Mensaje de la Primera Presidencia
Amor en el hogar Consejo de nuestro Profeta
Bendita vida familiar
“Después de conocer el mundo, vagar por él y ver cuán efímero y a veces superficial es, aumenta nuestra gratitud por el privilegio de formar parte de algo con lo que podemos contar: el hogar, la familia y la lealtad de nuestros seres queridos. Llegamos a comprender lo que significa estar unidos por medio del deber, el respeto y el sentimiento de pertenencia; y aprendemos que nada puede reemplazar la bendita relación de la vida familiar”1.
Compartamos nuestro amor
“Haz un cumplido a tu hijo y dale un abrazo; dile: ‘te quiero’ más a menudo; siempre da las gracias. Nunca permitas que el problema que se deba resolver sea más importante que la persona a quien amar. Los amigos se mudan, los hijos crecen, los seres queridos mueren. Es tan fácil no dar valor a los demás hasta el día en que se van de nuestra vida y nos quedamos con sentimientos como: ‘¿Qué hubiera pasado si?’ y ‘Si tan sólo’…
“Disfrutemos de la vida mientras la vivimos, encontremos gozo en el trayecto y compartamos nuestro amor con amigos y familiares. Un día, a cada uno de nosotros se nos acabarán los mañanas; no posterguemos lo que es más importante”2.
Demostremos nuestro amor
“Hermanos, tratemos a nuestra esposa con dignidad y respeto; ella es nuestra compañera eterna. Hermanas, honren a su marido; él necesita oír buenas palabras; necesita una sonrisa amigable; necesita una cálida expresión de amor verdadero…
“A ustedes, padres, les digo que demuestren amor a sus hijos; ustedes saben que los aman, pero asegúrense de que ellos también lo sepan. Ellos son tan preciados; háganselo saber. Pidan ayuda a nuestro Padre Celestial al encargarse de sus necesidades a diario y al afrontar los desafíos que, inevitablemente, vienen al ser padres. Ustedes necesitan más que su propia sabiduría para criarlos”3.
Expresemos nuestro amor
“A ustedes, padres, expresen su amor a sus hijos; oren por ellos a fin de que puedan soportar la maldad del mundo; oren para que crezcan en la fe y el testimonio; oren para que lleven una vida de bondad y de servicio a los demás.
“Hijos, digan a sus padres lo mucho que los aman; exprésenles lo mucho que agradecen todo lo que han hecho y siguen haciendo por ustedes”4.
Lo que es más importante
“…lo que es más importante casi siempre se relaciona con las personas a nuestro alrededor. Con frecuencia suponemos que ellos seguramente saben cuánto los queremos; pero nunca debemos suponer; debemos hacérselo saber. William Shakespeare escribió: ‘Quienes no muestran su amor, no aman’. Nunca nos lamentaremos por las palabras de bondad que digamos ni el afecto que demostremos; más bien, nos lamentaremos si omitimos esas cosas en nuestra interacción con aquellos que son los que más nos importan”5.
Acerquemos el cielo al hogar
“Ruego que nuestra familia y nuestro hogar rebosen de amor: amor mutuo, amor por el Evangelio, amor por el prójimo y amor por el Salvador. Como resultado, el cielo estará un poco más cerca de nosotros.
“Hagamos que nuestro hogar sea un santuario al que deseen regresar los miembros de nuestra familia”6.
Una oración por las familias
“Dada la agresión bajo la que se encuentra la familia en el mundo de hoy y el ridículo al que es objeto mucho de lo que por tanto tiempo se consideró sagrado, Te pedimos, nuestro Padre, que nos pongas a la altura de los desafíos a los que nos enfrentamos a fin de que podamos ser fuertes en defensa de la verdad y la rectitud. Que nuestros hogares sean refugios de paz, de amor y de espiritualidad”7.