31 julio – 6 agosto

Hechos 22–28

“Ministro y testigo”

Conforme lea relatos del ministerio del apóstol Pablo en Hechos 22–28, busque principios que sean significativos para los niños a quienes enseña.

Invitar a compartir

Ponga a la vista imágenes que pudieran recordar a los niños relatos de Hechos 22–28, tales como la celda de una cárcel, un barco y una víbora. Invite a los niños a compartir algún relato que sepan sobre Pablo que se relacione con esas imágenes.

Enseñar la doctrina: Niños pequeños

Hechos 23:10–11

El Padre Celestial y Jesucristo se preocupan por mí y me ayudarán en los momentos difíciles

El aprender sobre la forma en que el Salvador ayudó a Pablo puede edificar la fe de los niños en que el Padre Celestial y Jesús se preocupan por ellos.

Posibles actividades

• Comparta el relato de Hechos 23:10–11 de cuando el Salvador visita a Pablo en la prisión, o bien, muestre el video “Sed de buen ánimo” (LaIglesiadeJesucristo.org), que es una representación de ese relato. Hable sobre alguna ocasión en la que haya tenido una prueba y haya recibido guía y consuelo de Dios. Pida a los niños que mencionen ocasiones en las que hayan sentido que Dios los consoló.

• Ayude a los niños a memorizar lo que Jesús le dijo a Pablo: “Ten ánimo”. Invítelos a pensar en alguien a quien puedan invitar a tener ánimo, quizá alguien que esté triste o preocupado.

• Entone una canción con los niños que hable de ser feliz, como “Sonrisas” (Canciones para los niños, pág. 128).

Al igual que Pablo, podemos decidir dar nuestro testimonio del Salvador

Hechos 26:1–29

Puedo compartir mi testimonio con los demás

El repasar el testimonio de Pablo ante el rey Agripa puede ayudar a los niños a aprender cómo compartir lo que saben que es verdad.

Posibles actividades

• Lleve una corona de papel a la clase y permita que un niño se la ponga y haga de cuenta que es el rey Agripa. Invite a otro niño a ponerse de pie ante el rey, a fin de representar a Pablo, mientras usted hace un resumen del testimonio de Pablo y la reacción del rey Agripa, que se encuentra en Hechos 26:1–29 (véase “Capítulo 63: Pablo termina su misión”, en Relatos del Nuevo Testamento, págs. 162–166, o el video correspondiente en LaIglesiadeJesucristo.org). Explique que podemos expresar nuestro testimonio a los demás, tal como Pablo lo hizo.

• Pida a los niños que escuchen mientras usted canta o lee una canción que hable del testimonio, tal como “Dios vive” (Canciones para los niños, pág. 8). Invítelos a levantar la mano cuando escuchen algo que sepan que es verdad. Podría ser conveniente entonar la canción varias veces; invite a los niños a cantarla con usted una vez que se hayan familiarizado con la letra. Ayúdeles a practicar compartir su testimonio de lo que sepan que es verdad.

• Utilice la hoja de actividades de esta semana para ayudar a los niños a pensar en algo que podrían decir cuando compartan su testimonio (si necesitan ideas, véanse los Artículos de Fe). Invítelos a compartir su testimonio con alguien de su familia.

Hechos 27

Los profetas me advierten del peligro

Considere cómo el relato del naufragio de Pablo puede enseñar a los niños que los profetas ven peligros físicos y espirituales que nosotros no vemos.

Posibles actividades

• Invite a los niños a hacer de cuenta que están en un barco que está naufragando a causa de una tormenta. Lea la advertencia que Pablo da a las personas, la cual se encuentra en Hechos 27:9–10, y comparta el relato del naufragio que ocurrió porque no escucharon su advertencia (véase Hechos 27:11, 39–44). Muestre una lámina del Presidente de la Iglesia y dé su testimonio de que nos puede advertir de peligros espirituales.

• Coloque varias imágenes u objetos en el salón que representen cosas que los profetas nos hayan enseñado a hacer para ser más como Jesús, tales como amar a los demás o ser bautizados. Como clase, caminen por el salón y deténganse en cada imagen u objeto para hablar sobre cómo el seguir las enseñanzas del profeta nos ayuda a estar a salvo.

Enseñar la doctrina: Niños mayores

Hechos 23:10–11; 27:18–25; 28:1–6

Cuando afronto adversidad, Dios no me abandona

A lo largo de las pruebas que Pablo pasó, el Señor estuvo con él. ¿Cómo puede ayudar a los niños a aplicar las experiencias de Pablo en su propia vida?

Posibles actividades

• Valiéndose de Hechos 23:10, explique que Pablo fue enviado a prisión debido a que enseñaba a las personas sobre Jesús. Luego lea con los niños Hechos 23:11, o bien, muestre el video “Sed de buen ánimo” (LaIglesiadeJesucristo.org), que es una representación de ese relato. ¿Por qué razón podía Pablo “ten[er] ánimo” aun cuando estaba en prisión?

• Escriba en la pizarra Hechos 23:10–11; Hechos 27:18–25 y Hechos 28:1–6. Muestre imágenes de una cárcel, un barco y una víbora, e invite a los niños a repasar esos versículos y a relacionarlos con las imágenes. En cada uno de esos relatos, ¿cómo le demostró el Señor a Pablo que estaba con él? Narre una experiencia en la que el Señor haya estado con usted durante un tiempo difícil y hable de la forma en que eso fortaleció su testimonio de Él. Aliente a los niños a que también relaten experiencias.

Hechos 26

Puedo compartir mi testimonio de Jesucristo con valentía

El valor que Pablo demostró al compartir su testimonio puede ayudar a los niños a ser valientes cuando compartan el suyo.

Posibles actividades

• Seleccione versículos de Hechos 26 para leer con los niños a fin de ayudarles a entender lo que Pablo dijo al rey Agripa sobre sus experiencias (como los versículos 9–16) y lo que enseñó sobre Jesucristo (como los versículos 18, 23). También podría mostrar una parte del video “Pablo: Un instrumento escogido” (LaIglesiadeJesucristo.org). ¿Por qué el hablar de esas cosas ante el rey podría haber atemorizado a Pablo? Invite a los niños a hacer una lista de algunos principios del Evangelio que sepan que son verdaderos. Pídales que piensen en alguien que conozcan que necesite escuchar su testimonio de esas verdades.

• Invite a los niños a utilizar la hoja de actividades de esta semana para escribir algo que podrían decir cuando compartan su testimonio.

Hechos 27

Los profetas me advierten del peligro

Los niños pueden escuchar los mensajes de los profetas vivientes y reconocer sus advertencias. ¿Cómo puede ayudar a los niños a aprender a prestar atención a esas advertencias?

Posibles actividades

• Recorte un pedazo de papel que tenga forma de barco en piezas de rompecabezas. Invite a los niños a escribir en las piezas las advertencias que Pablo dio en Hechos 27:9–11 y a armar el rompecabezas. ¿Por qué la gente no escuchó a Pablo? (véase el versículo 11). Invite a los niños a leer los versículos 18–20 y 40–44 para averiguar lo que sucedió como resultado de ello. (Explique que debido a que la gente siguió el consejo posterior de Pablo de permanecer en el barco, nadie murió en el naufragio; véanse los versículos 30–32). ¿Qué podemos aprender de esa experiencia en cuanto a seguir al profeta?

• Lleve un mensaje del Presidente de la Iglesia de la conferencia general más reciente y comparta con los niños las advertencias o consejos que haya dado. Invite a los niños a pensar en formas en las que puedan seguir al profeta.

• Puede mostrar el video, en ingles, “Blessed and Happy Are Those Who Keep the Commandments of God” (ChurchofJesusChrist.org).  ¿Cómo son los profetas como el hombre de los binoculares?

Alentar el aprendizaje en el hogar

Pida a los niños que utilicen lo que hayan aprendido acerca de Pablo para alentar a su familia a estudiar los mensajes más recientes del profeta y a analizar de qué manera pueden seguir su consejo.

Cómo mejorar nuestra enseñanza

Utilizar los sentidos. “La mayoría de los niños (y adultos) aprenden mejor si hacen uso de varios sentidos. Busque maneras de ayudar a los niños a emplear el sentido de la vista, del oído y del tacto al aprender. ¡Habrá incluso situaciones en las que podrá encontrar la manera de incluir el sentido del olfato y del gusto!” (véase Enseñar a la manera del Salvador, pág. 25).