de mucho tiempo, encontré un trabajo que era perfecto, pero no habría sucedido si hubiera dejado de intentarlo”.

Mamá puso su mano reconfortante en la espalda de Raina. “¿Sabes cuántos relatos envío a diferentes revistas?”, preguntó. “¿Y cuántos me rechazan? Pero no puedo darme por vencida si quiero ver mi trabajo publicado. Escribir es importante para mí, así que sigo intentándolo”.

Raina siempre había pensado que sus padres eran buenos en todo lo que hacían. Nunca supo que ellos también habían sido rechazados.

Todavía estaba triste, pero parecía una tontería no volver a intentar algo nuevo nunca más. Eso no era lo que el Padre Celestial quería para ella. Raina decidió que no se daría por vencida. Podía probar más cosas, incluso cosas que no hacía bien de inmediato.

“Creo que volveré a participar en el concurso el año que viene”, dijo Raina. Perder el concurso no tenía que ser el fin de sus sueños.

Raina fue a su escritorio y tomó su lápiz. Escribir había sido muy divertido. Tap, tap, tap. Entonces, ¿qué nuevo ensayo podía escribir a continuación?

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Niña sonriente sentada en un escritorio con un lápiz y papel
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PDF del relato

Ilustraciones por Vivian Mineker

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