“Alma 34:1–17: La expiación infinita y eterna de Jesucristo”, El Libro de Mormón, Manual del alumno, 2024
“Alma 34:1–17”, El Libro de Mormón, Manual del alumno
Alma 34:1–17
La expiación infinita y eterna de Jesucristo
¿Alguna vez has pensado en cómo sería tu vida sin Jesucristo y Su expiación? Amulek enseñó a los zoramitas que todas las personas se han endurecido, han caído y están perdidas sin el sacrificio infinito y eterno del Hijo de Dios. El objetivo de esta lección es ayudarte a comprender la forma en que Jesucristo puede bendecirte por medio de Su sacrificio expiatorio infinito y eterno.
¿En qué aspectos sería distinta la vida?
¿En qué aspectos sería distinta la vida sin…?
Piensa en algunas maneras en las que podrías responder esta pregunta mencionando a personas o cosas de las que dependes. Por ejemplo, podrías pensar en qué aspectos sería distinta tu vida sin una persona en particular, algunas de las tecnologías o herramientas que utilizas con frecuencia, o una actividad que disfrutas.
Dedica un momento a elaborar una lista en tu diario de estudio sobre algunas de las maneras en que tu vida cambiaría sin Jesucristo y Su expiación. A medida que estudies hoy, aprenderás verdades que pueden ayudarte a comprender mejor tu necesidad de Jesucristo.
Amulek testifica a los zoramitas acerca de Jesucristo
Tal vez recuerdes que Alma y Amulek predicaron entre los zoramitas, quienes creían que “no habr[ía] Cristo” (Alma 31:16). Después de que Alma terminó sus mensajes registrados en Alma 32–33, Amulek compartió su testimonio personal del Salvador.
Lee Alma 34:1–10 para saber lo que compartió Amulek acerca de Jesucristo y Su expiación.
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¿Qué palabras o frases acerca de Jesucristo y Su expiación te parecieron especialmente significativas? ¿Por qué?
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¿Qué aprendiste de estos versículos acerca del motivo por el cual necesitamos que Jesucristo expíe por nosotros?
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¿Cómo resumirías las enseñanzas de Amulek que se encuentran en Alma 34:8–10 en forma de declaración de verdad?
Tal vez hayas encontrado una verdad similar a la siguiente: Sin la expiación infinita y eterna de Jesucristo, todo el género humano se perdería para siempre.
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¿Por qué todas las personas “inevitablemente […] perecer[ían]” o se perderían para siempre sin Jesucristo y Su expiación?
Infinito y eterno
Podrías marcar las palabras “infinito y eterno” que se encuentran al final del versículo 10 y copiar el diagrama siguiente en tu diario de estudio:
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¿Qué crees que significa que la expiación de Jesucristo es infinita y eterna?
El presidente Russell M. Nelson compartió las reflexiones siguientes:
Su expiación es infinita: no tiene fin. También es infinita en el sentido de que todo el género humano se salvará de la muerte sin fin y es infinita en el sentido del intenso sufrimiento del Salvador […]. Es infinita en lo que abarca, porque se hizo una sola vez por todos. Y la misericordia de la Expiación se extiende no solo a un número infinito de personas, sino también a un número infinito de mundos creados por Él. Es infinita más allá de cualquier escala de dimensión humana o de comprensión mortal (véase Russell M. Nelson, “La Expiación”, Liahona, enero de 1997, págs. 38–39).
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¿Qué te ayudó a aprender o sentir esta declaración acerca de Jesucristo y Su sacrificio expiatorio?
¿Cómo se relaciona esto contigo?
Si bien el Salvador puede bendecir a un número infinito de personas por medio de Su expiación, también puede bendecirte a ti personalmente. Podrías actualizar el diagrama de tu diario de estudio para se vea de la manera siguiente:
Estudia los recursos siguientes y busca algunas de las maneras en que el Salvador puede bendecirte personalmente gracias a Su expiación infinita y eterna.
El presidente Tad R. Callister, quien prestó servicio como Presidente General de la Escuela Dominical, enseñó lo siguiente:
He conocido a buenos miembros de la Iglesia que han tenido dificultad para perdonarse a sí mismos y, en forma inocente, pero incorrecta, ponen límites a los poderes redentores del Salvador. Sin querer, convierten una Expiación infinita en una limitada, que no alcanza a cubrir los pecados o debilidades particulares de ellos. Pero se trata de una Expiación infinita, porque abarca y engloba todo pecado y toda debilidad, así como todo tipo de abuso o dolor infligido por otras personas (Tad R. Callister, “La expiación de Jesucristo”, Liahona, mayo de 2019, pág. 86).