Después de que su padre lo invitó a arrepentirse, Coriantón tuvo varias preguntas sobre el plan de Dios, entre ellas, qué nos sucede después de morir. Su padre, Alma, contestó sus preguntas y testificó de la función central de Jesucristo en el plan del Padre Celestial. Esta lección puede ayudarte a profundizar tu aprecio por lo que el Salvador ha hecho por ti y te dará la oportunidad de explicar lo que sucede después de morir.
Preguntas
La hermana Reyna I. Aburto, quien fue consejera de la Presidencia General de la Sociedad de Socorro, relató una experiencia personal que ilustra las preguntas que quizás tengamos sobre lo que sucede después de morir. Mira el video “No hay victoria para el sepulcro”, disponible en LaIglesiadeJesucristo.org, desde 4:21 hasta 5:13, o lee la declaración siguiente:
9:18
Cuando tenía nueve años, perdí a mi hermano en un devastador terremoto. Debido a que pasó de manera inesperada, me tomó tiempo asimilar la realidad de lo que había ocurrido. Tenía el corazón quebrantado por el pesar, y me preguntaba: “¿Qué sucedió con mi hermano? ¿Dónde está? ¿Adónde fue? ¿Volveré a verlo?”.
En ese entonces, aún no sabía del plan de salvación de Dios y tenía el deseo de saber de dónde venimos, cuál es la finalidad de la vida y qué sucede con nosotros después de que morimos. ¿Acaso no todos sentimos ese anhelo cuando perdemos a un ser querido o atravesamos por dificultades? (Reyna I. Aburto, “No hay victoria para el sepulcro”, Liahona, mayo de 2021, pág. 86).
Coriantón, el hijo de Alma, también tenía inquietudes en cuanto a la vida después de la muerte.
Lee Alma 40:1 para saber lo que preocupaba a Coriantón.
¿Por qué crees que le preocupaba esto?
Recuerda que Coriantón había quebrantado los mandamientos de Dios, incluida la ley de castidad. Debido a sus decisiones, tal vez le preocupara su condición después de esta vida. Para tratar las preocupaciones de Coriantón y ayudarlo a arrepentirse, Alma le enseñó doctrina. La respuesta de Alma a las preocupaciones de Coriantón también puede ayudar a alguien que tenga preguntas como las que se hizo la hermana Aburto.
Más adelante, los misioneros enseñaron a la hermana Aburto y la ayudaron a encontrar respuestas a sus preguntas. Imagínate que eres uno de esos misioneros y que te estás preparando para enseñarle. Utiliza los recursos siguientes para preparar una breve explicación que ayude a responder las preguntas de la hermana Aburto.