“18 – 24 septiembre. 2 Corintios 8–13: ‘Dios ama al dador alegre’”, Ven, sígueme — Para uso individual y familiar: Nuevo Testamento 2023 (2022)
“18 – 24 septiembre. 2 Corintios 8–13”, Ven, sígueme — Para uso individual y familiar: 2023
18 – 24 septiembre
2 Corintios 8–13
“Dios ama al dador alegre”
Anotar las impresiones espirituales le ayudará a recordar lo que aprende durante su estudio de las Escrituras. Puede escribir en un diario de estudio, agregar notas en los márgenes de las Escrituras y en la aplicación Biblioteca del Evangelio o hacer una grabación de audio de sus pensamientos.
Anote sus impresiones
¿Qué haría si se enterara de que una congregación de santos en otro lugar estuviera sufriendo por la pobreza? Esa fue la situación que describió Pablo a los santos de Corinto en 2 Corintios 8–9. Esperaba persuadir a los santos de Corinto a que donaran algo de su abundancia a los santos necesitados, pero, más allá del pedido de donativos, las palabras de Pablo también contienen verdades profundas acerca del acto de dar: “Cada uno dé como propuso en su corazón, no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre” (2 Corintios 9:7). En la actualidad, aún hay santos en todo el mundo que necesitan ayuda. A veces, lo único que podemos hacer por ellos es ayunar y donar ofrendas de ayuno. En otros casos, nuestra dádiva puede ser más directa y personal. Independientemente de cómo hagamos nuestros sacrificios, merece la pena examinar nuestras motivaciones al dar. ¿Son nuestros sacrificios expresiones de amor? Después de todo, el amor es lo que hace al dador alegre.
Ideas para el estudio personal de las Escrituras
Puedo compartir alegremente lo que poseo para bendecir a los pobres y necesitados
Hay muchas personas necesitadas en el mundo; ¿cómo podemos marcar una diferencia? El élder Jeffrey R. Holland dio este consejo: “… [R]icos o pobres, debemos ‘hacer lo que podamos’ cuando los demás tienen necesidad [véase Marcos 14:6, 8] […]. [Dios] los ayudará y guiará hacia actos caritativos de discipulado si, de manera diligente, desean, oran y buscan la manera de cumplir con un mandamiento que Él nos ha dado una y otra vez” (“¿No somos todos mendigos?”, Liahona, noviembre de 2014, pág. 41).
Lea 2 Corintios 8:1–15; 9:6–15, y tome nota de los principios que enseñó Pablo acerca del cuidado de los pobres y necesitados. ¿Qué inspiración siente en cuanto al consejo de Pablo? Usted puede orar para pedir guía en cuanto a lo que puede hacer para bendecir a alguien necesitado. Asegúrese de anotar las impresiones que reciba y actúe en consecuencia.
Véanse también Mosíah 4:16–27; Alma 34:27–29; Russell M. Nelson, “El segundo gran mandamiento”, Liahona, noviembre de 2019, págs. 96–100; Henry B. Eyring, “¿No es [este] más bien el ayuno que yo escogí?”, Liahona, mayo de 2015, págs. 22–25.
2 Corintios 11:1–6, 13–15; 13:5–9
“Examinaos a vosotros mismos, para ver si estáis en la fe”
Hoy en día, al igual que en los días de Pablo, hay quienes procuran alejarnos “de la sencillez que es en Cristo” (2 Corintios 11:3). Por esa razón es crucial hacer lo que Pablo sugirió: “Examinaos a vosotros mismos, para ver si estáis en la fe” (2 Corintios 13:5). Podría comenzar ese proceso pensando en lo que significa “estar en la fe”. ¿Cómo se puede saber si se está en la fe? Busque oportunidades de autoevaluarse.
Como parte de su examen, también podría meditar en la frase “la sencillez que es en Cristo” (2 Corintios 11:3). ¿Cómo ha hallado sencillez en Cristo y en Su evangelio? ¿Cómo podrían sus “sentidos de alguna manera [ser] desviados de [esa] sencillez”? ¿Qué consejo útil encuentra en 2 Corintios 11:1–6, 13–15?
Considere además este consejo del presidente Dieter F. Uchtdorf: “… [S]i alguna vez piensan que el Evangelio no funciona tan bien para ustedes, los invito a que den un paso atrás, observen su vida desde un plano más alto y simplifiquen su enfoque hacia el discipulado. Enfóquense en las doctrinas, principios y aplicaciones básicos del Evangelio. Les prometo que Dios los guiará y bendecirá en su camino hacia una vida plena; y el Evangelio definitivamente funcionará mejor para ustedes” (véase “¡Funciona de maravilla!”, Liahona, noviembre de 2015, pág. 22).
La gracia del Salvador basta para ayudarme a hallar fortaleza en mi debilidad
No sabemos cuál era el “aguijón en la carne” de Pablo, pero todos tenemos nuestros propios aguijones que desearíamos que Dios quitara de nuestra vida. Piense en sus aguijones al leer 2 Corintios 12:5–10 y medite en lo que aprende acerca de Jesucristo en esos versículos. ¿Qué enseñó Pablo en esos versículos sobre las pruebas y las debilidades? ¿Qué cree que signifique que baste la gracia de Dios para usted?
Véanse también Mosíah 23:21–24; 24:10–15; Éter 12:27; Moroni 10:32–33.
Ideas para el estudio familiar de las Escrituras y la noche de hogar
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2 Corintios 8–9.¿Qué hallamos en estos capítulos que nos inspire a tender la mano a los pobres y a otros necesitados? Esta podría ser una buena ocasión para planear un acto de servicio como familia a favor de alguien necesitado.
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2 Corintios 9:6–7.¿Conoce su familia a alguien que pueda describirse como un “dador alegre”? ¿Cómo podemos servir a otros con mayor alegría? Los miembros más jóvenes de la familia podrían hacer placas que digan: “Soy un dador alegre”. Podrían entregarlas a los integrantes de la familia cada vez que los vean servirse los unos a los otros alegremente.
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2 Corintios 10:3–7.¿De qué manera podría enseñar a su familia sobre nuestra “lucha” contra la iniquidad? ¿Disfrutaría su familia de construir una muralla o una fortaleza con sillas y mantas? Aquello podría dar pie a un análisis de cómo desechar las cosas que nos apartan de Dios y cómo “lleva[r] cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo”. ¿Cuáles son las “armas” espirituales que empleamos para controlar nuestros pensamientos? (véase Efesios 6:11–18).
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2 Corintios 11:3.¿Qué puede hacer su familia para centrarse mejor en “la sencillez que es en Cristo”?
Para consultar más ideas sobre la enseñanza de los niños, véase la reseña de esta semana de Ven, sígueme — Para la Primaria.
Canción que se sugiere: “El arroyito da”, Canciones para los niños, págs. 116–117.