10 de septiembre

¿Cómo puedo hallar consuelo en Jesucristo cuando muere un ser querido?

1 Corintios 14–16

Deliberar en consejo

Dirigido por un miembro de la presidencia de clase o de cuórum; 10–20 minutos aproximadamente

Al principio de la reunión, repitan juntos el Lema de las Mujeres Jóvenes o el Lema de los cuórums del Sacerdocio Aarónico. Después, dirijan un análisis sobre la obra de salvación y exaltación utilizando una o más de las preguntas que figuran a continuación o sus propias preguntas (véase Manual General, 10.2, 11.2). Planifiquen maneras de actuar de conformidad con lo que hayan analizado.

• Vivir el Evangelio. ¿De qué forma el volvernos al Señor nos ayuda a afrontar los desafíos y las pruebas?

• Cuidar de los necesitados. ¿A quién conocemos que necesite nuestras oraciones y nuestra amistad?

• Invitar a todos a recibir el Evangelio. ¿Qué planes para compartir el Evangelio se han abordado en las reuniones del consejo de barrio para la juventud? ¿De qué manera puede participar nuestra clase o cuórum?

• Unir a las familias por la eternidad. ¿De qué manera el hacer la obra de historia familiar puede fortalecer nuestra relación con el Padre Celestial y con Jesús?

Según sea apropiado, hagan lo siguiente al terminar la lección:

• Testificar de los principios que se enseñaron.

• Recordar a los miembros de la clase o del cuórum en cuanto a los planes y las invitaciones que se hicieron durante la reunión.

Enseñar la doctrina

Dirigido por un líder adulto o un joven; 25–35 minutos aproximadamente

Prepárate espiritualmente

Que muera alguien que nos importa puede ser devastador. La separación de nuestro ser querido provoca sentimientos de profundo pesar y tristeza, pero Pablo enseñó que, en última instancia, “[s]orbida es la muerte en victoria” (1 Corintios 15:54) a causa de la resurrección de Jesucristo. En otras palabras, el “aguijón de la muerte” —el dolor y la desesperanza que sentimos en la vida terrenal— “es consumido en Cristo” (Mosíah 16:7–8; véase también 1 Corintios 15:54–57).

En algún momento, todos experimentarán la muerte de un ser querido. ¿Cómo ayudarás a las personas a quienes enseñas a hallar consuelo por medio de su fe en Jesucristo durante esos momentos difíciles? Piensa en esta pregunta al prepararte para enseñar leyendo 1 Corintios 15, Mosíah 16:7–9 y Doctrina y Convenios 42:44–46.

Aprender juntos

Podrías invitar a los miembros de la clase o del cuórum a compartir alguna ocasión en la que sintieron que algo les picó. Después podrías preguntarles por qué piensan que Pablo utilizó la palabra “aguijón” para describir la muerte (véase 1 Corintios 15:54–56). Concédeles unos minutos para que repasen 1 Corintios 15 y compartan las verdades que encuentren sobre cómo se vence el aguijón de la muerte. Luego considera realizar actividades como las que aparecen a continuación para ayudar a los jóvenes a comprender mejor la manera en que el Salvador puede consolarnos cuando muere alguien que nos importa.

• Podrías dividir a los miembros de la clase o del cuórum en grupos de dos y pedirles que repasen juntos algunos de los pasajes de las Escrituras que se encuentran en “Recursos de apoyo”. Podrían escribir las respuestas a una pregunta como esta: “¿Qué verdades importantes espero recordar cuando pierda a un ser querido?”. Pídeles que en sus respuestas incluyan información de los pasajes de las Escrituras. Luego invítalos a compartir con la clase las verdades que sean más significativas para ellos y por qué.

• Podrían repasar juntos un relato de un mensaje de conferencia general que muestre cómo una persona encontró esperanza en Jesucristo cuando murió alguien que le importaba. Entre los ejemplos se encuentran el mensaje de la hermana Reyna I. Aburto titulado “No hay victoria para el sepulcro” (Liahona, mayo de 2021, págs. 85–86) o el del élder S. Mark Palmer titulado “Nuestra tristeza se convertirá en gozo” (Liahona, mayo de 2021, págs. 88–89). Tal vez sientas la impresión de compartir tu propia experiencia o de invitar a los jóvenes a compartir cómo hallaron consuelo y esperanza en Jesucristo tras morir un ser querido.

• Después de considerar las necesidades de los miembros de tu clase o cuórum, muestra uno o más de los videos que se encuentran en “Recursos de apoyo”. Invita a los alumnos a compartir sus testimonios. ¿Cómo influye en nuestro enfoque de la muerte el saber que Jesucristo resucitó? Invita a los miembros de tu clase o cuórum a compartir su testimonio sobre el Salvador y Su resurrección y cómo ese conocimiento les brinda esperanza.

• En Juan 11 se describe la experiencia del Salvador con la muerte de un ser querido: Su amigo Lázaro. Tal vez la clase o el cuórum podrían leer juntos los versículos 1–45 y, mientras lo hacen, podrían compartir lo que aprenden del ejemplo del Salvador. ¿Qué podemos aprender de ese relato que nos brinde consuelo cuando muere alguien que nos importa? ¿Cómo podemos seguir el ejemplo del Salvador de “llorar con los que lloran […]; y […] consolar a los que necesitan de consuelo”? (Mosíah 18:9). ¿Qué aprendemos en Doctrina y Convenios 42:45–46 que nos pueda ayudar al respecto? Si lo deseas, muestra el video “Uno a uno (Ministrar con amor)” (LaIglesiadeJesucristo.org).

Nuestro testimonio de la resurrección de Jesucristo nos da esperanza cuando muere un ser querido.

Actuar con fe

Insta a los miembros de la clase o del cuórum a que mediten y anoten lo que harán para actuar de conformidad con las impresiones que hayan recibido el día de hoy. Si lo desean, podrían compartir sus ideas. Invítalos a pensar sobre la forma en que actuar de acuerdo con sus impresiones fortalecerá su relación con el Padre Celestial y con Jesucristo.

Recursos de apoyo

• Isaías 25:8; 1 Corintios 15:20–22; Mosíah 16:7–9; Alma 7:11–12; 11:42–44; 22:14; 28:12–14; 40:11–12.

• Dallin H. Oaks, “¿Qué ha hecho nuestro Salvador por nosotros?”, Liahona, mayo de 2021, págs. 75–77.

• Moisés Villanueva, “Favorecido del Señor todos mis días”, Liahona, noviembre de 2021, págs. 44–46.

• Videos: “El domingo llegará”, “Cómo hallar esperanza por medio de la resurrección de Cristo”, “Él te brindará ayuda”, “Hasta que nos volvamos a ver” (LaIglesiadeJesucristo.org).

Enseñar a la manera del Salvador

La enseñanza implica ministrar con amor y ayudar a que otras personas reciban las bendiciones del Evangelio, y esto suele ser exactamente lo que un miembro menos activo de la clase necesita. Todos debemos colaborar para mostrar interés por quienes están pasando dificultades y, como maestro, te encuentras en una posición única para ayudar.