“Ideas para mejorar el aprendizaje en el hogar y en la Iglesia”, Ven, sígueme — Para el hogar y la Iglesia: Doctrina y Convenios 2025, (2025)
“Ideas para mejorar el aprendizaje en el hogar y en la Iglesia”, Ven, sígueme — Para el hogar y la Iglesia: 2025
Ideas para mejorar el aprendizaje en el hogar y en la Iglesia
Al estudiar el Evangelio del Salvador en el hogar y en la Iglesia, considera las siguientes preguntas:
-
¿Cómo puedes invitar al Espíritu durante tu estudio?
-
¿Cómo puedes centrarte en el Salvador durante tu estudio?
-
¿Cómo puedes aprovechar los momentos de aprendizaje diarios?
-
¿Cómo puedes alentar a los miembros de la clase y de la familia a estudiar las Escrituras por su cuenta y compartir lo que están aprendiendo?
Se ofrecen a continuación algunas maneras sencillas de mejorar el estudio de la palabra de Dios.
Orar para recibir inspiración
Las Escrituras son la palabra de Dios, así que pídele ayuda a Él para entenderlas.
Buscar verdades acerca de Jesucristo
Todas las cosas testifican de Cristo (véanse 2 Nefi 11:4; Moisés 6:63), así que considera anotar o marcar versículos que testifiquen del Salvador, profundicen tu amor por Él y enseñen cómo seguirle. Algunas veces, las verdades acerca del Salvador y Su Evangelio se declaran de modo directo; otras veces, están implícitas en algún ejemplo o relato. Pregúntate: “¿Qué verdades eternas se enseñan en estos versículos? ¿Qué me enseñan estas verdades acerca del Salvador?
Escuchar al Espíritu
Presta atención a tus pensamientos y sentimientos, aun cuando no se relacionen con lo que estás leyendo. Esas impresiones pueden ser lo que el Padre Celestial quiere que aprendas.
Escribir tus impresiones
Hay varias maneras de anotar las impresiones que recibes mientras estudias. Por ejemplo, tal vez descubras que ciertas palabras y frases de las Escrituras te conmueven; podrías marcarlas y escribir tus pensamientos como una nota en tu ejemplar de las Escrituras. También podrías llevar un diario personal de tus reflexiones y sentimientos, y de las impresiones que recibas.
Compartir con los demás lo que estás aprendiendo
Analizar las ideas que hayas tenido durante tu estudio personal es una buena manera de enseñar a otras personas y fortalece tu comprensión de lo que has leído. Comparte lo que estás aprendiendo con familiares y amigos (en persona o de forma digital) e invítalos a hacer lo mismo.
Relacionar las Escrituras con tu vida
Piensa en cómo los relatos y las enseñanzas que estás leyendo se aplican a tu vida. Por ejemplo, podrías preguntarte: “¿Qué experiencias he tenido que sean similares a lo que estoy leyendo?”.
Hacer preguntas mientras estudias
Al estudiar las Escrituras, puede que te surjan preguntas. Esas preguntas podrían relacionarse con lo que estás leyendo o con tu vida en general. Medita en esas preguntas y busca respuestas a medida que continúas estudiando las Escrituras.
Utilizar las ayudas para el estudio de las Escrituras
Para obtener conocimiento adicional sobre los versículos que lees, consulta las notas al pie de las páginas, la Guía para el Estudio de las Escrituras y otras ayudas para el estudio.
Considerar el contexto de las Escrituras
Puedes descubrir conocimientos significativos acerca de un pasaje de las Escrituras al considerar su contexto, que incluye las circunstancias o el entorno de donde procede. Por ejemplo, conocer los antecedentes y las creencias de las personas a las que Dios habló te ayudará a entender mejor la intención de Sus palabras. Puedes obtener más información sobre ellos en Santos, Revelaciones en contexto, los títulos de las secciones de Doctrina y Convenios, y otros recursos.
Estudiar las palabras de los profetas y apóstoles de los últimos días
Lee lo que los profetas y apóstoles de los últimos días han enseñado sobre los principios que encuentras en las Escrituras.
Vivir de acuerdo con lo que aprendas
El estudio de las Escrituras no debe solamente inspirarnos, sino también conducirnos a cambiar la manera en que vivimos. A medida que lees, escucha lo que el Espíritu te inspira a hacer y luego actúa en consecuencia.
Utilizar música
A lo largo de Ven, sígueme, encontrarás sugerencias de himnos y canciones para los niños. Utiliza música sagrada para invitar al Espíritu y profundizar tu fe y testimonio de las verdades del Evangelio.
Memorizar pasajes de las Escrituras
Escoge un pasaje de las Escrituras que sea significativo para ti, tu familia o la clase, y memorízalo; para ello, repítelo diariamente o utiliza juegos de memorización.
Enseñar lecciones prácticas
Busca objetos que se relacionen con los capítulos y versículos que estás leyendo. Considera la forma en que cada objeto se relaciona con las enseñanzas de las Escrituras.
Dibujar, buscar o tomar una foto
Lee algunos versículos y luego dibuja algo que se relacione con lo que leíste, o busca una ilustración en el Libro de obras de arte del Evangelio o en cualquier otro lugar de la Biblioteca del Evangelio. También podrías tomar una foto que ilustre lo que aprendiste.
Dramatizar un relato
Después de leer un relato, invita a familiares o miembros de la clase a que hagan una dramatización de este. Luego, hablen sobre la forma en que el relato se relaciona con las cosas que están viviendo.
Ser flexible en el hogar
Si hay familiares que no están dispuestos a participar en el estudio de las Escrituras, busca otras maneras de establecer una conexión con ellos. Por ejemplo, podrías compartir una verdad eterna de forma natural en tus conversaciones, o un pasaje de las Escrituras que te parezca significativo, de una manera que no tenga un tono de sermón ni suene autoritario. El estudio de las Escrituras no tiene que ser igual en cada familia. Algunos hijos quizá respondan mejor a estudiar las Escrituras solo con uno de sus padres. Ora y sigue la inspiración del Espíritu.