“15 – 21 febrero. Doctrina y Convenios 14–17: ‘Que seas testigo’”, Ven, sígueme — Para uso individual y familiar Doctrina y Convenios 2021 (2020)
“15 – 21 febrero. Doctrina y Convenios 14–17”, Ven, sígueme — Para uso individual y familiar 2021
15 – 21 febrero
Doctrina y Convenios 14–17
“Que seas testigo”
Los familiares y amigos de José Smith en ocasiones le pedían que pidiera revelación sobre lo que Dios deseaba que ellos hicieran. Al leer esas revelaciones, considere qué dirección tiene Dios para usted.
Anote sus impresiones
Aun cuando la obra de traducción iba progresando bien, para mayo de 1829 la situación en Harmony había llegado a ser más difícil para José, Emma y Oliver. El antagonismo de los vecinos iba en aumento mientras que el apoyo de la familia de Emma iba disminuyendo. Considerando que Harmony ya no era un lugar seguro, Oliver recurrió a un amigo que había expresado interés en la obra de José: David Whitmer. David vivía con sus padres y hermanos en Fayette, Nueva York, a unos 160 kilómetros de distancia. Había conocido a Oliver un año antes, y desde entonces Oliver le había escrito varias cartas, compartiendo sus experiencias al trabajar con el Profeta. Ni David ni ningún integrante de su familia había conocido a José, pero cuando Oliver le pidió si él y José podían mudarse a la casa de los Whitmer para terminar de traducir el Libro de Mormón, los Whitmer de buena gana les abrieron las puertas. El Señor tenía algo más reservado para los Whitmer que simplemente dar alojamiento al Profeta. Tenía cierta instrucción específica para ellos, contenida en Doctrina y Convenios 14–17, y con el tiempo habían de llegar a ser una de las familias primordiales de la Iglesia y testigos del despliegue de la Restauración.
Para saber más en cuanto a la familia Whitmer, véase Santos, tomo I, págs. 68–71.
Ideas para el estudio personal de las Escrituras
Puedo participar en la “obra grande y maravillosa” de Dios.
Cuando conoció a José Smith, David Whitmer era un hombre joven dedicado a su trabajo en la granja de la familia, pero el Señor tenía una labor diferente en mente para David, aun cuando en ciertas maneras era parecida al trabajo en la granja. Al leer Doctrina y Convenios 14:1–4, preste atención a la forma en la que el Señor compara Su obra con el tipo de labor con la que David estaba familiarizado. ¿Qué aprende en cuanto a la obra del Señor en esa comparación?
¿Cómo puede usted “met[er] su hoz”? (versículo 4). Observe las promesas dadas a lo largo de la sección a quienes “procura[n] sacar a luz y establecer […] Sion” (versículo 6).
La palabra de Dios es “viva y poderosa”.
El Señor comparó Su palabra a una “espada de dos filos” (Doctrina y Convenios 14:2). ¿Qué le indica a usted esa comparación en cuanto a la palabra de Dios? Por ejemplo, en qué forma es Su palabra viva, poderosa y cortante? ¿De qué manera ha experimentado el poder de la palabra de Dios?
Considere otras maneras en las que Dios describe Su palabra. Por ejemplo, ¿qué aprende en cuanto a la palabra de Dios en las comparaciones que se hacen en los siguientes pasajes?
La vida eterna es “el mayor de todos los dones de Dios”.
Al leer Doctrina y Convenios 14:7, medite por qué la vida eterna es “el mayor de todos los dones de Dios”. Esta perspectiva del presidente Russell M. Nelson podría ser útil: “… Bajo el gran plan de felicidad de Dios, las familias pueden sellarse en los templos y prepararse para regresar a morar en Su santa presencia para siempre. ¡Eso es la vida eterna!” (“Demos gracias a Dios”, Liahona, mayo de 2012, pág. 77).
Considere agregar al versículo 7 pasajes correlacionados que le ayuden a entender más sobre la vida eterna (véase “Vida eterna” en la Guía para el Estudio de las Escrituras, escrituras.ChurchofJesusChrist.org). ¿Qué aprende que le inspire a esforzarse por lograr la vida eterna?
Llevar almas a Cristo es de gran valor.
John y Peter Whitmer querían saber lo que “sería de mayor valor” en su vida (Doctrina y Convenios 15:4; 16:4). ¿Alguna vez se ha preguntado eso en cuanto a usted mismo? Al leer Doctrina y Convenios 15–16, medite sobre la razón por la que llevar almas a Cristo es de tan grande valor. ¿De qué manera puede invitar almas a Cristo?
Véase también Doctrina y Convenios 18:10–16.
El Señor se vale de testigos para establecer Su palabra.
¿Qué es un testigo? ¿Por qué el Señor se vale de testigos en Su obra? (véase 2 Corintios 13:1). Medite esas preguntas a medida que lea las palabras de Dios a los Tres Testigos que se encuentran en Doctrina y Convenios 17. También podría ser provechoso repasar “El testimonio de Tres Testigos” en el Libro de Mormón. ¿En qué forma ayudan los testigos a realizar los “propósitos justos” de Dios? (versículo 4).
¿Sabía usted que Mary Whitmer también recibió un testimonio de las planchas de oro? El ángel Moroni se las mostró como reconocimiento de los sacrificios que hizo mientras José, Emma y Oliver estaban viviendo en su casa (véase Santos, tomo I, págs. 70–71). ¿Qué aprende usted de la experiencia de ella en cuanto a recibir un testimonio?
Véase también Santos, tomo I, págs. 73–75; Ulisses Soares, “La salida a luz del Libro de Mormón”, Liahona, mayo de 2020, págs. 32–35.
Ideas para el estudio familiar de las Escrituras y la Noche de Hogar
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Doctrina y Convenios 14:1–4.Considere invitar a su familia a encontrar en esos versículos frases relacionadas con el trabajo en una granja. ¿Por qué compararía el Señor Su obra con la cosecha? ¿Qué podemos hacer para ayudar en Su obra?
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Doctrina y Convenios 14:2.La actividad en “Ideas para el estudio personal de las Escrituras” relacionada con este versículo enumera algunos pasajes de las Escrituras sobre la palabra de Dios. Quizá los integrantes de la familia podrían leerlos y compartir lo que aprendan. ¿En qué forma nos inspiran esos pasajes de las Escrituras a “presta[r] atención” a la palabra de Dios?
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Doctrina y Convenios 15:6; 16:6.Esos versículos podrían dar pie a una conversación sobre lo que es de mayor valor para su familia (véase también Doctrina y Convenios 18:10).
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Doctrina y Convenios 17.A su familia quizá le gustaría hacer dibujos de cada uno de los artículos que los Tres Testigos vieron (véase el versículo 1). Al leer la sección 17, busque frases que enseñen sobre la importancia del Libro de Mormón. ¿Cómo podemos ser testigos del Libro de Mormón? Su familia también podría ver el video “A Day for the Eternities” [Un día para las eternidades] (ChurchofJesusChrist.org).
Para ver más ideas sobre la enseñanza de los niños, véase la reseña de esta semana de Ven, sígueme — Para la Primaria.
Canción que se sugiere: “A donde me mandes iré”, Himnos, nro. 175.
Voces de la Restauración
Lucy Mack Smith y los Tres y los Ocho Testigos
El ángel mostró las planchas de oro a José Smith, Oliver Cowdery, David Whitmer y Martin Harris en el bosque cercano a la casa de los Whitmer en Fayette, Nueva York. Los padres de José estaban visitando a los Whitmer en ese momento. Lucy Mack Smith, la madre de José, describió el efecto que esa milagrosa experiencia tuvo en los testigos:
“Era entre las tres y las cuatro de la tarde. La Sra. Whitmer, mi esposo y yo nos encontrábamos en uno de los dormitorios. Yo estaba sentada en un lado de la cama. Al entrar, José se arrojó a mi lado. ‘¡Papá, mamá!’, dijo él, ‘¡no saben lo feliz que estoy! El Señor ha hecho que se mostraran las planchas a tres personas más, aparte de mí. Ellos han visto un ángel, y tendrán que dar testimonio de la veracidad de lo que yo he dicho, pues ahora ellos saben por sí mismos que no ando engañando a la gente. Siento como si se me hubiera liberado de una terrible carga que me resultaba demasiado pesada de soportar; ahora ellos tendrán que sobrellevar una porción, y mi alma se regocija al saber que ya no estoy enteramente solo en el mundo’. Luego llegó Martin Harris. Parecía estar sobrecogido de gozo, y testificó de lo que había visto y oído, al igual que los otros [testigos], Oliver y David. El testimonio de ellos fue el mismo en esencia que el que contiene el Libro de Mormón […].
“Martin Harris, en particular, parecía incapaz de expresar sus sentimientos con palabras. Él dijo: ‘Ahora he visto un ángel del cielo que con certeza ha testificado de la veracidad de todo lo que he escuchado en cuanto al registro, y mis ojos lo han visto [al ángel]. También he visto las planchas y las he tocado con mis manos y puedo testificar de ello a todo el mundo. He recibido un testimonio que no se puede expresar con palabras, que ninguna lengua puede describir, y bendigo a Dios con la sinceridad de mi alma por haber condescendido a hacer de mí, sí, de mí, un testigo de la grandeza de Su obra y designios a favor [de] los hijos de los hombres’. Oliver y David también expresaron junto con él alabanzas solemnes a Dios por Su bondad y misericordia. Nuestro pequeño grupo regresó a casa [en Palmyra, Nueva York] el día siguiente, lleno de alegría y regocijo”1.
Lucy Mack Smith también estuvo presente cuando los Ocho Testigos regresaron de su experiencia:
“Después de que esos testigos regresaron a la casa, el ángel nuevamente se apareció ante José; en ese momento, José entregó las planchas en sus manos [del ángel]. Esa noche tuvimos una reunión, en la que todos los testigos dieron testimonio de los hechos mencionados anteriormente; y toda nuestra familia, incluso Don Carlos [Smith], que tenía solo catorce años de edad, testificó de la veracidad de la dispensación de los últimos días, de que ahora ya se había iniciado plenamente”2.