Daughter, Arise [Hija, levántate], por Simon Dewey

12 de marzo

¿Cómo puede el Salvador ayudarme a vencer mis temores?

Mateo 9–10; Marcos 5; Lucas 9

Deliberar en consejo

Dirigido por un miembro de la presidencia de clase o de cuórum; 10–20 minutos aproximadamente

Al principio de la reunión, repitan juntos el Lema de las Mujeres Jóvenes o el Lema de los cuórums del Sacerdocio Aarónico. Después, dirijan un análisis sobre la obra de salvación y exaltación utilizando una o más de las preguntas que figuran a continuación o sus propias preguntas (véase Manual General, 10.2, 11.2). Planifiquen maneras de actuar de conformidad con lo que hayan analizado.

• Vivir el Evangelio. ¿De qué manera hemos visto la mano del Señor en nuestra vida?

• Cuidar de los necesitados. ¿Cómo podemos apoyarnos unos a otros en lo que estamos afrontando?

• Invitar a todos a recibir el Evangelio. ¿Cómo podemos utilizar mejor la tecnología como herramienta para compartir el Evangelio?

• Unir a las familias por la eternidad. ¿Qué estamos haciendo para ayudar a nuestra familia a venir a Cristo?

Según sea apropiado, hagan lo siguiente al terminar la lección:

• Testificar de los principios que se enseñaron.

• Recordar a los miembros de la clase o del cuórum en cuanto a los planes y las invitaciones que se hicieron durante la reunión.

Enseñar la doctrina

Dirigido por un líder adulto o un joven; 25–35 minutos aproximadamente

Prepárate espiritualmente

El capítulo 5 del libro de Marcos registra que tres personas se acercaron a Jesús, y todas ellas tenían razones para temer. Un hombre con un “espíritu inmundo” afrontaba una vida de aislamiento, “dando voces en los montes y en los sepulcros, e hiriéndose con piedras” (Marcos 5:2, 5). Jairo, el principal de una sinagoga, temía perder a su hija, que estaba “al borde de la muerte” (Marcos 5:23). Y una mujer que padecía de “flujo de sangre desde hacía doce años” no fue sanada después de gastar “todo lo que tenía” en “muchos médicos” (Marcos 5:25–26). Cada persona a la que enseñas es única y afronta sus propios temores, pero así como el Salvador puede echar fuera espíritus inmundos, levantar a los muertos y sanar una terrible enfermedad, Él puede ayudarnos cuando sentimos temor. El consejo que le dio a Jairo tiene un gran poder en nuestra vida hoy en día: “… No temas, cree solamente” (Marcos 5:36).

A fin de prepararte para enseñar, considera estudiar el mensaje del élder Ronald A. Rasband titulado “No os turbéis” (Liahona, noviembre de 2018, págs. 18–21) y el mensaje de la hermana Lisa L. Harkness titulado “¡Calla, enmudece!” (Liahona, noviembre de 2020, págs. 80–82).

Aprender juntos

Podrías invitar a un miembro de la clase o del cuórum a resumir el relato de Marcos 5 en el que Jesús invita a Jairo a “no tem[er]” (véanse los versículos 22–24, 35–43), o podrían repasar el relato en grupo. Podrías hacer lo mismo con los otros relatos de este capítulo: el hombre con el espíritu inmundo y la mujer con la enfermedad de la sangre. ¿En qué se parecen esas situaciones de temor a las que podríamos afrontar en nuestra vida? ¿Qué aprendemos de esos relatos sobre el Salvador y sobre cómo buscar Su ayuda? Las siguientes actividades pueden ayudar a los jóvenes a aumentar su fe en Jesucristo y a aprender a seguir Su consejo: “… No temas, cree solamente” (Marcos 5:36).

• Las invitaciones del Señor a no temer, que se repiten a lo largo de las Escrituras, bendecirán a los jóvenes cuando sientan temor. Invítalos a leer los pasajes de las Escrituras que se encuentran en “Recursos de apoyo” y a hacer un póster que puedan poner a la vista en casa —o un póster digital que puedan compartir en línea—, basándose en los pasajes de las Escrituras que lean. A medida que compartan los unos con los otros lo que hayan creado, invítalos a compartir también lo que hayan aprendido que pueda ayudarlos cuando sientan temor. ¿En qué ocasiones nos ha ayudado el Salvador durante un momento de temor?

• Podrías mostrar una imagen del Salvador calmando la tormenta, tal como la que se encuentra en la versión digital del mensaje de la hermana Lisa L. Harkness titulado “¡Calla, enmudece!” (véase también Libro de obras de arte del Evangelio, 2009, nro. 40). Luego, tú o alguien a quien asignes podría relatar la historia de cuando el Salvador calmó la tormenta que se encuentra en Marcos 4:35–41 o en el mensaje de la hermana Harkness. ¿En qué forma somos a veces como los que estaban en la barca? ¿Qué aprendemos en esa historia sobre la forma en que el Salvador nos puede ayudar cuando sentimos temor? Invita a los jóvenes a repasar el mensaje de la hermana Harkness y a buscar frases u oraciones que los ayuden a tener más fe en Jesucristo. Tal vez podrían anotarlas en la pizarra. ¿De qué manera nuestra fe en el Salvador puede ayudarnos cuando no es Su voluntad calmar las tormentas de nuestra vida?

• Varios himnos alaban al Salvador por el consuelo y la fortaleza que nos da en momentos de dificultad e incertidumbre, tales como “Señor, te necesito” o “Acompáñame” (Himnos, nros. 49, 99). Tal vez podrían cantar o leer juntos algunos de ellos en busca de cómo puede ayudarnos el Salvador.

• El temor y la ansiedad son normales cuando afrontamos los desafíos de la vida. Para algunos, esos sentimientos pueden ser incapacitantes. Tu clase o cuórum se podría beneficiar de un análisis sobre la forma en que el Salvador puede ayudar a quienes tienen dificultades con diversos niveles de ansiedad. Los miembros de la clase o del cuórum podrían repasar juntos el mensaje del élder Ronald A. Rasband titulado “No os turbéis”, o el mensaje del élder Erich W. Kopischke titulado “Tratar sobre la salud mental” (Liahona, noviembre de 2021, págs. 36–38), a fin de buscar verdades que sean significativas para ellos y compartirlas. Alienta a los jóvenes a hablar con su padre o su madre o con un líder en quien confíen, o a visitar MentalHealth.ChurchofJesusChrist.org si necesitan ayuda.

El Salvador ha prometido ayudarnos cuando acudamos a Él en momentos de temor e incertidumbre.

Actuar con fe

Insta a los miembros de la clase o del cuórum a que mediten y anoten lo que harán para actuar de conformidad con las impresiones que hayan recibido el día de hoy. Si lo desean, podrían compartir sus ideas. Invítalos a pensar sobre la forma en que actuar de acuerdo con sus impresiones fortalecerá su relación con el Padre Celestial y con Jesucristo.

Recursos de apoyo

• Josué 1:9; Salmo 56:3–4; Isaías 41:10; Juan 14:27; 2 Timoteo 1:7; Doctrina y Convenios 50:41–44; 68:6.

Enseñar a la manera del Salvador

Al enseñar, en lugar de limitarte a darles información, ayuda a los jóvenes a descubrir las verdades del Evangelio por ellos mismos en las Escrituras y en las palabras de los profetas.