El convenio de Abraham
Un vistazo a las épocas — Parte 1 de 2
De Abraham hasta Jesucristo
Abraham, el gran patriarca del Antiguo Testamento, está inseparablemente unido a todos aquellos que se unen a La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. El adquirir un conocimiento de la vida de Abraham y del convenio que Dios hizo con él y con su posteridad, le ayudará a ver de manera más cabal su propia vida y los convenios que usted haga con Dios como discípulo de Jesucristo (véase la Guía para el Estudio de las Escrituras, “Abraham, convenio de”, scriptures.lds.org).
Hace aproximadamente cuatro mil años, Jehová, que es el nombre premortal de Jesucristo, le prometió a Abraham que su posteridad sería una bendición para toda la gente y que, debido a ese convenio, ocurrirían cosas grandiosas en los últimos días (véase Abraham 2:9–11). A lo largo de los siglos, Jesucristo reafirmó ese convenio con muchas otras personas. En épocas modernas, renovó el convenio de Abraham con el profeta José Smith (véase D. y C. 124:58; 132:30–31). Al concertar ese convenio restaurado, usted recibe la bendición del Evangelio sempiterno y, tal como a las personas de antaño, se le permite recibir todas las ordenanzas del santo sacerdocio, incluso el matrimonio por la eternidad (véase la Guía para el Estudio de las Escrituras, “Convenio”, scriptures.lds.org). Su bendición patriarcal incluye una declaración inspirada del linaje mediante el cual puede reclamar esas bendiciones al ejercer fe, arrepentirse, recibir las ordenanzas del sacerdocio y perseverar hasta el fin al guardar sus convenios.
A medida que estudie esta gráfica, verá más claramente el lugar que usted ocupa en el plan de felicidad de Dios.
Acontecimiento
Profecía
Dispensaciones
Hemisferio oriental
Hemisferio occidental
Abraham
Hermano de Jared (Jareditas)
Dispensaciones
Hemisferio oriental
Hemisferio occidental
Moisés 1
Hermano de Jared (Jareditas)
Recogimiento
Dispersión
Recogimiento
Recogimiento
Dispersión
Recogimiento
Reino del norte (véase 1 Reyes 12:2–20)
Reino del sur
Reino del norte Dispersión (tribus perdidas de Israel)
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Abraham
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Sara
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Isaac
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Rebeca (esposa de Isaac)
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Esaú
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Judit
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Basemat
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Edomitas
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Jacob
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Lea
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Zilpa
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Bilha
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Raquel
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Rubén
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Simeón
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Leví
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Moisés, Aarón
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Judá
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Rey David
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Isaías**
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Nehemías
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Isacar
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Zabulón
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Gad
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Aser
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Dan
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Neftalí
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José
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Efraín y Manasés
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Lehi (nefitas y lamanitas)
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Benjamín
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Agar
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Ismael
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Ismaelitas
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Ismaelitas
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Algunos pueblos de Arabia
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Cetura
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Madianitas
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Madianitas
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Jetro
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Abraham nació en Ur, en la tierra de los caldeos. Su padre adoraba dioses falsos.
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Abraham fue bautizado; recibió el sacerdocio por medio de Melquisedec.
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Jehová (Jesucristo) se apareció a Abraham, salvándolo de morir como sacrificio a los dioses falsos.
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Jehová mandó a Abraham que saliera de Ur, prometiendo que mediante el ministerio de éste, Su nombre se conocería en la tierra para siempre.
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Abraham, Sara (su esposa), y otros miembros de la familia se establecieron en la tierra de Harán.
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Jehová estableció Su convenio con Abraham; sus descendientes serían una bendición para todas las familias de la tierra.
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Abraham y su familia se establecieron en la tierra de Canaán; Jehová prometió la tierra a sus descendientes si eran rectos; después viajaron a Egipto.
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Por medio del Urim y Tumin, Abraham vio el trono de Dios, el mundo premortal y la creación de la tierra.
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En Egipto, Abraham llegó a ser un gran predicador del Evangelio y prosperó.
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Abraham y su familia regresaron a Canaán. Jehová confirmó Su convenio sempiterno con Abraham.
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Jehová habló con Abraham en una visión, y Abraham expresó su deseo de tener hijos. El Señor reafirmó Su convenio.
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Profecía Algunos de la posteridad de Abraham serían “peregrinos” en Egipto.
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Por mandato de Dios, Sara dio a su sierva, Agar, en matrimonio a Abraham.
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Un ángel de Dios se apareció a Agar; su posteridad también sería grandemente bendecida como descendientes de Abraham. Nació Ismael.
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Jehová se apareció a Abraham, confirmando de nuevo Sus promesas. Abraham circuncidó a todos los varones de su casa como señal del convenio.
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Profecía Sara tendría un hijo llamado Isaac, y en él se establecería el convenio de Abraham.
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Nació Isaac. Jehová le dijo a Abraham que bendeciría tanto a Ismael como a Isaac. (Véase la profecía 16.)
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Profecía Ismael, el hijo de Agar, sería el padre de “una gran nación”. Sus descendientes llegaron a ser 12 naciones o tribus.
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Jehová confirmó Su convenio con Abraham después de que éste estuvo dispuesto a ofrecer a su hijo Isaac como sacrificio.
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Por mandato de Dios, Abraham se casó con Cetura, y sus seis hijos también serían grandemente bendecidos.
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Abraham bendijo y dio regalos a todos sus hijos; después falleció a los ciento setenta y cinco años.
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Jehová se apareció a Isaac, afirmando el convenio de Abraham con él, con su esposa Rebeca y con la posteridad de ellos.
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Jehová se apareció a Jacob, afirmando el convenio de Abraham con él y con su posteridad.
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Por mandato de Dios, Jacob se casa con Lea, luego con Raquel, después con Bilha y luego con Zilpa. Nacieron doce hijos varones y una hija.
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Jehová le mandó a Jacob que regresara a la tierra prometida de Canaán. Se cambia el nombre de Jacob a Israel.
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Jehová se apareció a Jacob (Israel) en Bet-el, renovando el convenio de Abraham.
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Jehová se apareció a Israel y le mandó que llevase a su familia a Egipto.
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Israel bendijo a sus hijos y nietos Efraín y Manasés, y a sus familias; les prometió que Dios les ayudaría a volver algún día a la tierra de Canaán.
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Profecía Como parte de su bendición patriarcal, a José se le prometió que tendría una posteridad fructífera.
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Los descendientes de Israel se multiplicaron en Egipto y se les llegó a conocer como los hijos de Israel (también llamada casa de Israel). (Véase la profecía 12.)
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Profecía Dios levantaría un profeta (Moisés) para liberar a Israel del cautiverio en Egipto.
Traducción de José Smith (TJS), Génesis 50:24, 34–36; 2 Nefi 3:10, 17
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Profecía La familia de Israel sería esparcida, y una “rama” viviría en las Américas.
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Profecía Un “vidente escogido” (José Smith) restauraría el conocimiento del convenio de Dios con Abraham.
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Jehová se apareció a Moisés, quien había recibido el sacerdocio por medio de Jetro. Los hijos de Israel salieron de Egipto. (Véase la profecía 31.)
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En el monte de Sinaí, los hijos de Israel prometieron que cumplirían el convenio de Abraham.
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Debido a que los hijos de Israel quebrantaron su promesa, recibieron una ley menor de mandamientos carnales.
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Jehová se apareció a Josué, renovó Su convenio y mandó que los hijos de Israel entraran en la tierra de Canaán como herencia.
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Después de pasar muchos años en Canaán, los hijos de Israel dejaron de guardar el convenio y fueron perseguidos por sus enemigos.
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Jehová, por medio del profeta Natán, hizo un convenio sempiterno con el rey David y con su posteridad.
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Profecía El pueblo del reino del norte (conocido como Israel) y el del reino del sur (Judá) serían esparcidos entre todas las naciones.
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Profecía El Mesías (Jesucristo) sufriría y expiaría los pecados del mundo.
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Profecía El Señor recobraría el remanente de Su pueblo y levantaría un estandarte a todas las naciones.
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Profecía El Señor consolaría a Su pueblo, redimiría a Jerusalén y manifestaría Su poder a todas las naciones.
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Profecía Durante la gran era milenaria, la tierra sería renovada y se acabarían todas las enfermedades y todo pesar.
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Los asirios esparcieron al pueblo del reino del norte debido a su iniquidad. (Véase la profecía 40.)
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Profecía Algunos judíos (un remanente) serían llevados de nuevo a Jerusalén para servir al Señor.
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Jehová estableció el convenio de Abraham con Lehi y su familia, quienes salieron de Jerusalén y llegaron a ser una nación en las Américas. (Véanse las profecías 29, 32.)
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El pueblo del reino del sur rechazó el convenio de Abraham y fue esparcido por los babilonios. (Véase la profecía 40.)
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Algunos de los hijos de Israel, llamados “judíos”, regresaron a Jerusalén y reconstruyeron el templo. Esdras exhortó a los del pueblo a que guardaran su convenio con Dios. (Véase la profecía 46.)
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Los asmoneos (macabeos) establecieron un estado judío independiente llamado Judea en la tierra de Canaán.