Muchas personas en el mundo desean sentir gozo y amor, pero no saben dónde hallarlos. Por medio de su visión del árbol de la vida, Lehi aprendió acerca del camino que debemos recorrer y cómo permanecer en él para disfrutar de las bendiciones del amor de Dios. Esta lección puede ayudarte a seguir la palabra de Dios para que te guíe hacia Sus mayores bendiciones.
Algunas posibles actividades de aprendizaje
La visión de Lehi
Observa esta pintura de la visión de Lehi durante un momento. En ella se incluye el árbol, que representa el amor de Dios, y su fruto, que simboliza las bendiciones que se ofrecen por medio de la expiación de Jesucristo (véase David A. Bednar, “El sueño de Lehi: Asidos constantemente a la barra”, Liahona, octubre de 2011, págs. 32–37). También se incluyen varios elementos adicionales.
¿Qué te llama la atención de esta pintura?
¿Qué puedes aprender de lo que observas?
El presidente Boyd K. Packer (1924–2015), del Cuórum de los Doce Apóstoles, explicó:
Tal vez piensen que el sueño o la visión de Lehi no tiene ningún significado para ustedes, pero sí lo tiene, porque ustedes están en él; todos estamos en él (Boyd K. Packer, “El sueño de Lehi nos incluye a nosotros”, Liahona, agosto de 2010, pág. 28).
Al estudiar esta lección, procura la guía del Padre Celestial para comprender la relación que la visión de Lehi podría tener con tu vida. Busca verdades que puedan ayudarte a recibir el gozo prometido por medio del Salvador, así como obstáculos que debas superar o evitar.
Muchas personas avanzando
En su sueño, Lehi vio “innumerables concursos de gentes” (1 Nefi 8:21) que trataban de llegar al árbol de la vida. Esas personas se encontraron con varios elementos que influían en su capacidad de llegar al árbol: el vapor de tinieblas, la barra de hierro y las personas que se encontraban en un edificio grande y espacioso. Puedes ver estos tres elementos en la pintura de más arriba.
Al leer 1 Nefi 8:22–34, busca estos elementos y lo que crees que podrían simbolizar. También podrías ver “Lehi ve una barra de hierro y aquellos que se pierden” (3:30), que se encuentra disponible en LaIglesiadeJesucristo.org.
3:30
¿Qué crees que podrían representar estos elementos de la visión de Lehi?
Más adelante, Nefi vio en una visión lo que su padre había visto y explicó estos símbolos. Lee 1 Nefi 12:17–18 para ver lo que enseñó Nefi. Anota lo que aprendiste.
¿Qué aspecto tienen el edificio grande y espacioso y el vapor de tinieblas en nuestros días?
¿De qué manera estos obstáculos hacen que las personas se extravíen en la actualidad?
¿Qué aprendiste que es importante comprender en cuanto a tu trayecto por la vida?
Piensa en las tentaciones que enfrentas y en el efecto que el orgullo podría tener en ti. Medita sobre la forma en que estas cosas podrían distraerte u obstaculizar tu capacidad de acercarte a Cristo y sentir el amor de Dios.
La ayuda que nos ofrece Dios
En la visión de Lehi, Dios también había preparado formas de ayudar a Sus hijos a llegar al árbol. Había “un sendero estrecho y angosto” (1 Nefi 8:20) que conducía al árbol y Él proporcionó una “barra de hierro” a lo largo del camino, la cual guiaba a las personas (1 Nefi 8:19, 24, 30).
¿Por qué crees que podría ser significativo que la barra esté hecha de hierro?
Lee 1 Nefi 15:23–25 para descubrir lo que enseñó Nefi acerca del significado de la barra y sus promesas al respecto.
¿Qué te llamó la atención de estos versículos?
Una verdad que podemos aprender es la siguiente: Si escuchamos la palabra del Señor y nos aferramos a ella, las tentaciones del adversario no nos vencerán.
¿Cómo pueden las palabras del Señor que se encuentran en las Escrituras y las que han pronunciado Sus profetas proporcionarnos seguridad y fortaleza durante los momentos de tentación?
¿Cuáles son algunos ejemplos de las formas en que la palabra de Dios puede conducirnos a recibir las bendiciones y el gozo que ofrece el Salvador por medio de Su expiación?
¿Qué te enseña esta verdad acerca del Señor?
Para finalizar esta lección, piensa en qué lugar de esa visión te encuentras. ¿Cómo te has acercado al Salvador y cómo continúas esforzándote por venir a Él? ¿Qué distracciones y tentaciones enfrentas? ¿Cómo te está ayudando el Señor por medio de Su palabra?
Considera evaluar tu meta de estudio de las Escrituras y la forma en que te está ayudando, así como cualquier mejora o cambio que te gustaría hacer. Si no tienes una meta de estudio, podrías dedicar unos momentos a fijar una.