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El fundamento de la Iglesia verdadera de Cristo
La Iglesia se edifica sobre el fundamento de apóstoles y profetas, con Jesucristo como la principal piedra del ángulo.
En la primavera de 2020, celebramos el aniversario 200 de la Primera Visión de José Smith, que dio inicio a la restauración del evangelio de Jesucristo. Para marcar este acontecimiento vital, la Primera Presidencia y el Cuórum de los Doce Apóstoles prepararon una proclamación: “La restauración de la plenitud del evangelio de Jesucristo: Una proclamación para el mundo en el bicentenario”. La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días es la Iglesia restaurada del Salvador.
Testificamos que esta Iglesia está “fundada sobre la vida perfecta de su principal piedra del ángulo, Jesucristo, y sobre Su expiación infinita y resurrección literal”, y que “Jesucristo ha llamado de nuevo a apóstoles y les ha dado la autoridad del sacerdocio”1. Ese es el fundamento sobre el cual se edifica la Iglesia verdadera de Cristo.
La principal piedra del ángulo de nuestra fe
En el pasado, para los cimientos de los edificios a menudo se usaban piedras grandes, las cuales brindaban apoyo a la edificación. La primera y más importante de esas piedras era la piedra angular. Una vez colocada, la piedra angular determinaba la posición de todas las demás piedras de los cimientos.
El apóstol Pablo enseñó que la Iglesia verdadera de Cristo está “edificad[a] sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo” (Efesios 2:20). El Señor Jesucristo es el fundamento de nuestra fe y de la Iglesia que lleva Su nombre.
Mediante la incomparable vida y expiación del Salvador, todos los que hayan vivido resucitarán de entre los muertos. Más que eso, Él abrió la puerta para que todos fueran perdonados de sus pecados mediante el arrepentimiento, el bautismo y la santificación por medio del Espíritu Santo. De esa manera, mediante la obediencia al evangelio de Jesucristo, podemos regresar sin mancha a la presencia de Dios2.
Testifico que Jesucristo es el único Camino a la inmortalidad y a la vida eterna. Me regocijo por poder dedicar el resto de mi vida a proclamar esta verdad suprema a todo el mundo.
¿Qué significa que la Iglesia también está fundada sobre apóstoles y profetas?
Jesucristo llamó por primera vez a apóstoles en Su ministerio terrenal para presidir Su Iglesia. Cuando Su Iglesia fue restaurada por medio del profeta José Smith, nuevamente llamó a apóstoles a presidir. Todos los que son llamados al oficio de apóstol, ya sea en la Primera Presidencia o en el Cuórum de los Doce, son sostenidos como “profetas, videntes y reveladores”, pero solo al de mayor antigüedad se le llama profeta porque él preside toda la Iglesia y está autorizado exclusivamente a hablar en nombre del Señor3.
Los profetas y apóstoles son escogidos para dirigir la Iglesia
El Salvador escoge a quienes dirigen Su Iglesia y les da la autoridad y el poder necesarios. En la actualidad, Jesucristo dirige la Iglesia por medio de Su profeta y apóstol, Russell M. Nelson, y sus consejeros de la Primera Presidencia y del Cuórum de los Doce Apóstoles, quienes tienen la responsabilidad sagrada de ser testigos “del nombre de Cristo en todo el mundo” y de edificar y regular la Iglesia (Doctrina y Convenios 107:23, 33).
Junto con mis hermanos de la Primera Presidencia y del Cuórum de los Doce Apóstoles, testifico que Jesucristo es el Hijo de Dios. Él es la Luz del Mundo. Él es nuestro Salvador del pecado y de la muerte. Sus líderes escogidos enseñan la doctrina de Cristo4 y las otras verdades inalterables del Evangelio, según lo indique el Espíritu Santo. No tenemos otro deseo que enseñar lo que es verdadero y alentar a todos a seguir el “gran plan de felicidad” de Dios (Alma 42:8).
Puedes saberlo por ti mismo. Pregunta a tu Padre Celestial si en verdad somos los apóstoles y profetas del Señor y luego pon en práctica las enseñanzas de nuestro Salvador a tu vida. Ese es el camino a las bendiciones de la vida terrenal y la vida eterna, lo testifico en el nombre de Jesucristo, nuestro Salvador y Redentor.