Preguntas frecuentes
¿Qué hacen las personas en el templo?
En el templo se nos enseña, hacemos convenios y se nos prometen bendiciones. Recibimos ordenanzas que nos permiten vivir en la presencia de Dios.
Una ordenanza que recibimos en el templo es la investidura. La palabra investidura significa “don” u “otorgamiento”. Como parte de esta ordenanza, se nos enseña el propósito de la vida, la misión y la expiación de Jesucristo y el plan de nuestro Padre Celestial para Sus hijos. Alcanzamos a vislumbrar lo que será vivir en Su presencia al sentir el ambiente apacible del templo.
Otra ordenanza del templo es la ordenanza del sellamiento, en la que los esposos y las esposas se sellan el uno al otro, y los hijos son sellados a sus padres en familias eternas. Esto significa que si somos fieles a nuestros convenios, nuestras relaciones familiares seguirán existiendo durante la eternidad.
Además de recibir estas ordenanzas para nosotros mismos, podemos recibirlas por nuestros antepasados fallecidos. De ese modo, las personas que murieron sin recibir las ordenanzas esenciales, tales como el bautismo y la confirmación, la investidura y el sellamiento, tienen la oportunidad de aceptar dichas ordenanzas.
¿Cómo es el templo por dentro?
El templo es un lugar apacible y sagrado, apartado de las preocupaciones y la agitación del mundo. Todos los sectores del templo se mantienen de manera hermosa y minuciosa a fin de preservar un espíritu de reverencia. Ya que es la Casa del Señor, y debido a la obra sagrada que allí se lleva a cabo, en el templo podemos sentir abundantemente el Espíritu y sentirnos cerca del Señor. Allí podemos recibir revelación personal y fortaleza espiritual para ayudarnos a superar nuestras pruebas. Ésa es parte de la razón por la que se nos anima a asistir al templo con regularidad.
¿Cómo debo vestirme para ir al templo?
Cuando asistas al templo viste ropa modesta; evita los extremos tanto en el vestir como en el arreglo personal, así como lo harías para una reunión sacramental. Si estás limpio y presentable, demuestras reverencia y respeto por el Señor y Su casa, e invitas al Espíritu.
En el templo hay cuartos privados para vestirte donde puedes cambiarte la ropa de domingo y ponerte ropa blanca. Este cambio de ropa te sirve de recordatorio de que provisionalmente estás dejando atrás el mundo y entrando en un lugar santo. La ropa blanca simboliza pureza, y el hecho de que todos se vistan igual en el templo crea un sentido de unidad e igualdad.
¿Cuándo debo recibir mi investidura?
Lo más probable es que recibas tu investidura poco antes de servir en una misión de tiempo completo o antes de que te cases en el templo. Por lo general no se recomienda que reciban su propia investidura los miembros solteros que aún no cumplan los veinte años o que hace poco los hayan cumplido, que no hayan recibido un llamamiento para servir en una misión y que no estén comprometidos para casarse en el templo.
Los miembros nuevos esperan por lo menos un año después de su bautismo y confirmación antes de recbir la investidura.
El recibir tu propia investidura es un asunto importante. Habla de ello con tu obispo. Ora y medita al respecto para saber cuando estés listo.
¿Qué les puedo decir a otras personas en cuanto a mi experiencia en el templo?
Puedes hablar acerca de la apariencia interior del templo, y puedes hablar libremente sobre lo que sientes en el templo. Sin embargo, los convenios y las ordenanzas del templo, incluso las palabras que se utilizan, son demasiado sagrados para hablar de ellos en detalle fuera del templo. Al evitar hablar sobre estas cosas sagradas fuera del templo, las protegemos de la burla, el ridículo y la falta de respeto. No hables de manera despreocupada de tus experiencias en el templo.
¿Por qué razón se utiliza el simbolismo en el templo?
Durante Su ministerio terrenal, el Salvador enseñó con frecuencia en parábolas para representar verdades eternas de manera simbólica. Él ha mandado que en el templo se nos enseñe de manera similar. Hay simbolismo en las ordenanzas y los convenios del templo, en la forma en que se presentan, en el entorno físico, y en la ropa que se usa. Si meditas en el significado de estos símbolos con la guía del Espíritu Santo, te pueden servir para reconocer la verdad, aprender acerca de nuestro Padre Celestial y de Jesucristo, y para progresar espiritualmente.
Tengo familiares que no pueden entrar en el templo. ¿Qué puedo hacer para que se sientan incluidos en mi casamiento en el templo?
Éste puede ser un asunto delicado. Ya que el templo es la Casa del Señor, dedicada a Él, las personas que entren deben poseer una recomendación vigente para el templo, lo que certifica que están viviendo de acuerdo con las normas que Él ha establecido. No obstante, a aquellos que no tengan una recomendación vigente para el templo se les da la bienvenida a los terrenos del templo, y en la mayoría de los templos hay una sala donde pueden esperar mientras los miembros de la familia se estén sellando. La pareja que tenga familiares que no puedan entrar al templo puede invitar al obispo o a otro miembro de la Iglesia para que permanezca con ellos en la sala de espera.
Asimismo, la pareja puede hacer arreglos con el obispo para efectuar después una reunión especial para los familiares y amigos que no tengan una recomendación. Esta reunión brinda la oportunidad de que se sientan incluidos y de que sepan en cuanto al matrimonio eterno. Aunque no se efectúe una ceremonia ni se intercambien votos, en dicha reunión se pueden intercambiar anillos.
¿Qué debo hacer para prepararme para recibir las ordenanzas del templo?
Para prepararte, puedes asistir al templo con regularidad a fin de participar en bautismos por lo muertos, participar en un seminario de preparación para el templo organizado por tu obispo, y estudiar las Escrituras y los artículos de este librito.
Para prepararte, vive también las normas del Señor sobre la dignidad para entrar en el templo; fortalece tu testimonio de Dios el Padre y de Jesucristo y Su evangelio restaurado; obedece la Palabra de Sabiduría y la ley de castidad; apoya a los líderes de la Iglesia, paga un diezmo íntegro y asiste a las reuniones de la Iglesia. Sé honrado en tus tratos con los demás y asegúrate de que tu vida familiar esté en armonía con las enseñanzas de la Iglesia. Cumple con tus convenios bautismales a fin de que estés preparado para recibir los convenios más altos del templo.