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Apéndice B: Para la Primaria: Cómo preparar a los niños para toda una vida en la senda de los convenios de Dios


“Apéndice B: Para la Primaria: Cómo preparar a los niños para toda una vida en la senda de los convenios de Dios” Ven, sígueme — Para el hogar y la Iglesia: Libro de Mormón 2024 (2023)

“Apéndice B”, Ven, sígueme — Para el hogar y la Iglesia: 2024

Apéndice B

Para la Primaria: Cómo preparar a los niños para toda una vida en la senda de los convenios de Dios

En los meses que tengan cinco domingos, se alienta a los maestros de la Primaria a reemplazar la reseña programada de Ven, sígueme del quinto domingo por una o más de estas actividades de aprendizaje.

Principios y ordenanzas del evangelio de Jesucristo

La doctrina de Cristo nos enseña la forma de regresar a Dios

Cuando Jesucristo se apareció al pueblo de las Américas, les enseñó Su doctrina. Dijo que podemos entrar al Reino de Dios si tenemos fe, nos arrepentimos, somos bautizados, recibimos el Espíritu Santo y perseveramos hasta el fin (véanse 3 Nefi 11:31–40; Doctrina y Convenios 20:29). Las actividades que figuran a continuación pueden ayudarte a enseñar a los niños que estos principios y ordenanzas nos ayudarán a acercarnos más al Salvador a lo largo de nuestra vida.

Para aprender más en cuanto a la doctrina de Cristo, véase 2 Nefi 31.

Posibles actividades

  • Entrega a los niños láminas que representen la fe en Jesucristo, el arrepentimiento, el bautismo y la confirmación (véase Libro de obras de arte del Evangelio, nros. 1, 111, 103105). Lean o reciten con los niños el cuarto Artículo de Fe y pídeles que sostengan en alto las láminas cuando se mencione el principio u ordenanza que estas ilustren. Ayúdalos a entender la forma en que cada uno de esos principios y ordenanzas nos ayudan a llegar a ser más como el Padre Celestial y Jesucristo.

  • ¿De qué manera puedes ayudar a los niños a entender que la fe, el arrepentimiento, el bautismo y la confirmación no son acontecimientos de una sola vez, sino que influyen en nuestro crecimiento espiritual a lo largo de la vida? Por ejemplo, podrías mostrarles alguna imagen de una semilla y de un árbol grande (o dibujarlos en la pizarra). Invítalos a pensar en cosas que ayudan a la semilla a crecer hasta convertirse en un gran árbol, tales como el agua, la tierra y la luz del sol. Ayúdales a darse cuenta de que esas son cosas como las que hacemos para acercarnos más a Dios a lo largo de la vida: edificar la fe en Jesucristo, arrepentirnos todos los días, vivir nuestros convenios bautismales y escuchar al Espíritu Santo.

  • Comparte con los niños el relato sobre el cohete [petardo] que se encuentra en el mensaje del élder Dale G. Renlund titulado “¿Cómo puede el arrepentimiento ayudarme a sentirme feliz?” (Liahona, diciembre de 2017, págs. 70–71; véase también el video “El arrepentimiento: Una gozosa elección” [Biblioteca del Evangelio]).

    En diversos momentos durante el relato, invítalos a pensar en cómo se habrá sentido el élder Renlund. ¿Por qué sentimos gozo cuando nos arrepentimos? Expresa a los niños el gozo y el amor que has sentido cuando le has pedido al Padre Celestial que te perdone.

El bautismo

Jesucristo me dio el ejemplo cuando se bautizó

Aun cuando Jesús no cometió ningún pecado, se bautizó para dar un ejemplo perfecto de obediencia al Padre Celestial (véase 2 Nefi 31:6–10).

Para aprender más en cuanto al bautismo, véanse Doctrina y Convenios 20:37; Temas del Evangelio, “Bautismo”, Biblioteca del Evangelio.

Posibles actividades

  • Muestra una lámina del bautismo del Salvador y del bautismo de otra persona (o bien, véanse Libro de obras de arte del Evangelio, nro. 35 y nros. 103104). Pide a los niños que expresen cuáles son las diferencias y las semejanzas entre las dos láminas. Lean juntos Mateo 3:13–17 o “Capítulo 10: El bautismo de Jesús” en Relatos del Nuevo Testamento, págs. 26–29, o vean el video correspondiente en la Biblioteca del Evangelio.

    1:54

    Capítulo 10: El bautismo de Jesús

    Permite que los niños señalen las cosas en las láminas que se mencionen en la lectura o en el video. Háblales sobre el amor que le tienes al Salvador y el deseo que tienes de seguirlo.

  • Escuchen o entonen alguna canción que hable del bautismo, tal como “Cuando Jesús se bautizó” (Liahona, febrero de 2015, pág. 73). ¿Qué aprendemos acerca del bautismo en la canción? Lee 2 Nefi 31:9–10 e invita a los niños a prestar atención a fin de descubrir por qué Jesucristo se bautizó. Invítalos a hacer un dibujo de ellos mismos en el día de su bautismo.

Puedo escoger hacer un convenio con Dios y bautizarme

Prepararse para el bautismo significa mucho más que prepararse para un acontecimiento de una vez. Significa prepararse para hacer un convenio y luego guardarlo durante toda la vida. Medita sobre cómo puedes ayudar a los niños a entender el convenio que harán con el Padre Celestial cuando sean bautizados, el cual incluye las promesas que Él les hace a ellos y las que ellos le hacen a Él.

Posibles actividades

  • Explica que un convenio es una promesa entre una persona y el Padre Celestial. A medida que nos esforzamos por guardar las promesas que le hemos hecho a Dios, Dios promete bendecirnos. Anota en la pizarra Mis promesas a Dios y Las promesas que Dios me hace a mí. Lean juntos Mosíah 18:10, 13 y Doctrina y Convenios 20:37, y ayuda a los niños a hacer una lista de las promesas que encuentren debajo del encabezamiento correspondiente (véase también Dallin H. Oaks, “Tu convenio bautismal”, Amigos, febrero de 2021, págs. 2–3). Habla con los niños de la manera en que el Padre Celestial te ha bendecido a medida que te has esforzado por guardar tu convenio bautismal.

  • Muestra a los niños imágenes de cosas que Jesucristo hizo cuando estuvo en la tierra (para ver algunos ejemplos, véase Libro de obras de arte del Evangelio, nros. 33–49). Permíteles que hablen sobre lo que Jesús está haciendo en cada imagen. Lee Mosíah 18:8–10, 13 e invita a los niños a prestar atención a fin de determinar lo que prometen hacer al bautizarse (véase también “El convenio bautismal”, Liahona, febrero de 2019, suplemento Amigos, pág. A3). ¿De qué manera influirán esas promesas en nuestras acciones cada día? Invita a los niños a hacer un dibujo de sí mismos ayudando a alguien de la manera en que Jesús lo haría; o bien, podrías confeccionar un distintivo sencillo con el nombre del Salvador que los niños puedan llevar en el pecho.

    Bautismo de un niño

    Cuando somos bautizados, hacemos promesas a Dios y Él nos hace promesas a nosotros.

Confirmación

Cuando soy confirmado, llego a ser miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días

Llegar a ser miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días conlleva muchas bendiciones, incluso oportunidades para que los niños sean participantes activos en la obra de Dios.

Para aprender en cuanto a la confirmación y el don del Espíritu Santo, véanse Gary E. Stevenson, “¿Cómo te ayuda el Espíritu Santo?”, Liahona, mayo de 2017, págs. 117–120; Temas del Evangelio, “Espíritu Santo”, Biblioteca del Evangelio.

Posibles actividades

  • Invita a alguien que haya sido bautizado y confirmado recientemente a venir a la clase y compartir cómo fue la experiencia de ser confirmado. ¿Qué significado tiene para esa persona llegar a ser miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días? Ayuda a los niños a pensar en maneras en que puedan guardar su convenio bautismal como miembros de la Iglesia (tales como prestar servicio a los demás, invitar a otras personas a aprender más en cuanto a Jesús, hacer oraciones en las reuniones, etc.). Expresa cómo el hacer esas cosas te ha ayudado a sentir el gozo de ser miembro de la Iglesia de Cristo.

  • Muestra una lámina del pueblo junto a las aguas de Mormón (véase Libro de obras de arte del Evangelio, nro. 76) y pide a los niños que describan lo que ven en la imagen. Relata la historia de cuando Alma y su pueblo fueron bautizados en ese lugar (véanse Mosíah 18:1–17; “Capítulo 15: Alma enseña y bautiza”, Historias del Libro de Mormón, págs. 43–44, o el video correspondiente en Biblioteca del Evangelio).

    2:12

    Chapter 15: Alma Teaches and Baptizes

    Repasa Mosíah 18:8–9 e invita a los niños a hacer movimientos que les ayuden a recordar lo que las personas estuvieron dispuestas a hacer como miembros de la Iglesia de Cristo. Comparte alguna experiencia en la que hayas sido testigo de cómo los miembros de la Iglesia prestan servicio de esas maneras.

Cuando soy confirmado, recibo el don del Espíritu Santo

Cuando somos bautizados y confirmados, el Padre Celestial promete que “siempre p[odemos] tener su espíritu [con nosotros]” (Doctrina y Convenios 20:77). Ese maravilloso don de Dios se llama el don del Espíritu Santo.

Posibles actividades

  • Lee Doctrina y Convenios 33:15 y pide a los niños que presten atención a fin de determinar cuál es el don especial que el Padre Celestial nos da cuando nos bautizamos y confirmamos. A fin de contribuir a que aprendan más en cuanto a la forma en que el don del Espíritu Santo los ayudará, repasen juntos Juan 14:26; Gálatas 5:22–23; 2 Nefi 32:5; 3 Nefi 27:20. También podrían repasar el artículo “El Espíritu Santo es…” (Liahona, junio de 2019, suplemento Amigos, págs. A12–A13).

  • Antes de la clase, pide a los padres de uno o más de los niños que compartan de qué modo han sido bendecidos gracias a tener el don del Espíritu Santo. ¿Cómo les ayuda el Espíritu? ¿Cómo escuchan Su voz?

  • Entonen juntos alguna canción que hable sobre el Espíritu Santo, tal como “El Espíritu Santo” (Canciones para los niños, pág. 56). Ayuda a los niños a entender lo que la canción enseña sobre cómo el Espíritu Santo nos puede ayudar.

El Espíritu Santo puede hablarme de muchas maneras

Los niños que sepan reconocer la voz del Espíritu estarán preparados para recibir revelación personal que los guíe a lo largo de su vida. Enséñales que hay muchas maneras en que el Espíritu Santo nos puede hablar.

Posibles actividades

  • Ayuda a los niños a pensar en diferentes maneras en que podríamos hablar con un amigo que vive lejos, tales como escribir una carta, enviar un correo electrónico o hablar por teléfono. Enséñales que el Padre Celestial puede hablarnos por medio del Espíritu Santo. Utiliza el mensaje del presidente Dallin H. Oaks titulado “¿De qué manera nos habla el Padre Celestial?” para ayudar a los niños a entender las diferentes maneras en que el Espíritu Santo puede hablarnos a la mente y al corazón (Liahona, marzo de 2020, suplemento Amigos, págs. A2–A3).

  • Comparte alguna experiencia en la que el Espíritu Santo se haya comunicado contigo, ya sea mediante pensamientos en tu mente o mediante un sentimiento en el corazón (véanse Doctrina y Convenios 6:22–23; 8:2–3; véase también Henry B. Eyring, “Abre el corazón al Espíritu Santo”, Liahona, agosto de 2019, suplemento Amigos, págs. A2–A3). Testifica a los niños que el Espíritu Santo puede ayudarlos de maneras similares.

  • Ayuda a los niños a pensar en ocasiones en las que pueden haber sentido el Espíritu; por ejemplo, al cantar alguna canción que hablara del Salvador o al hacer algo amable por otras personas. Ayúdalos a reconocer los sentimientos espirituales que el Espíritu Santo brinda. ¿Por qué creen que el Espíritu Santo nos da esos sentimientos? Ayuda a los niños a pensar en lo que tenemos que hacer para escuchar al Espíritu Santo cuando nos habla. Comenta lo que tú haces para escuchar más claramente al Espíritu.

La Santa Cena

Cuando tomo la Santa Cena, recuerdo el sacrificio del Salvador y renuevo mis convenios

El Salvador nos dio la Santa Cena para ayudarnos a recordar el sacrificio que Él hizo por nosotros y para renovar nuestros convenios. Gracias a esa ordenanza semanal, podemos continuar disfrutando las bendiciones de nuestro bautismo a lo largo de la vida.

Para aprender más, véanse Mateo 26:26–30; 3 Nefi 18:1–12; Doctrina y Convenios 20:77, 79.

Posibles actividades

  • Invita a los niños a colorear “Jesús instituye la Santa Cena entre los nefitas” en Libro para colorear de relatos de las Escrituras: Libro de Mormón, 2019, pág. 26. Pídeles que señalen con el dedo lo que las personas están pensando en la ilustración. Léeles partes de 3 Nefi 18:1–12 o de “Capítulo 45: Jesucristo enseña sobre la Santa Cena y la oración”, Historias del Libro de Mormón, págs. 126–127, o bien vean el video correspondiente en ChurchofJesusChrist.org. ¿Qué podemos hacer para recordar a Jesucristo durante la Santa Cena?

  • Pide a los niños que te digan algunas cosas que siempre deben recordar hacer, tales como amarrarse los zapatos o lavarse las manos antes de comer. ¿Por qué es importante recordar esas cosas? Léeles Moroni 4:3 e invítalos a prestar atención a fin de determinar lo que prometemos que siempre recordaremos cuando tomamos la Santa Cena. ¿Por qué es importante recordar a Jesucristo? Ayuda a los niños a entender cómo el pan y el agua de la Santa Cena nos ayudan a recordar lo que Jesús ha hecho por nosotros (véanse Moroni 4:3; 5:2).

  • Escribe en la pizarra: “Prometo…” y lee a los niños las oraciones sacramentales (véase Doctrina y Convenios 20:77, 79). Cuando escuchen alguna promesa que le hacemos a Dios, haz una pausa y ayúdalos a completar la oración de la pizarra con la promesa que han escuchado. Ayúdalos a entender que cuando tomamos la Santa Cena, hacemos las mismas promesas que hicimos cuando fuimos bautizados.

  • ¿Qué significa tomar sobre nosotros el nombre de Jesucristo? Para ayudar a los niños a responder esa pregunta, da un ejemplo de algo en lo que pongamos nuestro nombre. ¿Por qué ponemos nuestro nombre en esas cosas? ¿Por qué querría Jesucristo poner Su nombre en nosotros? Considera compartir esta explicación del presidente Russell M. Nelson: “Tomar sobre nosotros el nombre del Salvador incluye declarar y testificar a otras personas —mediante nuestras acciones y nuestras palabras— que Jesús es el Cristo” (“El nombre correcto de la Iglesia”, Liahona, noviembre de 2018, pág. 88).

El poder, la autoridad y las llaves del sacerdocio

Dios bendice a Sus hijos mediante el poder del sacerdocio

Todos los hijos de Dios —hombres y mujeres, jóvenes y mayores— reciben el poder de Dios conforme guardan los convenios que han hecho con Él. Hacemos esos convenios cuando recibimos ordenanzas del sacerdocio tales como el bautismo (véase Manual General: Servir en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, 3.5, Biblioteca del Evangelio). Para aprender más, véanse Russell M. Nelson, “Tesoros espirituales”, Liahona, noviembre de 2019, págs. 76–79; “Los principios del sacerdocio”, capítulo 3 del Manual General.

Posibles actividades

  • Ayuda a los niños a notar las bendiciones que reciben gracias al sacerdocio. Para darles algunas ideas, podrían ver el video “Las bendiciones del sacerdocio” (Biblioteca del Evangelio).

    3:5

    Las bendiciones del sacerdocio

    El sacerdocio es el poder de Dios, el cual le ha sido entregado al hombre para actuar en Su nombre.

  • Considera hacer una lista de esas bendiciones en la pizarra. ¿Por qué son importantes para nosotros esas bendiciones? Testifica que recibimos esas bendiciones gracias a Jesucristo y a Su poder del sacerdocio.

  • Escribe los siguientes encabezamientos en la pizarra: Poder de Dios y Poder y autoridad de Dios dados a los hombres en la tierra. Pide a los niños que coloquen imágenes bajo el primer encabezamiento que nos ayuden a entender cómo Dios ha utilizado Su poder para bendecirnos, por ejemplo, al crear el mundo, al guiarnos y dirigirnos, al demostrarnos que nos ama y nos conoce, y al escuchar y contestar nuestras oraciones (véase Libro de obras de arte del Evangelio, nros. 3, 68, 90111). Pídeles que pongan imágenes bajo el segundo encabezamiento que nos ayuden a entender la forma en que hombres dignos en la tierra utilizan el poder y la autoridad de Dios para bendecirnos, por ejemplo, al bendecir a los enfermos, bautizar, confirmar, administrar la Santa Cena y sellar a las familias (véase Libro de obras de arte del Evangelio, nros. 46, 104, 105, 107120). Expresa por qué te sientes agradecido por el sacerdocio y las bendiciones que brinda.

  • Una de las principales maneras en que recibimos las bendiciones del poder de Dios en nuestra vida es mediante las ordenanzas del sacerdocio (véase Doctrina y Convenios 84:20). Para ayudar a los niños a aprender esa verdad, podrías escribir los siguientes pasajes de las Escrituras en la pizarra: 3 Nefi 11:21–26, 33 (bautismo); Moroni 2 (confirmación); Moroni 4–5 (Santa Cena). Cada niño podría escoger uno de los pasajes y determinar qué ordenanza describe. Invita a los niños a compartir la manera en que han sido bendecidos en lo individual al recibir las ordenanzas del sacerdocio.

  • Ayuda a los niños a entender que recibirán poder de Dios conforme se bauticen y guarden su convenio bautismal. Pregúntales de qué manera ese poder podría ayudarles.

La obra de Dios se dirige por medio de llaves del sacerdocio y se lleva a cabo mediante la autoridad del sacerdocio

Los varones miembros de la Iglesia que sean dignos pueden ser ordenados a un oficio del sacerdocio. Además, cuando una persona es apartada para un llamamiento o cuando se le da la asignación de ayudar en la obra de Dios, él o ella puede ejercer autoridad delegada del sacerdocio. El uso de toda autoridad del sacerdocio en la Iglesia es dirigido por personas que poseen llaves del sacerdocio, tales como el presidente de estaca, el obispo y los presidentes de cuórum. Las llaves del sacerdocio son la autoridad para dirigir el uso del sacerdocio al llevar a cabo la obra del Señor.

Posibles actividades

  • Lee junto con los niños Marcos 3:14–15 y muéstrales alguna imagen del acontecimiento que allí se describe (tal como Libro de obras de arte del Evangelio, nro. 38). Pregúntales si alguna vez han visto a alguien ser ordenado a algún oficio del sacerdocio o ser apartado para algún llamamiento (o cuéntales las experiencias que hayas tenido). ¿En qué sentido se asemeja a lo que el Salvador hizo con Sus apóstoles? Ayuda a los niños a enumerar en la pizarra oficios del sacerdocio o llamamientos que los miembros de la Iglesia pueden recibir, tales como maestro o líder de alguna organización. Junto a cada oficio o llamamiento, podrías anotar lo que la persona que tenga ese oficio o llamamiento tiene autoridad para hacer. Diles a los niños cómo te ha ayudado a servir el haber sido apartado por alguien bajo la dirección de las llaves del sacerdocio.

  • Invita a los niños a pensar en algo para lo que se necesite una llave, tal como un auto o una puerta. ¿Qué sucede si no tenemos la llave? Lean juntos Doctrina y Convenios 65:2 y expresa tu testimonio sobre la importancia de tener las llaves del sacerdocio en la tierra. También podrían ver el video “¿Dónde están las llaves?” (Biblioteca del Evangelio) y prestar atención a lo que el élder Stevenson enseña sobre las llaves del sacerdocio.

  • Pide a alguien del barrio que posea llaves que vaya a la clase y comparta con los niños lo que poseer llaves del sacerdocio significa. Invítalo a describir sus responsabilidades. ¿Qué aspectos de la obra del Señor dirige? ¿De qué manera lo ayuda el Salvador?

El templo y el plan de felicidad

El templo es la Casa del Señor

Los templos son parte del plan que nuestro Padre Celestial tiene para Sus hijos. En los templos hacemos convenios sagrados con Él, somos investidos con poder del sacerdocio, recibimos revelación, llevamos a cabo ordenanzas por nuestros antepasados fallecidos y somos sellados a nuestra familia por la eternidad. Todo ello es posible gracias a Jesucristo y Su sacrificio expiatorio.

¿De qué manera puedes contribuir a que los niños a quienes enseñas reconozcan el carácter sagrado de la Casa del Señor y se preparen para ser dignos de participar en las ordenanzas del templo? Considera repasar estos recursos: Doctrina y Convenios 97:15–17; Russell M. Nelson, “Palabras de clausura”, Liahona, noviembre de 2019, págs. 120–122; “¿Por qué los Santos de los Últimos Días construyen templos”, temples.ChurchofJesusChrist.org.

Jóvenes en el exterior de un templo

Los templos son parte del plan que nuestro Padre Celestial tiene para Sus hijos

Posibles actividades

  • Pon a la vista una o más láminas de templos y pregunta a los niños qué es lo que hace que el templo sea un lugar especial. Señala que en cada templo se encuentra esta inscripción: “Santidad al Señor: La Casa del Señor”. Pregúntales qué piensan que signifique “Santidad al Señor”. ¿Por qué al templo se le llama la Casa del Señor? ¿Qué nos enseña eso acerca del templo? Si algunos de los niños han ido a algún templo, también podrían expresar cómo se sintieron cuando estuvieron allí. Si has estado en el templo, comparte de qué manera has sentido allí la presencia del Señor y habla sobre la razón por la que el templo es un lugar sagrado para ti.

  • Lean juntos Doctrina y Convenios 97:15–17. Pide a los niños que presten atención a fin de determinar lo que el Señor espera de aquellos que entren en Su santa casa. ¿Por qué debemos ser dignos para entrar en Su casa? Como parte de esta conversación, habla con los niños sobre las recomendaciones para el templo, incluso cómo se reciben. Podrías invitar a un miembro del obispado a compartir con ellos cómo es la entrevista para obtener la recomendación para el templo y las preguntas que se hacen en ella.

En el templo hacemos convenios con Dios

El presidente Russell M. Nelson enseñó: “Jesucristo nos invita a seguir la senda de los convenios de regreso a casa con nuestros padres celestiales y con aquellos a quienes amamos” (“Ven, sígueme”, Liahona, mayo de 2019, pág. 91). Ayuda a los niños a entender que la senda de los convenios incluye el bautismo, la confirmación y la investidura y el sellamiento del templo.

Posibles actividades

  • Pide a los niños que te ayuden a repasar el convenio que hacemos con Dios cuando somos bautizados y que renovamos cuando participamos de la Santa Cena (véanse Mosíah 18:10; Doctrina y Convenios 20:77, 79). Muestra una lámina de algún templo y explica que el Padre Celestial tiene más bendiciones, las cuales desea darnos en el templo.

  • Dibuja una puerta que conduzca a una senda. Pregunta a los niños por qué piensan que nos ayuda el tener una senda por la cual caminar. Lean juntos 2 Nefi 31:17–20, donde Nefi compara el convenio del bautismo con una puerta y nos invita a continuar en la senda después del bautismo. Hay más convenios que hacer después del bautismo, entre ellos, los convenios que se hacen en el templo. Explica que el presidente Nelson ha llamado a esa senda la “senda de los convenios”.

En el templo, podemos ser bautizados y confirmados por antepasados que han fallecido

El evangelio de Jesucristo hace posible que todos los hijos de Dios regresen a vivir con Él, aun cuando mueran sin conocer el Evangelio. En el templo, podemos ser bautizados y confirmados miembros de la Iglesia de Jesucristo a favor de ellos.

Posibles actividades

  • Habla sobre alguna ocasión en la que alguien haya hecho algo por ti que tú no podrías haber hecho por ti mismo. Invita a los niños a relatar experiencias similares. Explica que cuando vamos al templo, podemos recibir ordenanzas sagradas como el bautismo a favor de otras personas que han fallecido. ¿En qué sentido somos como Jesús cuando estamos llevando a cabo la obra por los muertos? ¿Qué ha hecho Él por nosotros que no podíamos hacer por nosotros mismos?

  • Invita a uno o más jóvenes que hayan sido bautizados a favor de sus antepasados a compartir sus experiencias al respecto. Pregúntales cómo fue su experiencia en el templo y aliéntalos a compartir cómo se sintieron al realizar esa obra a favor de sus antepasados.

  • Dibuja un árbol en la pizarra, incluso las raíces y las ramas. Pide a los niños que piensen en qué sentido la familia es como un árbol. Rotula las raíces Antepasados, las ramas Descendientes y el tronco del árbol . Lean juntos esta oración de Doctrina y Convenios 128:18: “Pues sin ellos [nuestros antepasados] nosotros no podemos perfeccionarnos, ni ellos pueden perfeccionarse sin nosotros”. Haz preguntas como las siguientes: “¿Por qué necesitamos a nuestros antepasados? ¿Por qué nuestros antepasados nos necesitan a nosotros? ¿De qué manera nos han ayudado nuestros padres, abuelos y otros antepasados?”. Invita a los niños a buscar en el resto de Doctrina y Convenios 128:18 alguna frase que describa cómo podemos ayudar a nuestros antepasados.

  • Colaborar con los padres de cada niño a fin de buscar el nombre de un antepasado que el niño pueda llevar al templo (véase FamilySearch.org).