“Dominio de la doctrina: 2 Nefi 32:3 — ‘Deleitaos en las palabras de Cristo; porque he aquí, las palabras de Cristo os dirán todas las cosas que debéis hacer’”, El Libro de Mormón: Manual del maestro, 2024
“Dominio de la doctrina: 2 Nefi 32:3”, El Libro de Mormón: Manual del maestro
Dominio de la doctrina: 2 Nefi 32:3
“Deleitaos en las palabras de Cristo; porque he aquí, las palabras de Cristo os dirán todas las cosas que debéis hacer”
En una lección anterior, “2 Nefi 32:1–7”, aprendiste la importancia de deleitarse en las palabras de Cristo. Esta lección puede ayudarte a memorizar la referencia y la frase clave de 2 Nefi 32:3, a explicar la doctrina y a poner en práctica los principios concernientes a adquirir conocimiento espiritual en situaciones de la vida real.
Algunas posibles actividades de aprendizaje
Explicar y memorizar
Imagina que te han pedido que compartas un breve pensamiento espiritual en Seminario sobre la importancia de estudiar las Escrituras. Lee 2 Nefi 32:3 y recuerda el principio siguiente: Si nos deleitamos en las palabras de Jesucristo, ellas nos dirán todas las cosas que debemos hacer.
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¿Cómo podrías utilizar lo que aprendiste en la lección anterior y con tu experiencia personal para explicar lo que significa “deleita[rse] en las palabras de Cristo”? (2 Nefi 32:3).
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¿Qué diferencia podría suponer en la vida de los jóvenes el deleitarse en las palabras de Cristo?
A fin de ayudarte a memorizar y poner en práctica este pasaje de las Escrituras, dibuja en una hoja de papel unos cubiertos y un plato preparados para la comida. Puede ser similar a la imagen que se encuentra a continuación. También podrías dibujar alimentos o un ejemplar de las Escrituras en el plato. En algún lugar de la hoja, escribe la frase “2 Nefi 32:3: Deleitaos en las palabras de Cristo; porque he aquí, las palabras de Cristo os dirán todas las cosas que debéis hacer”. Lee esta frase varias veces hasta que la hayas memorizado. Podrías colocar tu dibujo en algún lugar de tu casa o colgarlo en el frigorífico, en un lugar donde puedas repasarlo cada vez que comas.
Aplicación práctica
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¿Cómo le explicarías brevemente el principio que seleccionaste a alguien que podría no estar familiarizado con él?
Imagina que después de una lección de Seminario sobre la importancia del estudio diario de las Escrituras, tu amigo te dice: “Sé que estudiar las Escrituras es bueno, pero con todas las cosas que están pasando en mi vida en este momento, simplemente no tengo tiempo, y en particular no todos los días”.
Analizar los conceptos y las preguntas con una perspectiva eterna
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¿Qué querrías que tu amigo supiera acerca de Jesucristo o del Plan de Salvación que pueda ayudarlo a desear esforzarse por deleitarse en Sus palabras todos los días?
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El deleitarnos con frecuencia en las palabras de Cristo, ¿cómo podría influir en nosotros a lo largo del tiempo, incluso por la eternidad?
Procurar una mayor comprensión mediante las fuentes divinamente señaladas
Imagina que luego de analizar con una perspectiva eterna, tu amigo te dice: “Gracias, eso me ayuda un poco, pero sigo creyendo que me costará encontrar tiempo todos los días para estudiar las Escrituras”.
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¿Cómo crees que 2 Nefi 32:3 podría ayudar a tu amigo?
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¿Qué pasajes de las Escrituras o declaraciones de los profetas podrían ayudar a tu amigo?
Algunos ejemplos podrían incluir Doctrina y Convenios 26:1, así como la siguiente declaración del élder Richard G. Scott (1928–2015), del Cuórum de los Doce Apóstoles:
No cedas ante la mentira de Satanás de que no tienes tiempo de estudiar las Escrituras. Elige un momento para estudiarlas. Deleitarse en la palabra de Dios cada día es más importante que dormir, que los estudios, el trabajo, la televisión, los videojuegos y las redes sociales. Quizás tengas que reordenar reorganize tus prioridades con el fin de tener tiempo para estudiar la palabra de Dios. Si es así, ¡hazlo! (véase Richard G. Scott, “Haz del ejercicio de tu fe tu mayor prioridad”, Liahona, noviembre de 2014, pág. 93).
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¿Cómo podrían ayudar estas enseñanzas?
Actuar con fe
Imagina que tu amigo reacciona bien a lo que has compartido con él, pero sabes que eso no resolverá realmente su problema hasta que actúe con fe, confiando en el Señor.
Dedica tiempo a reflexionar sobre experiencias personales que hayas tenido con las palabras de Cristo y sobre lo que sabes acerca del Salvador que puedan motivar a tu amigo a deleitarse en Sus palabras a diario.
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¿Qué experiencias o testimonio podrías compartir que puedan ayudar a tu amigo a actuar con fe?
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¿Qué has aprendido que consideres que puede ayudarte a mejorar tu estudio personal de las Escrituras?