Historia de la Iglesia
La luz que traspasa


“La luz que traspasa”, Historias mundiales: Haití, 2019

“La luz que traspasa”, Historias mundiales: Haití

La luz que traspasa

Los santos de Haití gritaron y lloraron de gozo en abril de 2015 cuando el Presidente de la Iglesia, Thomas S. Monson, anunció la construcción de un templo en Puerto Príncipe. A Fritzner Joseph, que estaba sirviendo en una misión en Haití con su esposa, Gina, el anuncio le trajo recuerdos de 1983. Ese año ascendió al monte Boutilliers con quien entonces era el élder Monson, del Cuórum de los Doce Apóstoles, para que Monson dedicara Haití para la predicación del Evangelio. Al contemplar la extensa capital del país, justo antes de que se ofreciera la oración, aparecieron unas nubes que oscurecieron la vista. “Que Tu Espíritu brille sobre [Haití]”, rogó Monson, “y bendice a los miembros de la Iglesia en particular”.

“Cuando abrimos los ojos”, recordó Joseph, “pudimos ver la ciudad. Volvía a brillar”.

La luz que aquel día traspasó entre las nubes se convirtió en una metáfora para Joseph al presenciar el desarrollo de la Iglesia en Haití. “Mi vida comenzó cuando encontré la Iglesia”, reflexionó sobre su conversión en 1979. “El Reino de Dios era lo primero”. En 1981 se convirtió en el primer haitiano en servir en una misión de tiempo completo y fue asignado a Puerto Rico. Como hablante de criollo haitiano que trataba de aprender español con sus maestros de habla inglesa, Joseph se había sentido desanimado. Una carta de Alexandre Mourra le recordó que, por medio de la fe, Dios podía enseñarle el idioma.

Después de su misión, Joseph se casó con Gina Michel y formó una familia. En 1988, aceptó un empleo supervisando Seminarios e Institutos de la Iglesia en Haití y sintió firmemente que su trabajo era muy importante. En una época en que la mayoría de los conversos en Haití eran hombres y mujeres en edad universitaria, Joseph dijo: “Crearán familias fuertes, una Iglesia fuerte y un país fuerte”. En 1991, después de que la agitación política obligara a los misioneros extranjeros a abandonar Haití, Joseph se convirtió en presidente de la Misión Haití Puerto Príncipe, donde todos sus misioneros eran sus antiguos alumnos de Instituto.

Durante las siguientes tres décadas, Joseph observó cómo los santos se apoyaban mutuamente a través de desafíos económicos, agitación política, tragedias personales y desastres naturales. “Hemos tenido unos días oscuros y desafíos en nuestro país, pero después, llegará la luz”, reflexionó Joseph. “Eso fue lo que sucedió cuando [el presidente Monson] anunció el templo. ¡Qué bendición!”.

Fritzner y Gina, que en 1990 habían recorrido 2300 km (1430 millas) hasta Washington D. C. para convertirse en la primera pareja haitiana en ser sellada en el templo, se regocijaron por la oportunidad de ayudar a otras personas a prepararse para asistir al templo. “Con el desafío de prepararnos para un templo”, dijo Joseph, “estamos aquí para trabajar arduamente y dar lo mejor de nosotros mismos”. En septiembre de 2019, Fritzner y Gina Joseph se convirtieron en el primer presidente y la primera directora de las obreras del Templo de Puerto Príncipe, Haití.