Doctrina y Convenios 2021
8 – 14 marzo. Doctrina y Convenios 23–26: “Fortalecer a la iglesia”


“8 – 14 marzo. Doctrina y Convenios 23–26: ‘Fortalecer a la iglesia’”, Ven, sígueme — Para uso individual y familiar Doctrina y Convenios 2021 (2020)

“8 – 14 marzo. Doctrina y Convenios 23–26”, Ven, sígueme — Para uso individual y familiar 2021

Emma Smith

8 – 14 marzo

Doctrina y Convenios 23–26

“Fortalecer a la iglesia”

Al leer Doctrina y Convenios 23–26, tome nota de las impresiones que reciba del Espíritu Santo. ¿De qué manera puede aplicar el consejo en esas revelaciones a fin de fortalecer su propio discipulado y también a la Iglesia?

Anote sus impresiones

Después de que la Iglesia fue organizada, los santos afrontaron un nuevo desafío: difundir el Evangelio y fortalecer a quienes ya se habían unido a la Iglesia, todo ello mientras la persecución seguía en aumento. Emma Smith presenció la oposición. En junio de 1830, Emma y miembros de la familia Knight deseaban ser bautizados, pero los enemigos de la Iglesia trataron de perturbar lo que debió haber sido una experiencia sagrada. Primero destruyeron la represa que se había creado a fin de proporcionar agua lo suficientemente profunda para los bautismos. Incluso después de que se hubo reparado la represa, los perseguidores se reunieron para proferir amenazas y burlarse de los que se estaban bautizando. Luego, justo cuando José estaba a punto de confirmar a los nuevos miembros, fue arrestado por perturbar a la comunidad al predicar sobre el Libro de Mormón. Parecía ser un comienzo poco prometedor para la recién restaurada Iglesia del Señor. Pero en medio de esa incertidumbre y agitación, el Señor ofreció preciosas palabras de consejo y ánimo, que representan Su “voz a todos” (Doctrina y Convenios 25:16).

Véase también Santos, tomo I, págs. 91–92, 96–99.

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Ideas para el estudio personal de las Escrituras

Doctrina y Convenios 23–26

Puedo ayudar a fortalecer la Iglesia del Señor.

Actualmente, casi 200 años después de que la Iglesia restaurada fue organizada, la necesidad de “fortalecer a la iglesia” continúa (Doctrina y Convenios 23:3–5). Y esta labor no es solo para José Smith, Oliver Cowdery o los líderes actuales de la Iglesia; es para todos nosotros. Durante su estudio de Doctrina y Convenios 23–26, medite sobre el consejo que el Señor dio a los primeros miembros de la Iglesia para ayudarles a fortalecer la Iglesia. ¿Qué considera que el Señor desea que usted haga para participar en ese esfuerzo?

Doctrina y Convenios 24

El Salvador puede elevarme “de [mis] aflicciones”.

El dirigir a la Iglesia durante una época de intensa persecución debió haber sido una carga pesada para José Smith. Busque las palabras de aliento del Señor para él en Doctrina y Convenios 24.

¿Qué le indican los siguientes pasajes de las Escrituras en cuanto a la forma en la que el Salvador puede elevarlo a usted de sus aflicciones?

Doctrina y Convenios 24:1–3 

Doctrina y Convenios 24:8 

Doctrina y Convenios 121:7–8 

Isaías 40:28–31 

Mosíah 24:14–15 

¿En qué forma le ha elevado Jesucristo de sus aflicciones? ¿Qué puede hacer para seguir buscando Su ayuda durante los momentos difíciles?

Jesús sana a personas

Él sanó a muchos de diversas enfermedades, por J. Kirk Richards.

Doctrina y Convenios 25

Emma Smith es “una dama elegida”.

Cuando Emma Hale se casó con José Smith, probablemente sabía que se le requeriría hacer sacrificios. Actuó en contra de los deseos de su padre e intercambió una vida relativamente cómoda por una vida de incertidumbre. Quizá se haya preguntado lo que el Señor esperaba de ella en la obra de la Restauración. Busque las respuestas que el Señor dio en Doctrina y Convenios 25. Fíjese en las palabras del Señor en el versículo 16. ¿Encuentra algo en esta sección que sienta que es Su “voz a [usted]”?

Véase también “Una dama elegida”, video, ChurchofJesusChrist.org; “Eres una dama elegida”, Revelaciones en contexto, págs. 36–43; Joy D. Jones, “Un llamamiento especialmente noble”, Liahona, mayo de 2020, págs. 15–18.

5:18

Doctrina y Convenios 26:2

¿Qué es el común acuerdo?

Cuando los miembros reciben llamamientos u ordenaciones al sacerdocio en la Iglesia, tenemos la oportunidad de sostenerlos formalmente al levantar la mano como muestra de apoyo. El principio de demostrar apoyo y consentimiento en público se llama común acuerdo. Tal como el presidente Gordon B. Hinckley enseñó: “La práctica del sostenimiento es mucho más que el rito de levantar la mano; es el compromiso de sostener, de apoyar y de ayudar a quienes han sido elegidos” (“Esta obra está dedicada a la gente”, Liahona, julio de 1995, pág. 57).

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Ideas para el estudio familiar de las Escrituras y la Noche de Hogar

Doctrina y Convenios 23:6.¿Por qué desea el Señor que oremos “con [nuestra] familia, y entre [nuestros] amigos, y en todo lugar”? ¿Qué nos enseña la canción “Allí donde hay amor” (Canciones para los niños, págs. 102–103) —u otra canción que hable de la oración— en cuanto al poder de la oración?

Véanse también 2 Nefi 32:8–9; 3 Nefi 18:18–23.

Doctrina y Convenios 24:8.¿Sería provechoso para su familia hablar sobre lo que significa ser “paciente en las aflicciones”? Si tienen niños pequeños, podría ser divertido repetir el experimento que describió el presidente Dieter F. Uchtdorf en “Continuemos con paciencia” (Liahona, mayo de 2010, pág. 56; véase también el video en ChurchofJesusChrist.org). ¿Qué nos enseña Doctrina y Convenios 24:8 sobre la paciencia? ¿En qué forma nos ayuda el Señor a ser pacientes en las aflicciones?

Doctrina y Convenios 25:11–12.Quizá podrían cantar el himno o canción favorita de cada integrante de la familia y hablar sobre la razón por la que es su “canto del corazón”. ¿En qué sentido son esas canciones como “una oración para [Dios]”?

Doctrina y Convenios 26:2.Podría ser provechoso buscar “Común acuerdo” en la Guía para el Estudio de las Escrituras (escrituras.ChurchofJesusChrist.org). ¿En qué forma demostramos apoyo a nuestros líderes?

Para ver más ideas sobre la enseñanza de los niños, véase la reseña de esta semana de Ven, sígueme — Para la Primaria.

Canción que se sugiere: “Alza al cielo el son”, Canciones para los niños, pág. 124 (véase “Ideas para mejorar el estudio familiar de las Escrituras”).

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Voces de la Restauración

Emma Hale Smith

Las palabras del Señor a Emma Smith que están registradas en Doctrina y Convenios 25 revelan lo que sentía Él por ella y las contribuciones que ella podía hacer a Su obra. Pero, ¿cómo era Emma? ¿Qué sabemos de su personalidad, de la relación que tenía con otras personas, de sus fortalezas? Una de las maneras de llegar a conocer a esta “dama elegida” (Doctrina y Convenios 25:3) es leer las palabras de personas que la conocieron personalmente.

Emma Smith

Emma Smith, por Lee Greene Richards.

José Smith, su esposo

José Smith

“… qué indecible deleite y qué éxtasis de gozo me llenó el pecho aquella noche, al tomar de la mano a mi amada Emma, mi esposa, la esposa de mi juventud y la escogida de mi corazón. Muchas fueron las reflexiones que cruzaron mi mente al contemplar por un momento las varias escenas por las que fuimos llamados a pasar, las fatigas y los trabajos, las aflicciones y los sufrimientos, y los gozos y consuelos que, de vez en cuando, atravesaron nuestra senda y coronaron nuestra vida. ¡Ah!, qué combinación de pensamientos me llenaron la mente en aquel momento, al verla otra vez allí, sin importar cuántas pruebas tengamos, fuerte, firme, resuelta, ¡mi inquebrantable y amorosa Emma!”1.

Lucy Mack Smith, su suegra

Lucy Mack Smith

“Era entonces joven y, con la ambición natural que la caracterizaba, todo su corazón estaba volcado a la obra del Señor, y no tenía ningún interés excepto la Iglesia y la causa de la verdad. Cualquier cosa que sus manos hallaran para hacer, la hacía con su fuerza y no hacía la egoísta pregunta: ‘¿Recibiré un beneficio mayor que los demás?’. Si se enviaba a los élderes a predicar, ella era la primera en ofrecer sus servicios a fin de ayudar a proveer ropa para su viaje, fueran cuales fueran sus propias privaciones”2.

“Jamás en mi vida he visto a una mujer que soporte todo tipo de fatigas y de dificultades, mes tras mes y año tras año, con esa valentía, ese fervor y esa paciencia inquebrantables, como siempre lo ha hecho ella; porque yo sé todo lo que ha tenido que soportar; que ha sido zarandeada en el océano de la incertidumbre; que ha hecho frente a la tempestad de la persecución y resistido el embate de la furia de hombres y diablos, hasta que ha quedado sumergida en un mar de dificultades, lo que [hubiera] vencido a casi cualquier otra mujer”3.

Joseph Smith, padre, su suegro

La bendición patriarcal de Emma, pronunciada por Joseph Smith, padre, quien servía como patriarca de la Iglesia:

“Emma, mi nuera, eres bendecida del Señor por tu verdad y fidelidad; serás bendecida con tu esposo y te regocijarás en la gloria que vendrá sobre él. Tu alma ha sido afligida a causa de la iniquidad de los hombres al procurar la destrucción de tu compañero, y toda tu alma se ha entregado en oración pidiendo su liberación; regocíjate, pues el Señor tu Dios ha escuchado tu súplica.

“Te has acongojado por la dureza de corazón de la casa de tu padre, y has ansiado su salvación. El Señor tendrá respeto por tus clamores, y por Sus juicios causará que algunos de ellos reconozcan su insensatez y se arrepientan de sus pecados; pero será por aflicción que serán salvados. Verás muchos días; sí, el Señor te librará hasta que estés satisfecha, porque verás a tu Redentor. Tu corazón se regocijará en la gran obra del Señor, y nadie te quitará tu regocijo.

“Siempre recordarás la gran condescendencia de tu Dios al permitirte que acompañaras a mi hijo cuando el ángel entregó el registro de los nefitas a su cuidado. Has visto mucho pesar porque el Señor se ha llevado a tres de tus hijos. En esto no tienes culpa, porque Él conoce tus deseos puros de criar a una familia, para que el nombre de mi hijo sea bendecido. Y ahora, he aquí, te digo, que así dice el Señor, que si crees, todavía serás bendecida en esto y darás a luz a otros hijos, para el gozo y satisfacción de tu alma, y para el regocijo de tus amigos.

“Serás bendecida con entendimiento, y tendrás poder para instruir a las de tu sexo. Enseña a tu familia la rectitud, y a tus pequeños el modo de vida, y los ángeles santos velarán por ti, y serás salva en el Reino de Dios; así sea. Amén”4.

Emma Smith con sus hijos

Emma Smith con sus hijos. Tiempo de reír, por Liz Lemon Swindle.

Emma Smith escribiendo

Los himnos de Emma, por Liz Lemon Swindle.