Una joven orando

11 de junio

¿Cómo puedo acercarme más al Padre Celestial y a Jesucristo?

Juan 14–17

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Deliberar en consejo

Dirigido por un miembro de la presidencia de clase o de cuórum; 10–20 minutos aproximadamente

Al principio de la reunión, repitan juntos el Lema de las Mujeres Jóvenes o el Lema de los cuórums del Sacerdocio Aarónico. Después, dirijan un análisis sobre la obra de salvación y exaltación utilizando una o más de las preguntas que figuran a continuación o sus propias preguntas (véase Manual General, 10.2, 11.2). Planifiquen maneras de actuar de conformidad con lo que hayan analizado.

• Vivir el Evangelio. ¿Qué experiencias recientes han fortalecido nuestro testimonio?

• Cuidar de los necesitados. ¿Quién necesita nuestra ayuda y nuestras oraciones? ¿Qué nos sentimos inspirados a hacer para ayudarlos?

• Invitar a todos a recibir el Evangelio. ¿De qué manera podemos ser una luz para los miembros de nuestra familia o a amigos que no crean lo mismo que nosotros?

• Unir a las familias por la eternidad. ¿De qué manera podemos demostrar mayor amor y apoyo a nuestra familia y marcar una diferencia positiva en nuestro hogar?

Según sea apropiado, hagan lo siguiente al terminar la lección:

• Testificar de los principios que se enseñaron.

• Recordar a los miembros de la clase o del cuórum en cuanto a los planes y las invitaciones que se hicieron durante la reunión.

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Enseñar la doctrina

Dirigido por un líder adulto o un joven; 25–35 minutos aproximadamente

Prepárate espiritualmente

No pueden crecer frutos en una rama que esté separada de su árbol. Del mismo modo, no podemos crecer espiritualmente si estamos separados de Dios (véase Juan 15:4–6). Sin embargo, hay muchas fuerzas que procuran separarnos de Él: a veces nuestro propio orgullo o las malas decisiones, pero a menudo son simplemente las condiciones de la vida terrenal. Cuando Jesús se reunió con Sus discípulos por última vez en la vida terrenal, sabía que pronto se separaría de ellos, de modo que les enseñó acerca de la importancia de mantener una estrecha conexión con Él y con Su Padre, de estar tan unidos a Ellos como una rama lo está a un árbol. Él lo llamó “permanecer” en Él enseñó a Sus discípulos cómo hacerlo. Y lo más importante de todo es que Él hizo posible esa conexión mediante Su sacrificio expiatorio.

Medita acerca de tu conexión con el Padre Celestial y con Jesucristo al estudiar Juan 14–17. Piensa también en los jóvenes a los que enseñas y en sus deseos de estar más cerca de Dios. ¿Qué harás para ayudarlos? Podrías meditar en Doctrina y Convenios 88:62–68 mientras te preparas para enseñar.

Aprender juntos

Considera cómo podrías inspirar a los jóvenes a analizar las enseñanzas del Salvador acerca de las vides y las ramas en Juan 15:1–12. Tal vez podrías utilizar un dibujo, una imagen o una rama real para ayudarlos a visualizar lo que Jesús enseñó. Podrías pedirles que hablen de ocasiones en las que se hayan sentido cerca del Padre Celestial y de Jesucristo, o de ocasiones en las que se hayan sentido distantes de Ellos. ¿Qué enseñan estos versículos acerca de cómo podemos permanecer cerca de Ellos? Actividades como las siguientes pueden ayudar a fomentar esta conversación.

• Podría valer la pena dedicar un tiempo a explorar esta pregunta: “¿Qué nos separa del Padre Celestial y de Jesucristo?”. Podrías escribir la pregunta en la pizarra y pedir respuestas. Tal vez podrían hablar de lo que hacen para establecer una relación con un amigo o un familiar. ¿En qué se parece esto a la forma en que edificamos una relación con el Padre Celestial y Jesucristo, y en qué es diferente? ¿Cómo nos ayuda Jesucristo a acercarnos a Él y a Su Padre? Insta a los miembros de la clase o del cuórum a leer los pasajes de las Escrituras que se encuentran en “Recursos de apoyo” para ayudarlos a responder esta pregunta. Los jóvenes podrían beneficiarse al estudiar esos versículos en grupos de dos y compartir lo que aprendan.

• Nadie está más cerca de Dios el Padre que Su Hijo Amado, Jesucristo. ¿Qué aprendemos del Salvador sobre cómo acercarnos más a Dios? Los miembros de la clase y del cuórum podrían meditar en esta pregunta mientras leen Lucas 22:41–43; Juan 6:38; 17:3, 20–23; 3 Nefi 11:11; Doctrina y Convenios 50:43. ¿Cómo podemos llegar a ser uno con nuestro Padre Celestial y con Jesucristo?

• En su mensaje titulado “Nuestro Salvador personal”, el élder Michael John U. Teh recordó una ocasión en la que se dio cuenta de que “lo que sabía en cuanto al Salvador sobrepasaba en gran medida a cuánto lo conocía en realidad” (Liahona, mayo de 2021, pág. 99). Podrías pedir a tu clase o cuórum que analicen las diferencias entre saber acerca de Jesucristo y realmente conocerlo a Él. Podrían hablar sobre lo que están haciendo para saber acerca de Él y lo que están haciendo para conocerlo verdaderamente. Luego podrían escudriñar partes del mensaje del élder Teh para encontrar el consejo que dio en cuanto a cómo llegar a conocer verdaderamente al Salvador. ¿Cómo ha sido bendecida nuestra vida al procurar conocerlo a Él?

• En el video “La Trinidad – Él me conoce”, dos jóvenes de Ghana describen sus esfuerzos por acercarse más a Dios. Tal vez los miembros de la clase o del cuórum podrían ver el video y, mientras lo hacen, hacer una lista de ideas que el video les dé sobre cómo mejorar su relación con su Padre Celestial. Invítalos a compartir algo de sus listas. De ser posible, podrían disfrutar haciendo sus propios videos cortos en los que describan cómo se acercan más a Dios.

Una joven leyendo las Escrituras

A medida que lleguemos a conocer al Salvador y guardemos Sus mandamientos, permaneceremos en Su amor (véase Juan 15:10).

Actuar con fe

Insta a los miembros de la clase o del cuórum a que mediten y anoten lo que harán para actuar de conformidad con las impresiones que hayan recibido el día de hoy. Si lo desean, podrían compartir sus ideas. Invítalos a pensar sobre la forma en que actuar de acuerdo con sus impresiones fortalecerá su relación con el Padre Celestial y con Jesucristo.

Recursos de apoyo

• Juan 14:6; 1 Timoteo 2:5–6; Jacob 4:11; Mosíah 3:19; Doctrina y Convenios 88:63; Moisés 6:52.

Enseñar a la manera del Salvador

El Salvador se preparó para Su ministerio terrenal al orar y ayunar para estar cerca de Su Padre (véanse Mateo 4:1–2; Lucas 4:1–2). Al prepararte para enseñar, dedica tiempo a buscar la guía del Padre Celestial, ¡porque estás enseñando a Sus hijos!