2013
¿Podría regalar un Libro de Mormón?
Diciembre de 2013


Jóvenes

¿Podría regalar un Libro de Mormón?

El autor vive en Washington, EE. UU.

En mi primer año de escuela secundaria, el maestro de seminario invitó a la clase a regalar ejemplares del Libro de Mormón a nuestros amigos que no eran miembros de la Iglesia. A pesar de que yo era muy tímido, acepté la invitación.

Me tomó un par de días armarme de valor para hacerlo, pero finalmente, a la hora del almuerzo, le di un Libro a mi amiga Britny y expresé un corto testimonio; ella me dio las gracias por el libro.

Al terminar ese año escolar, Britny se mudó, pero seguimos comunicándonos; me comentaba acerca de la nueva escuela y que casi todos sus amigos eran miembros de la Iglesia, pero nunca me hablaba de nada espiritual.

Eso cambió antes de que me fuera a la misión; recibí un mensaje de Britny en el que decía que tenía buenas noticias para darme: se iba a bautizar y quería agradecerme el que fuera su amigo y que le hubiese dado un buen ejemplo.

Dios tomó a un muchacho tímido de quince años, sin experiencia misional, y lo guió para compartir el Evangelio con alguien que Él sabía que lo aceptaría. Sé que al escuchar al Espíritu todos podemos encontrar personas a nuestro alrededor que están esperando saber acerca del Evangelio restaurado. Sé que si ayudamos a llevar al menos una persona al Señor, “¡cuán grande será [nuestro] gozo con él [o ella] en el reino de [nuestro] Padre!” (D. y C. 18:15).