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7 – 13 enero. Mateo 1; Lucas 1: ‘Hágase conmigo conforme a tu palabra’


“7 – 13 enero. Mateo 1; Lucas 1: ‘Hágase conmigo conforme a tu palabra’” Ven. Sígueme — Para uso individual y familiar Nuevo Testamento 2019 (2019)

“7 – 13 enero. Mateo 1; Lucas 1”, Ven, sígueme — Para uso individual y familiar 2019

María y Elisabet

7 – 13 enero

Mateo 1; Lucas 1

“Hágase conmigo conforme a tu palabra”

Al leer Mateo 1 y Lucas 1 y meditar en ello, anote las impresiones espirituales que reciba. ¿Qué verdades doctrinales encuentra? ¿Qué mensajes serán de mayor valor para usted y su familia? Las ideas de estudio de esta reseña le ayudarán a descubrir conocimientos adicionales.

Anote sus impresiones

Era imposible desde una perspectiva terrenal. Una mujer virgen no podía concebir. Tampoco podría hacerlo una mujer estéril que había pasado hace mucho la edad de procrear. Mas Dios tenía un plan para que Su Hijo y Juan el Bautista nacieran, por lo que María y Elisabet se convirtieron en madres contra todo pronóstico terrenal. Sería útil recordar sus milagrosas experiencias cuando nos enfrentemos a algo que parezca imposible. ¿Podemos superar nuestras debilidades? ¿Podemos tocar el corazón de un miembro de la familia que no responde al Evangelio? Fácilmente, Gabriel podría haberse dirigido a nosotros cuando le recordó a María: “Ninguna cosa es imposible para Dios” (Lucas 1:37). Y la respuesta de María podría ser la nuestra cuando Dios nos revele Su voluntad: “Hágase conmigo conforme a tu palabra” (Lucas 1:38).

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Ideas para el estudio personal de las Escrituras

Los Evangelios de Mateo y Lucas

¿Quiénes eran Mateo y Lucas?

Mateo era un publicano, o un recolector de impuestos judío a quien Jesús llamó como uno de Sus apóstoles (véase Mateo 10:3; véase en la Guía para el Estudio de las Escrituras, “Publicanos”). Mateo escribió su Evangelio primordialmente para sus compatriotas judíos; por ello, él eligió destacar las profecías del Antiguo Testamento acerca del Mesías que se vieron cumplidas en la vida y el ministerio de Jesús.

Lucas era un médico gentil (no judío) que viajó con el apóstol Pablo. Él escribió su Evangelio después de la muerte del Salvador y lo dirigió principalmente a una audiencia que no era judía. Él testificó de Jesucristo como el Salvador tanto de los gentiles como de los judíos. Él registró lo que relataban los testigos de los acontecimientos de la vida del Salvador e incluyó más relatos en los que participaron mujeres, en comparación con los demás Evangelios.

Véanse también en la Guía para el Estudio de las Escrituras, “Evangelios”, “Mateo”, “Lucas”.

Mateo 1:18–25; Lucas 1:28–35

¿Por qué fue necesario que el Salvador naciera de una madre mortal y un Padre inmortal?

El presidente Russell M. Nelson explicó que la expiación de Jesucristo “exigía que un Ser inmortal, no sujeto a la muerte, se ofreciera en sacrificio; pero también debía morir y volver a tomar Su cuerpo. El Salvador era el único que podía llevar a cabo esto, pues había heredado de Su madre la facultad de morir y de Su Padre el poder sobre la muerte” (“La constancia en medio del cambio”, Liahona, enero de 1994, pág. 39).

Lucas 1:5–25, 57–80

Las bendiciones de Dios vienen en Su propio tiempo.

Por las razones que hayan sido, el tiempo del Señor significó que Elisabet y Zacarías recibieran la bendición que deseaban, la de tener su hijo, mucho más tarde de lo que esperaban. Si lleva tiempo esperando una bendición, o si pareciera que Dios no escucha sus oraciones, la historia de Elisabet y Zacarías le servirá para recordar que Dios no se ha olvidado de usted. Él tiene un plan para usted, y Él siempre cumple Sus promesas a Sus santos fieles. Tal como prometió el élder Jeffrey R. Holland: “Algunas bendiciones nos llegan pronto, otras llevan más tiempo, y otras no se reciben hasta llegar al cielo; pero para aquellos que aceptan el evangelio de Jesucristo, siempre llegan” (“Sumo sacerdote de los bienes venideros”, Liahona, enero de 2000, pág. 45). ¿Cómo permanecieron fieles Zacarías y Elisabet? (véase Lucas 1:5–25, 57–80). ¿Está esperando una bendición? ¿Qué cree que el Señor espera de usted mientras está esperando?

¿Qué mensajes adicionales tendrá el Señor para usted en este relato?

Elisabet y Zacarías con Juan siendo bebé

Después de esperar con fe, Elisabet y Zacarías fueron bendecidos con un hijo.

Mateo 1:18–25; Lucas 1:26–38

Los fieles se someten a la voluntad de Dios.

Al igual que María, a veces descubrimos que los planes de Dios para nuestra vida difieren mucho de lo que habíamos planeado. ¿Qué aprende de la disposición de María de aceptar la voluntad de Dios? En las siguientes tablas, anote las declaraciones del ángel y de María (véase Lucas 1:26–38), junto con los mensajes que encuentre en sus declaraciones.

La palabras del ángel a María

Mensaje para mí

La palabras del ángel a María

“El Señor es contigo” (versículo 28).

Mensaje para mí

El Señor está al tanto de mi situación y de mis luchas.

La palabras del ángel a María

Mensaje para mí

La palabras del ángel a María

Mensaje para mí

La reacción de María

Mensaje para mí

La reacción de María

“¿Cómo será esto?” (versículo 34).

Mensaje para mí

Está bien hacer preguntas cuando no entiendo algo.

La reacción de María

Mensaje para mí

La reacción de María

Mensaje para mí

De la lectura del ejemplo de rectitud de José, en Mateo 1:18–25, ¿qué aprende en cuanto a aceptar la voluntad de Dios? ¿Qué podría aprender de las experiencias de Zacarías y Elisabet? (véase Lucas 1).

Véanse también Mosíah 3:19; Lucas 22:42; Helamán 10:4–5; Guía para el Estudio de las Escrituras, “Gabriel”.

Lucas 1:46–55

María testifica de la misión de Jesucristo.

Las palabras de María en Lucas 1:46–55 predijeron varios aspectos de la misión del Salvador. ¿Qué aprende acerca de Jesucristo de las declaraciones de María? ¿Qué conocimientos adicionales adquiere acerca de las bendiciones que el Salvador ofrece al comparar estos versículos con las palabras de Ana en 1 Samuel 2:1–10 y con las Bienaventuranzas de Jesús en Mateo 5:4–12? ¿Qué le enseña el Espíritu conforme medita en esos conocimientos?

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Ideas para el estudio familiar de las Escrituras y la Noche de Hogar

Al leer las Escrituras con su familia, el Espíritu le ayudará a saber qué principios debe enfatizar y analizar a fin de cubrir las necesidades de su familia. A continuación, presentamos algunas sugerencias:

Mateo 1:1–17

Mientras su familia lee la genealogía de Jesús, podría explicar que allí se ve que Su linaje real se remonta al rey David, a través de José. Este linaje es importante porque se había profetizado que el Mesías vendría por medio del linaje de David (véase Jeremías 23:5–6). Esta podría ser una buena oportunidad para analizar su historia familiar personal y compartir algunas historias de sus antepasados. ¿En qué sentido el conocer acerca de su historia familiar bendice a su familia?

Mateo 1:20; Lucas 1:13 30

¿Por qué pueden haber sentido temor las personas de estos versículos? ¿Qué nos hace sentir temor? ¿De qué modo podría pedirnos Dios “no [temer]”?

Lucas 1:37

Para ayudar a su familia a edificar su fe en que “ninguna cosa es imposible para Dios”, podrían escudriñar juntos Lucas 1 y buscar cosas que hizo Dios que podrían considerarse imposibles. ¿Qué otros relatos podrían compartir ellos, bien sea de las Escrituras o de sus propias vidas, en los que Dios haya hecho lo que parecían ser cosas imposibles? Mirar el Libro de obras de arte del Evangelio podría darles ideas.

Para consultar más ideas para enseñar a los niños, vea la reseña de esta semana de Ven, sígueme—Para la Primaria.

Cómo mejorar nuestra enseñanza

Aplicar las Escrituras a nuestras vidas. Luego de leer un pasaje de las Escrituras, pídale a los miembros de la familia que lo apliquen a su vida (véase Enseñar a la manera del Salvador, pág.21). Por ejemplo, ¿cómo podemos poner en práctica lo que aprendemos de las reacciones de las personas en Mateo 1 y Lucas 1 sobre cómo responder al llamado del Señor?

Gabriel se aparece ante María

Bendita tú entre las mujeres, por Walter Rane.