2014
‘Ese vasto imperio’: El crecimiento de la Iglesia en Rusia
Febrero de 2014


Pioneros en todo país

“Ese vasto imperio”

El crecimiento de la Iglesia en Rusia

Los Santos de los Últimos Días rusos han edificado sobre el cimiento de la profecía para establecer la Iglesia en su país.

Los Santos de los Últimos Días de Rusia lograron un importante hito en 2011 cuando se creó la primera estaca de ese país en Moscú. Más de mil miembros de la Iglesia, misioneros y amigos se reunieron llenos de entusiasmo para sostener a sus nuevos líderes y expresar su agradecimiento por el hecho de que la capital de esa nación ocupara su lugar entre las estacas de Sión esparcidas por toda la tierra. La expectativa se acrecentó cuando Yakov Boyko fue llamado y sostenido como presidente de estaca, y Vladimir Astashov y Viktor Kremenchuk como sus consejeros.

Una ola de emoción se dejó sentir entre la congregación cuando se presentó a Vyacheslav Protopopov como patriarca de la estaca, el primer patriarca de origen ruso. Se levantaron las manos en alto cuando se leyó su nombre para el voto de sostenimiento, y algunos casi empezaron a aplaudir de alegría. Por primera vez, líderes del sacerdocio de origen ruso recibían las llaves y la autoridad que los Santos de los Últimos Días de las estacas en otras partes del mundo disfrutan. Comenzó un nuevo capítulo en la historia de la Iglesia en Rusia al encontrarse firmemente en manos rusas el liderazgo de la Iglesia en Moscú.

Profecía

El sendero que condujo a este importante día en la historia de la Iglesia en Rusia se remonta a los primeros días de la Restauración. En 1843, el profeta José Smith llamó al élder Orson Hyde, del Quórum de los Doce Apóstoles, y a George J. Adams a ir en una misión a Rusia “para introducir la plenitud del Evangelio a la gente de ese vasto imperio, [lo cual] está relacionado con algunas de las cosas más importantes en cuanto al adelanto y a la edificación del reino de Dios en los últimos días, que no se pueden explicar por el momento”1. Sin embargo, el martirio del Profeta en 1844 interrumpió los planes para completar la misión, y los planes del Profeta en cuanto al destino del Evangelio en “ese vasto imperio” siguieron sin cumplirse2.

Preparación

No obstante, en los 168 años comprendidos entre ese primer llamamiento misional y la creación de la primera estaca en Rusia, los Santos de los Últimos Días de diferentes orígenes ayudaron a preparar el camino para compartir el Evangelio con la gente de Rusia. En 1895, el misionero sueco August Höglund llegó a San Petersburgo para enseñarle a Johan Lindlöf, quien había escrito a la Misión Escandinava para solicitar misioneros después de oír sobre la Iglesia en Finlandia, su país natal. Dos días después de conocer al élder Höglund y de hablar con él durante toda la noche, Johan y su esposa Alma pidieron ser bautizados. El 11 de junio de 1895, el élder Höglund los acompañó a las orillas del río Neva. Al no poder encontrar un lugar tranquilo y apartado donde efectuar el bautismo, el grupo se arrodilló a orar para pedir la ayuda del Señor. Milagrosamente, los botes y la gente se empezaron a ir de allí. Después del bautismo, la hermana Lindlöf dijo: “¡Me siento tan feliz! ¡Sé que el Señor me ha perdonado!”3. Fue así que Johan y Alma llegaron a ser los primeros conversos que se bautizaron en Rusia.

Varios años más tarde, sintiéndose alentados por la conversión de los Lindlöf y por las reformas sociales que el gobierno ruso tenía planeadas, el élder Francis M. Lyman (1840–1916), del Quórum de los Doce Apóstoles, inició los planes para enviar misioneros al Imperio Ruso. En 1903, mientras prestaba servicio como Presidente de la Misión Europea, el élder Lyman viajó al Imperio Ruso y dedicó el país para la predicación del Evangelio. Ofreció oraciones en San Petersburgo y en Moscú los días 6 y 9 de agosto, respectivamente, pidiéndole al Señor que bendijera a los gobernantes del país y a las muchas personas del Imperio “en cuyas venas corre abundantemente la sangre de Israel”4. Oró también para que “los corazones de las personas sinceras y honradas se volviesen en busca de la verdad, y le suplicó al Señor que enviara siervos llenos de sabiduría y de fe para declarar el Evangelio a los rusos en su propio idioma”5.

El élder Lyman envió al misionero Mikhail Markov a Riga, Latvia —que en aquel entonces era parte del Imperio Ruso— y escribió a las Oficinas Generales de la Iglesia para expresar su esperanza de que pronto se llamara a misioneros para ir a Rusia. Sin embargo, los líderes de la Iglesia en Salt Lake City pensaron que era necesario considerarlo más detenidamente antes de enviar misioneros a Rusia, donde era ilegal predicar cualquier cosa que contradijera la ortodoxia rusa. Poco después, el hermano Markov se fue de Riga por órdenes de las autoridades locales6. Con el tiempo, las tensiones sociales y políticas, agravadas por la tensión de la Primera Guerra Mundial, condujeron a una serie de revoluciones y a una guerra civil que sumió al país en la violencia. La creación de la Unión Soviética y la posterior Guerra Fría hicieron imposible cualquier intento de enviar misioneros a Rusia.

No obstante, incluso durante el período soviético, los Santos de los Últimos Días siguieron adelante con los preparativos para llevar el Evangelio restaurado a Rusia. Uno de ellos era Andre Anastasion, un emigrante de Odessa, Ucrania, que empezó a traducir el Libro de Mormón al ruso después de su bautismo en 1918. Después de visitar Moscú en 1970, Andre escribió: “Dos veces durante la noche me encontré en la Plaza Roja y le imploré al Señor que abriese el camino para que el Evangelio fuese predicado a la gente rusa, a quienes veía transitando por todos lados en masa, vestidos pobremente, sombríos y con la cabeza gacha”7. La primera edición del Libro de Mormón en ruso, basada en gran parte en el trabajo de Andre, se publicó en 1981. Con el tiempo, muchos rusos aceptarían el mensaje del Libro de Mormón, convirtiéndose en pioneros en su propia tierra y dando cumplimiento a las esperanzas y a las oraciones de otras personas en beneficio de ellos.

Pioneros

En 1989, Yuri y Liudmila Terebenin, de San Petersburgo (antes Leningrado) y su hija Anna se encontraban de visita en Budapest, Hungría. Un amigo Santo de los Últimos Días los invitó a la Iglesia, donde sintieron el Espíritu y decidieron reunirse con los misioneros. Con el tiempo se bautizaron. Aunque al principio eran los únicos miembros de la Iglesia en San Petersburgo, los Terebenin no estuvieron solos por mucho tiempo. Los miembros de la Iglesia de Finlandia ya estaban compartiendo el Evangelio con los rusos, entre ellos Anton Skripko, que llegó a ser el primer ruso a quien se bautizó en Rusia.

En ese tiempo, Rusia pasaba por cambios políticos, y los estadounidenses que vivían y trabajaban en Moscú empezaron a hablar del Evangelio a sus amigos y conocidos rusos. Dohn Thornton conoció a Galina Goncharova en 1989, y la religión fue un tema del que ambos empezaron a hablar. Más tarde, el hermano Thornton comentó: “Cuando le di [a Galina] el Libro de Mormón y el folleto de José Smith, ocurrió algo sumamente increíble; fue como si toda la luz que había en la habitación en ese momento se centrara en el libro. Sentimos la presencia del Espíritu y [ella] empezó a llorar”8. Galina le dijo que creía que el libro provenía de Dios; empezó a asistir a la Iglesia y se bautizó en junio de 1990, llegando a ser la primera conversa que se bautizó en Moscú.

A medida que la gente de San Petersburgo, Víborg, Moscú y otras ciudades se unían a la Iglesia, se abrió un nuevo capítulo en la historia de la Iglesia en Rusia. El 26 de abril de 1990, el élder Russell M. Nelson, del Quórum de los Doce, ofreció una oración en San Petersburgo para la rededicación del país, reafirmando la dedicación que el élder Lyman había efectuado casi un siglo antes, y pidiéndole al Señor que extendiera las bendiciones del Evangelio al pueblo.

Asimismo, en la primavera de 1990, Tamara Efimova, de San Petersburgo, llevó a los misioneros a su hogar después de conocerlos en casa de una amiga. El padre de ella, Vyacheslav Efimov, al principio dudaba que esos jóvenes pudiesen enseñarle nada nuevo acerca de Dios. Sin embargo, se sintió impresionado por su mensaje. Él escribió: “Me dio la oportunidad de recibir respuestas a mis preguntas y, sobre todo, entender que Dios ama a cada uno de nosotros, que somos Sus hijos, que nos ha dado un Salvador, Su Hijo Jesucristo, y que cada uno de nosotros resucitará”9. En junio, Vyacheslav, Galina (su esposa) y Tamara se bautizaron. De 1995 a 1998, el hermano Efimov prestó servicio como primer presidente de misión de origen ruso.

Crecimiento

La Iglesia, dirigida por líderes con “sabiduría y fe”, en cumplimiento a las oraciones dedicatorias que el élder Lyman pronunció en 1903, creció en forma constante después de que los misioneros entraron en Rusia a principios de la década de 1990. Los fieles miembros rusos aceptaron la responsabilidad de servir a sus amigos y vecinos. Al establecerse distritos en muchas ciudades, líderes tales como Fidrus Khasbiulin instruyeron, inspiraron y dieron apoyo a los santos. El hermano Khasbiulin, que se unió a la Iglesia en 1994, prestó servicio como primer presidente de rama en Rostov-na-Donu, de 1995 a 1997, cuando fue llamado como presidente del Distrito Rostov, Rusia. En calidad de presidente de distrito, recalcó el fortalecimiento de las familias y mostró un interés especial en prestar servicio a los jóvenes, ayudándolos a prepararse para servir en misiones y, con el tiempo, casarse en el templo10.

Templos

Los Santos de los Últimos Días de Rusia no permitieron que el hecho de no tener un templo en su propio país les impidiera participar de las ordenanzas de la casa del Señor. Por más de quince años, los templos más cercanos eran el de Estocolmo, Suecia, y el de Freiberg, Alemania, aunque los miembros de la parte este de Rusia siguen asistiendo al Templo de Seúl, Corea. Debido a las dificultades para conseguir visados, las grandes distancias y el costo del viaje, no podían asistir al templo con frecuencia.

En diciembre de 1991, la familia de Andrei y Marina Semionov, de Víborg, fue la primera familia rusa que se selló en el templo. El hermano Semionov dijo: “Un gozo muy especial llegó a nuestra vida después de haber sido sellados por la eternidad en el Templo de Estocolmo, Suecia”11. Durante varios años, él acompañó a cada grupo que viajaba de Rusia para asistir al templo en Suecia.

Más tarde, los líderes de la misión empezaron a organizar grupos para realizar el viaje; uno de esos primeros grupos viajó desde Moscú a Estocolmo en septiembre de 1993. Esas visitas al templo llegaron a destacarse como muestras de la devoción de los miembros rusos por todo el país.

La familia Vershinin, de Nizhniy Novgorod, visitó por primera vez el Templo de Estocolmo, Suecia, en el año 2000. Después de viajar a San Petersburgo, Sergey, Vera y su hija Irina se unieron a un grupo de Santos de los Últimos Días de varias ciudades y viajaron en autobús y ferry para llegar al templo. Allí, Irina participó en bautismos por los muertos y fue sellada a sus padres. “En el viaje recibimos testimonios y muchas bendiciones”, recuerda. “Cada persona recibió un pequeño testimonio, pero, en conjunto, éstos nos ayudaron y produjeron crecimiento espiritual adicional”12.

Con el tiempo, hubo un templo más cerca de Rusia cuando el presidente Gordon B. Hinckley (1910–2008) dedicó el Templo de Helsinki, Finlandia, en 2006. Luego, en 2010, los Santos de los Últimos Días de todas partes de Rusia se regocijaron cuando el presidente Thomas S. Monson dedicó el Templo de Kiev, Ucrania, el primero que se construyó en la antigua Unión Soviética, lo que permitió que las bendiciones del templo estuvieran más al alcance de los fieles Santos de los Últimos Días rusos.

Una Iglesia rusa

La dedicación del templo de Ucrania fortaleció la esperanza que los miembros rusos tenían en cuanto al futuro de la Iglesia en su país. Tras la dedicación, Vladimir Kabanovy, de Moscú, dijo que “la Iglesia seguirá creciendo; visualizo estacas de Sión aquí [en Rusia]”13. Menos de un año después, esa visión se volvió realidad cuando el élder Russell M. Nelson, del Quórum de los Doce Apóstoles, organizó la Estaca Moscú, Rusia. Al año siguiente, en septiembre de 2012, el élder Nelson organizó una segunda estaca, en San Petersburgo.

Aunque estos momentos representaron la culminación de veinte años de servicio y progreso pionero por parte de los Santos de los Últimos Días rusos, éste es sólo el comienzo de un nuevo capítulo en la historia de la Iglesia en ese país. En junio de 2012, tras visitar a los santos del Área Europa Este (que abarca Rusia), el élder D. Todd Christofferson, del Quórum de los Doce Apóstoles, dio testimonio de que el Señor está guiando Su obra en ese lugar: “Su Espíritu cubre esta región; veremos cosas que jamás nos habríamos imaginado”14. A medida que los pioneros Santos de los Últimos Días rusos continúen prestando servicio, vivan y abracen el evangelio de Jesucristo, y se centren en el templo, se formarán más estacas y la Iglesia seguirá progresando en su país. Quizás estemos viendo el cumplimiento de lo que el profeta José Smith visualizó para el reino de Dios de los últimos días en este vasto imperio.

Notas

  1. José Smith, en History of the Church, tomo VI, pág. 41. No está claro a qué “cosas más importantes” se refería el Profeta, “que no se pueden explicar por el momento”; se podría haber referido a Rusia misma, a la misión, o al mensaje de los misioneros.

  2. George J. Adams eligió no aceptar el liderazgo de Brigham Young como Presidente del Quórum de los Doce Apóstoles tras la muerte de José Smith, y dejó la Iglesia.

  3. August Höglund al presidente de la Misión Escandinava, 9 de julio de 1895, manuscrito de la historia de la Misión Escandinava, Biblioteca de Historia de la Iglesia, Salt Lake City, citado de Kahlile Mehr, “Johan and Alma Lindlöf: Early Saints in Russia”, Ensign, julio de 1981, pág. 23.

  4. Joseph J. Cannon, “President Lyman’s Travels and Ministry: Praying in St. Petersburg for the Land of Russia”, Millennial Star, 20 de agosto de 1903, pág. 532.

  5. Joseph J. Cannon, “President Lyman’s Travels and Ministry: The Visit to Moscow, the City of Churches”, Millennial Star, 27 de agosto de 1903, pág. 548.

  6. Véase de William Hale Kehr, “Mischa Markow: Missionary to the Balkans”, Ensign, junio de 1980, pág. 29.

  7. Carta de Andre Anastasion al Consejo de los Doce Apóstoles, 8 de noviembre de 1970, Biblioteca de Historia de la Iglesia, Salt Lake City.

  8. Dohn Thornton, “The Beginnings of the Moscow Branch”, en Papers and Photographs Relating to the Beginning of the Church in Moscow, Russia, 1990–1992, Biblioteca de Historia de la Iglesia, Salt Lake City.

  9. Vyacheslav Efimov, en Gary L. Browning, Russia and the Restored Gospel, 1997, pág. 73.

  10. Véase de Allison Thorpe Pond, historia oral de Fidrus Khabrakhmanovich Khasbiulin, 18 de agosto de 2010, Biblioteca de Historia de la Iglesia, Salt Lake City.

  11. Andrei Semionov, en Gary Browning, “Un legado de fe en Rusia”, Liahona, abril de 1998, pág. 36.

  12. De una entrevista con Irina Borodina, 6 de marzo de 2013.

  13. Vladimir Kabanovy, en Jason Swenson, “Russia’s first stake a powerful symbol of country’s growth”, Church News, 9 de julio de 2011, ldschurchnews.com.

  14. D. Todd Christofferson, en el video “Spirit Attentive to Eastern European Pioneers”, Prophets and Apostles Speak Today, lds.org/prophets-and-apostles/unto-all-the-world/spirit-attentive-to-eastern-europe-pioneers.

  15. Melvin J. Ballard, en Conference Report, abril de 1930, pág. 157.

  16. Boyd K. Packer, según lo registró Dennis B. Neuenschwander en una reunión de la Iglesia en San Petersburgo, 18 de noviembre de 1995.