Nuevo Testamento 2023
13 de agosto. ¿Cómo puede ayudarme Jesucristo a cambiar? Romanos 1–6


“13 de agosto. ¿Cómo puede ayudarme Jesucristo a cambiar? Romanos 1–6”, Ven, sígueme — Para cuórums del Sacerdocio Aarónico y clases de las Mujeres Jóvenes: Temas doctrinales 2023, 2022

“13 de agosto. ¿Cómo puede ayudarme Jesucristo a cambiar?”, Ven, sígueme — Para cuórums del Sacerdocio Aarónico y clases de las Mujeres Jóvenes: Temas doctrinales 2023

bautismo

13 de agosto

¿Cómo puede ayudarme Jesucristo a cambiar?

Romanos 1–6

ícono de deliberar en consejo

Deliberar en consejo

Dirigido por un miembro de la presidencia de clase o de cuórum; 10–20 minutos aproximadamente

Al principio de la reunión, repitan juntos el Lema de las Mujeres Jóvenes o el Lema de los cuórums del Sacerdocio Aarónico. Después, dirijan un análisis sobre la obra de salvación y exaltación utilizando una o más de las preguntas que figuran a continuación o sus propias preguntas (véase Manual General, 10.2, 11.2). Planifiquen maneras de actuar de conformidad con lo que hayan analizado.

  • Vivir el Evangelio. ¿De qué manera estamos hallando gozo al seguir a Jesucristo?

  • Cuidar de los necesitados. ¿Qué personas de nuestro barrio o comunidad necesitan nuestra ayuda? ¿Cómo podemos ayudar a esas personas?

  • Invitar a todos a recibir el Evangelio. ¿Cómo podemos ayudarnos mutuamente a prepararnos para el servicio misional?

  • Unir a las familias por la eternidad. ¿Cómo podemos contribuir a los esfuerzos de nuestro barrio por llevar a cabo la obra del templo y de historia familiar?

Según sea apropiado, hagan lo siguiente al terminar la lección:

  • Testificar de los principios que se enseñaron.

  • Recordar a los miembros de la clase o del cuórum en cuanto a los planes y las invitaciones que se hicieron durante la reunión.

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Enseñar la doctrina

Dirigido por un líder adulto o un joven; 25–35 minutos aproximadamente

Prepárate espiritualmente

“¡El evangelio de Jesucristo es un Evangelio de cambio!”, dijo el presidente Russell M. Nelson (“Decisiones para la eternidad”, Liahona, noviembre de 2013, pág. 108). De igual modo, el apóstol Pablo enseñó que, cuando somos bautizados, “and[a]mos en vida nueva” (Romanos 6:4). Gracias a Jesucristo, todos los días —no solo el día que somos bautizados— pueden brindarnos “vida nueva” o la oportunidad de caminar más lejos del pecado y más cerca de Dios. Vivir el evangelio de Jesucristo significa arrepentirnos y acercarnos más a Dios —de manera constante y, a veces, gradual—, sabiendo que nuestros esfuerzos nos conducirán a una plenitud de gozo.

Medita en cómo el Salvador te está cambiando a ti y también a las personas a quienes enseñas. ¿Cómo puedes recibir más plenamente el poder del Salvador para cambiarte? Piensa en esto mientras lees Romanos 1–6 y al prepararte para enseñar. También podrías repasar el mensaje de presidente Russell M. Nelson titulado “Podemos actuar mejor y ser mejores” (Liahona, mayo de 2019, págs. 67–69) o el de la hermana Becky Craven titulado “Quédense con el cambio” (Liahona, noviembre de 2020, págs. 58–60).

Aprender juntos

Para algunos de nosotros, la “vida nueva” que Cristo nos ofrece (Romanos 6:4) es difícil de discernir porque ocurre gradualmente, mientras que para otros este cambio ocurre más rápidamente. Podrías invitar a los miembros de la clase o del cuórum a que compartan lo que significa para ellos “and[ar] en vida nueva”. ¿Qué palabras y frases de Romanos 6 describen nuestra vida con la influencia del Salvador y sin ella? (Si los jóvenes necesitaran ayuda, podrían consultar los versículos 6, 11, 22–23). ¿En qué otras palabras y frases podemos pensar? ¿Cómo se ofrece el Salvador para ayudarnos a cambiar? Actividades como las siguientes pueden conducir a un análisis más profundo sobre este tema.

  • A fin de ayudar a la clase o al cuórum a pensar en los cambios que el Salvador podría ayudarlos a hacer, invítalos a leer la definición que se encuentra en “Arrepentimiento, arrepentirse”, en la Guía para el Estudio de las Escrituras (scriptures.ChurchofJesusChrist.org). También podrían analizar la definición que el presidente Russell M. Nelson da del arrepentimiento en los primeros siete párrafos de su mensaje titulado “Podemos actuar mejor y ser mejores”. ¿Qué verdades importantes aprendemos acerca del arrepentimiento en estas definiciones? También podrías dar tiempo a la clase o al cuórum para meditar en la lista del presidente Nelson de las cosas que Jesús nos pide que cambiemos (en el quinto párrafo de su mensaje). Aliéntalos a escribir algo específico que se sientan inspirados a cambiar. Comparte tu testimonio del poder del Salvador para ayudarnos a arrepentirnos y cambiar.

  • La hermana Becky Craven dijo que las amistades de su pasado a veces le dicen: “¡No has cambiado nada!”. Podrías compartir los comentarios de la hermana Craven al respecto (véase “Quédense con el cambio”, págs. 59–60). Pide a los miembros de la clase o del cuórum que se imaginen que en cinco o diez años se encuentran con un amigo de su pasado. ¿Qué cambios podrían ser obvios para nuestros amigos? ¿Cómo esperamos haber cambiado? ¿Cómo puede la fe en Jesucristo ayudarnos a cambiar? (véanse Mosíah 5:2–5, 7; Alma 5:11–13; Éter 12:27, o el “modelo continuo de cambio” que la hermana Craven describió en los cuatro párrafos de su mensaje a partir de “Cuando era joven”). Podrías pedir a los jóvenes que compartan alguna experiencia en la que Jesucristo los haya ayudado a cambiar.

  • A veces podríamos pensar que se espera de nosotros que hagamos cambios o mejoras en nuestra vida por nosotros mismos. ¿En qué se diferencia esto del verdadero arrepentimiento? Para ayudar a tu clase o cuórum a analizar esta pregunta, podrían repasar juntos las citas de “Recursos de apoyo”. ¿Qué podemos hacer ahora para procurar la ayuda y el poder del Salvador a fin de que nuestros cambios sean permanentes y gozosos? Esta podría ser una buena oportunidad para que los jóvenes piensen en sus metas de desarrollo personal. ¿Cómo podemos incluir al Salvador en nuestras metas?

unas jóvenes caminando

La fe en Jesucristo nos ayuda a arrepentirnos y a llegar a ser más semejantes a Él cada día.

Actuar con fe

Insta a los miembros de la clase o del cuórum a que mediten y anoten lo que harán para actuar de conformidad con las impresiones que hayan recibido el día de hoy. Si lo desean, podrían compartir sus ideas. Invítalos a pensar sobre la forma en que actuar de acuerdo con sus impresiones fortalecerá su relación con el Padre Celestial y con Jesucristo.

Recursos de apoyo

  • El presidente Russell M. Nelson explicó: “Podemos cambiar nuestra conducta; incluso nuestros deseos pueden cambiar. ¿Cómo? Solamente hay una manera. El verdadero cambio, el cambio permanente, solo viene mediante el poder sanador, limpiador y habilitador de la expiación de Jesucristo. Él los ama, ¡a cada uno de ustedes! Él les permite tener acceso a Su poder conforme guarden Sus mandamientos con firmeza, sinceridad y exactitud” (véase “Decisiones para la eternidad”, pág. 108).

  • El élder Dale G. Renlund enseñó: “[E]l poder que hace posible el arrepentimiento [es] el sacrificio expiatorio de nuestro Salvador. El verdadero arrepentimiento debe implicar fe en el Señor Jesucristo, fe en que Él nos puede cambiar, fe en que puede perdonarnos y fe en que nos ayudará a evitar más errores. Este tipo de fe hace que Su expiación sea eficaz en nuestra vida. Cuando […] nos ‘damos vuelta’ [nos arrepentimos] con la ayuda del Salvador, podemos sentir esperanza en Sus promesas y en el gozo del perdón. Sin el Redentor, la esperanza y el gozo inherentes se evaporan, y el arrepentimiento se convierte simplemente en una modificación de conducta lamentable, pero al ejercer fe en Él, nos convertimos en creyentes de Su capacidad y disposición de perdonar el pecado” (véase Dale G. Renlund, “El arrepentimiento: Una gozosa elección”, Liahona, noviembre de 2016, pág. 122).

Enseñar a la manera del Salvador

Las actividades de esta reseña sugieren posibles maneras de ayudar a tu clase o cuórum a aprender juntos sobre el Salvador y Su poder para ayudarnos a cambiar. Es posible que haya otros enfoques que resulten más adecuados para las personas a quienes enseñas. Busca la guía del Espíritu en oración a medida que planifiques maneras de cultivar la fe en Jesucristo.