Tradiciones navideñas de los Setenta
Integrantes de los Setenta comparten la forma en que celebran esta época y recuerdan el nacimiento del Salvador.
¿Cómo podemos celebrar la Navidad de manera significativa para cada miembro de la familia? ¿Cómo podemos mantener al Salvador en el centro de la Navidad? ¿Qué tradiciones nos pueden ayudar a recordarlo a Él y Su nacimiento?
Integrantes de los Setenta provenientes de varios países y culturas expresan algunas de las formas en que han contestado estas preguntas para sí mismos y sus seres queridos. A continuación comparten algunos significativos recuerdos, testimonios y tradiciones navideños. (Los países de origen aparecen en paréntesis.)
Élder Marcos A. Aidukaitis (Brasil): La Navidad es una oportunidad muy especial que tenemos mi familia y yo de conversar sobre algunas cosas sagradas de las que no hablamos tal vez del mismo modo tan formal y específico durante otras épocas del año. Es una oportunidad de demostrar amor a los demás y gratitud por las cosas que han tenido lugar en nuestra vida.
Élder David S. Baxter (Escocia): Cuando nuestros hijos eran pequeños, salíamos a cantar villancicos en Nochebuena, regalando a los miembros menos activos los tradicionales troncos navideños. En Nochebuena prendíamos velas, leíamos el relato de la Natividad, participábamos de una cena especial en familia y después disfrutábamos juntos de la Navidad.
Élder Gérald Caussé (Francia): En nuestra familia hemos decidido que la Navidad no es asunto nada más de divertirse juntos, sino también de concentrarse en Cristo y servir a los demás. Hace unos diez años formamos un coro familiar e íbamos a hospitales y asilos de ancianos para cantar canciones de Navidad. Al principio el grupo era pequeño. Llevábamos bebés en brazos y en carritos, pero ahora esas criaturas han crecido y son coristas experimentados. Tenemos un coro de 44 voces que no sólo entona villancicos franceses tradicionales, sino también himnos de la Iglesia, y tenemos mucho éxito. Después de cantar, los niños reparten a los enfermos o ancianos regalitos que nuestra familia ha preparado. Tratamos de dedicar tiempo a cada persona, conversando sobre el verdadero significado de la Navidad y también escuchándolas. Todos tienen siempre mucho que contar.
Esas visitas son ocasiones especiales para recordar lo que sabemos sobre lo que significa ser cristiano y llevar el nombre de Cristo. La Navidad sirve de buen recordatorio de cómo debemos comportarnos el resto del año.
Élder Eduardo Gavarret (Uruguay): La Navidad es una época especial para nosotros. En esa época, siempre nos invade un sentimiento de calidez. Cuando llega el mes de diciembre, vemos que la Navidad es una época de paz y de estar juntos en familia. Tenemos la tradición de escribirles cartas a los amigos, pero en particular nos gusta escribirle cartas al Salvador y ponerlas en el árbol de Navidad como un obsequio que deseamos hacerle.
Élder Carlos A. Godoy (Brasil): En familia, escribimos nuestros testimonios en ejemplares del Libro de Mormón y los mandamos a amigos y parientes como regalos de Navidad, y debido a que es Navidad, los regalos siempre son bien aceptados. Es una forma linda de compartir el Evangelio y de acordarnos de que Cristo es la parte más importante del día.
Élder Christoffel Golden Jr. (Sudáfrica): En Nochebuena disfrutamos de una cena formal, después de lo cual leemos el relato de Lucas sobre el nacimiento del Salvador. Durante la mañana de Navidad, nos ponemos nuestra mejor ropa dominical y participamos de una corta reunión navideña, a la cual también invitamos a algunos no miembros y miembros menos activos. Después pasamos tiempo con amigos y con otros familiares, fortaleciendo de ese modo los lazos familiares en el verdadero espíritu de la Navidad.
Élder Donald L. Hallstrom (EE. UU.): En años anteriores, en Nochebuena nos reuníamos para tener un período agradable y memorable de compartir testimonios. A cada miembro de la familia se le daba la oportunidad de expresar sus sentimientos en cuanto al Salvador y al Padre Celestial. Esos profundos sentimientos de amor consecuentemente nos acercaban unos a otros, y las expresiones de amor hacia los integrantes de la familia venían muy del corazón. Mi padre entonces expresaba la visión que tenía para la familia y daba poderoso aliento a cada miembro de ella para que nos mantuviéramos fieles a la fe. Luego en unión nos poníamos de rodillas y ofrecíamos la última oración.
Élder Paul V. Johnson (EE. UU.): Una de nuestras tradiciones como familia es que cada año vamos a una presentación de El Mesías de Händel en la que se permite al público acompañar al coro. Nos encanta. Cada uno de nosotros tiene una partitura, y eso nos da la oportunidad de cantar la hermosa letra, a la que Händel le puso música, y recordar el ministerio del Salvador.
Élder Yoshihiko Kikuchi (Japón): Más o menos unos 30 días antes de Navidad, mi esposa y yo tratamos de leer las palabras de los profetas en las Escrituras sobre el nacimiento del Salvador. Si se lee cada día hasta el 25 de diciembre, se siente cómo va creciendo el espíritu navideño, relato tras relato, pasaje por pasaje de las Escrituras. Eso es lo que tratamos de hacer en nuestra familia.
Siempre recuerdo lo que le contestó Nefi al ángel cuando éste le preguntó acerca del significado del árbol en el sueño de su padre. Nefi dijo: “Sí, es el amor de Dios que se derrama ampliamente en el corazón de los hijos de los hombres” (1 Nefi 11:22). Para mí, la Navidad se trata del amor del Padre Celestial y de Jesucristo.
Élder Erich W. Kopischke (Alemania): En esta época, toda la casa cambia visiblemente. Decoramos las ramas de los abetos, colocamos portavelas en las ventanas y colgamos tiras de luces. Los niños ponen decoraciones navideñas en sus cuartos; se hornean galletas y pan de jengibre, y un aroma llena toda la casa, el olor de los abetos y la canela.
En Nochebuena nos encanta invitar a casa a familiares y amigos. Encendemos velas y prendemos fuego en la chimenea. Preparamos cancioneros especiales con villancicos que nos gusta cantar. Yo saco el acordeón, y cada uno escoge un villancico para cantar juntos. Se siente un espíritu especial que todos disfrutan.
Después abrimos los regalos. Los niños lo hacen primero. Todos miran y sienten le emoción de cada envoltura que se abre. Después de abrir todos los regalos los niños, sin demora, desaparecen con sus tesoros. Los adultos nos quedamos a conversar. En realidad es como una noche de hogar especial.
A veces invitamos a personas que iban a estar solas para que pasen Nochebuena con nosotros. Esas navidades son especialmente agradables.
Élder Michael John U. Teh (Filipinas): La Navidad para mí quiere decir Cristo y mi familia. Es una oportunidad de renovar mi compromiso de mejorar mi relación con nuestro Padre Celestial y el Salvador y de mejorar como esposo y padre. Me siento agradecido por la oportunidad de asistir a la reunión sacramental a lo largo del año porque en ese espacio renuevo los convenios y recuerdo la Navidad. Todas las semanas pueden ser como Navidad, una época en la que renuevo mi compromiso de recordar al Salvador.
Élder José A. Teixeira (Portugal): La mejor forma que tenemos como familia para mantener y seguir con el espíritu navideño, no sólo en Navidad sino todo el año, es leer las Escrituras. Al leerlas en familia, nos acordamos del Salvador y del verdadero espíritu navideño.
Para mi familia y para mí, la Navidad realmente quiere decir Jesucristo. Es un momento para dar, para recibir, para fortalecer los vínculos con nuestras familias, y es una época para brindar más amor a los que nos rodean.
Élder Francisco J. Viñas (España): Quiero contarles una experiencia que tuvimos en 1989 cuando servía como presidente de misión. Prestábamos servicio en la Misión Argentina Salta cuando, unos días antes de Navidad, recibimos la instrucción del Departamento Misional de que los misioneros tenían que quedarse en sus apartamentos hasta próximo aviso a causa de que Estados Unidos había invadido Panamá.
En la mañana del 24 de diciembre, cargamos los vehículos de la misión y dividimos la misma en dos partes: los asistentes fueron a la parte norte de la misión, y mi hijo de ocho años y yo viajamos a la parte sur. El propósito era visitar a cada par de misioneros en su apartamento para llevarles comida y un mensaje navideño. Ésa fue una gran experiencia para mi hijo y para mí. El estar en cada apartamento y pasar tiempo con los misioneros fue una experiencia sobresaliente para los dos, la cual siempre atesoraremos como un gran recuerdo de Navidad.
Mi esposa y mis dos hijas se quedaron en la casa de misión, y volví con mi hijo en la madrugada del 25 de diciembre. Era la primera vez que no pasábamos Nochebuena juntos como familia, pero para nosotros fue la Navidad más memorable de todas.
Élder Jorge F. Zeballos (Chile): Cuando uno tiene un testimonio de Jesucristo —de que Él vive, de que es nuestro Salvador, nuestro Redentor— la mejor manera de manifestarle el amor que se le tiene es ser obediente a Sus mandamientos. Así que para mí, la mejor forma de recordarlo no sólo durante la Navidad sino cada día, es obedecer en todo lo que Él nos ha pedido que hagamos.
Élder Claudio D. Zivic (Argentina): La Navidad para mí y para mi familia significa celebrar el nacimiento de Jesucristo, nuestro Salvador y Redentor. Significa reunirnos en familia en Nochebuena para tener una noche de hogar donde todos participan presentando, leyendo y cantando sobre los acontecimientos especiales del nacimiento del Niño de Belén. Ésta siempre ha sido la celebración más importante en casa, y tratamos de conservar el espíritu navideño viviendo el Evangelio todos los días.