“Krešimir Ćosić”, Historias mundiales: Croacia, 2019
“Krešimir Ćosić”, Historias mundiales: Croacia
Krešimir Ćosić
En octubre de 1969, Krešimir Ćosić, de veinte años, dejó una exitosa carrera de baloncesto en Zadar, Yugoslavia, para jugar en una universidad estadounidense. Sin embargo, cuando llegó a la Universidad Brigham Young se llevó una gran sorpresa de inmediato. Debido a sus limitados conocimientos de inglés, no había entendido que BYU era una escuela religiosa con un código de honor que requería que los estudiantes evitaran el alcohol y el tabaco y llevaran una vida moralmente limpia. “¿Cómo llegué aquí?”, se preguntó. “Y ahora que estoy aquí, ¿cómo puedo salir? Y si no puedo salir, ¿cómo puedo sobrevivir?”.
En Yugoslavia, algunas de sus únicas experiencias religiosas habían ocurrido durante las visitas a su abuela, quien se arrodillaba a diario en oración y hablaba en privado de un poder celestial. En una de esas visitas, Ćosić tuvo lo que se había convertido en un sueño recurrente: se veía a sí mismo jugando al baloncesto en un gran auditorio entre altas montañas y un lago tranquilo. Ese sueño fue lo que más tarde lo llevó al folleto de selección de BYU.
Aunque la transición a BYU fue difícil, la escuela de su sueño comenzó a atraerlo poco a poco. “En mi corazón comenzó a arder el conocimiento de cosas pasadas”, recordó Ćosić. Empezó a asistir a la noche de hogar con una amiga, Christina Nibley, y a visitar al padre de esta, el profesor Hugh Nibley, en su oficina del campus, para hablar sobre religión. “Mi deseo de estudiar y saber más se volvió insaciable”, recordó. En otra ocasión dijo: “Hay cien razones por las que no debería unirme a la Iglesia y solo una razón por la que debería hacerlo: porque es verdad”.
Mientras estaba en BYU, Ćosić fue bautizado y apartado como misionero especial para Yugoslavia, llamado a compartir el Evangelio en el transcurso de su vida cotidiana. Cuando los admiradores se le acercaban por la calle, él ofrecía darles camisetas de BYU como la suya si leían una tarjeta con los Artículos de Fe de la Iglesia o su testimonio escrito. Hizo sus propias grabaciones de videos de la Iglesia para compartirlas con amigos y compañeros del equipo. La prensa local lo calificó de “propagador religioso activo” por sus esfuerzos y lo criticó por abrazar una ideología “completamente ajena a los ideales de nuestra juventud”. Sin embargo, quienes lo conocían vieron cambios positivos. “Regresó a Yugoslavia como hombre hecho y derecho y todo un jugador”, dijo su entrenador Ranko Žeravica. Ankica Ostarčević, una amiga de Ćosić, señaló que “parecía más feliz que nunca”.
En el verano de 1974, Ćosić bautizó a Ankica y a su esposo, Mišo Ostarčević, quien era uno de sus compañeros de equipo. Ćosić también comenzó a llevar a cabo reuniones informales de la Iglesia en su casa. Con la ayuda de Mišo y de un erudito externo, Ćosić se esforzó para que el Libro de Mormón se tradujera al serbocroata y se publicara en Yugoslavia debido a la amenaza de que las copias importadas se interceptaran como contrabando. También ayudó a encontrar la manera de que los misioneros ingresaran en el país en 1977 y ayudó a organizar ramas en Zadar, Zagreb y Belgrado.
Después de que estalló la guerra tras la independencia de Croacia de Yugoslavia en 1991, Ćosić decidió dedicar sus esfuerzos al establecimiento de la paz y fue nombrado embajador adjunto del nuevo país en los Estados Unidos. En 1994, sin embargo, le diagnosticaron cáncer y murió el 25 de mayo de 1995. En el funeral, al que asistieron decenas de miles de personas, el fraile franciscano Bonaventura Duda habló de la fe de Ćosić. “No solo creía”, dijo Duda. “Intentó de todo corazón practicar su fe en la vida real”. En 2010, cuando el élder Russell M. Nelson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, dedicó Croacia, expresó su gratitud por Ćosić y su dedicación para llevar el Evangelio a su pueblo.