“Cómo utilizar Ven, sígueme — Para el hogar y la Iglesia”, Ven, sígueme — Para el hogar y la Iglesia: Doctrina y Convenios 2025, (2025)
“Cómo utilizar Ven, sígueme”, Ven, sígueme — Para el hogar y la Iglesia: 2025
Cómo utilizar Ven, sígueme — Para el hogar y la Iglesia
¿Para quién es este material?
Este material es para cualquiera que desee estudiar Doctrina y Convenios, ya sea en forma individual, en familia o en las clases de la Iglesia. Si no has estudiado las Escrituras con regularidad anteriormente, este material te ayudará a comenzar. Si ya tienes el buen hábito de estudiar las Escrituras, este material te ayudará a tener experiencias más significativas.
Personas y familias en el hogar
El lugar ideal para aprender el Evangelio es el hogar. Tus maestros de la Iglesia pueden apoyarte, y otros miembros del barrio pueden alentarte, pero para sobrevivir espiritualmente, cada uno de nosotros necesita ser nutrido a diario por “la buena palabra de Dios” (Moroni 6:4; véase también Russell M. Nelson, “Observaciones iniciales”, Liahona, noviembre de 2018, págs. 6–8).
Utiliza este material de cualquier manera que te resulte útil. Las reseñas señalan algunas verdades eternas que se encuentran en Doctrina y Convenios y proponen ideas y actividades para ayudarte a estudiar las Escrituras de forma individual, con familiares o con amigos. Al estudiar, sigue la guía del Espíritu para hallar las verdades eternas que sean significativas para ti. Presta atención a los mensajes que Dios tenga para ti y sigue las impresiones que recibas.
Maestros y alumnos en la Iglesia
Si enseñas una clase de la Primaria, una clase de la Escuela Dominical para jóvenes o adultos, a un cuórum del Sacerdocio Aarónico o a una clase de las Mujeres Jóvenes, te sugerimos que utilices las reseñas de este material al prepararte para enseñar. Ven, sígueme — Para el hogar y la Iglesia es el curso de estudio de las clases del domingo. Las ideas para el aprendizaje de este material tienen como objetivo aprender en el hogar y en la Iglesia. Al prepararte para enseñar, comienza por tener tus propias experiencias con las Escrituras. Tu preparación más importante tendrá lugar al escudriñar las Escrituras y al procurar inspiración personal del Espíritu Santo. También podrías estudiar pensando en las necesidades de las personas a las que enseñas. Busca verdades eternas. Ven, sígueme puede ayudarte a identificar algunas de esas verdades y a aprender a poner en práctica las Escrituras en tu vida.
Ten en cuenta que, en su máxima expresión, el aprendizaje del Evangelio se centra en el hogar y cuenta con el apoyo de la Iglesia. En otras palabras, tu mayor responsabilidad es apoyar a quienes enseñas en sus esfuerzos por aprender y vivir el Evangelio en el hogar. No te preocupes por tener un contenido único que ofrecerles en clase; en cambio, concédeles oportunidades de compartir sus experiencias, pensamientos y preguntas sobre los pasajes de las Escrituras que leyeron en el hogar. Invítalos a hablar de las verdades eternas que hayan encontrado. Eso es más importante que abarcar cierta cantidad de material.
Clases de la Escuela Dominical para jóvenes y adultos
Una de las principales razones por las que nos reunimos en las clases de la Escuela Dominical es para apoyarnos y alentarnos el uno al otro a medida que nos esforzamos por conocer y seguir a Jesucristo. Una manera sencilla de hacerlo es hacer una pregunta como “¿Qué les ha enseñado el Espíritu Santo esta semana al estudiar las Escrituras con Ven, sígueme?”. Las respuestas a esta pregunta podrían dar pie a conversaciones significativas que edifiquen la fe en Jesucristo y Su Evangelio.
Luego, podrías comenzar un análisis basado en las sugerencias para el estudio de Ven, sígueme. Por ejemplo, cierta idea para el estudio podría proponer escudriñar Doctrina y Convenios 19:15–20 y buscar cómo el Salvador describió Su sufrimiento. Podrías pedir a los miembros de la clase que compartan cómo se sintieron al leer Su descripción y cómo eso influye en la forma en que piensan acerca de Él. También podrían dedicar tiempo a estudiar esos versículos como clase.
Cuórums del Sacerdocio Aarónico y clases de las Mujeres Jóvenes
Cuando los cuórums del Sacerdocio Aarónico y las clases de las Mujeres Jóvenes se reúnen los domingos, tienen un propósito un tanto diferente al de las clases de la Escuela Dominical. Además de ayudarse mutuamente a aprender el Evangelio de Jesucristo, estos grupos también se reúnen para deliberar en consejo sobre cómo llevar a cabo la obra de salvación y exaltación (véase Manual General: Servir en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, 1.2), según lo indique la presidencia de su clase o cuórum.
Por esa razón, al comienzo de cada reunión de cuórum o clase, un miembro de la presidencia de cuórum o clase dirige un análisis sobre sus esfuerzos; por ejemplo, podrían deliberar en consejo sobre sus esfuerzos por vivir el Evangelio, ministrar a los necesitados, compartir el Evangelio, o participar en la obra del templo y de historia familiar.
Luego de ese tiempo de deliberación en consejo, un maestro dirige a la clase o al cuórum para aprender juntos el Evangelio. Se puede asignar la enseñanza a líderes adultos o a miembros de la clase o del cuórum. En consulta con los líderes adultos, la presidencia de clase o de cuórum hace esas asignaciones.
Las personas que reciban la asignación de enseñar deben prepararse utilizando las sugerencias para el aprendizaje que aparecen en la reseña semanal de Ven, sígueme. En cada reseña, este ícono indica las actividades que son especialmente relevantes para los jóvenes y que están alineadas con lo que están aprendiendo en Seminario. Sin embargo, cualquiera de las sugerencias de la reseña puede utilizarse como actividad de aprendizaje para los jóvenes.
Para ver un ejemplo de agenda para las reuniones de cuórum o clase, consulta el apéndice D.
La Primaria
Tu preparación para enseñar en la Primaria comienza al estudiar las Escrituras de forma personal y con tu familia. Al hacerlo, presta atención a las impresiones espirituales y a la inspiración del Espíritu Santo con respecto a los niños de tu clase de la Primaria. Mantén un espíritu de oración. El Espíritu podrá inspirarte con ideas para que los ayudes a aprender el Evangelio de Jesucristo.
En tu preparación para enseñar, podrías recibir inspiración adicional al explorar las ideas para la enseñanza de este recurso. Cada reseña de Ven, sígueme — Para el hogar y la Iglesia tiene una sección titulada “Ideas para enseñar a los niños”. Considera esas ideas como sugerencias para despertar la inspiración. Tú conoces a los niños de tu clase de la Primaria, y los conocerás todavía más al relacionarte con ellos en la clase. Dios también los conoce, y Él te inspirará con las mejores maneras de enseñarles y bendecirlos.
Es posible que los niños de tu clase ya hayan realizado algunas de las actividades de Ven, sígueme con sus familias, pero está bien. La repetición es algo bueno. Podrías invitar a los niños a que comenten sobre lo que hayan aprendido en el hogar. También deberías planificar maneras de que los niños participen, aunque no estén aprendiendo en casa. Los niños aprenden las verdades del Evangelio con más eficacia cuando esas verdades se enseñan repetidamente mediante diferentes actividades. Si observas que una actividad de aprendizaje es eficaz para los niños, considera repetirla, en especial si enseñas a niños más pequeños.
En los meses que tienen cinco domingos, se alienta a los maestros de la Primaria a reemplazar la reseña programada de Ven, sígueme del quinto domingo por una o más de las actividades de aprendizaje del “Apéndice B: Para la Primaria: Cómo preparar a los niños para toda una vida en la senda de los convenios de Dios”.