“Apéndice B: Cómo preparar a los niños para toda una vida en la senda de los convenios de Dios”, Ven, sígueme — Para la Primaria: Nuevo Testamento 2023 (2022)
“Apéndice B”, Ven, sígueme — Para la Primaria: Nuevo Testamento 2023
Apéndice B
Cómo preparar a los niños para toda una vida en la senda de los convenios de Dios
En los meses que tienen cinco domingos, se anima a los maestros de la Primaria a reemplazar la reseña programada de Ven, sígueme del quinto domingo por una o más de estas actividades de aprendizaje.
Principios y ordenanzas del evangelio de Jesucristo
La doctrina de Cristo nos enseña la forma de regresar a Dios
Cuando Jesucristo se apareció al pueblo de las Américas, les enseñó Su doctrina. Él dijo que podemos entrar al Reino de Dios si tenemos fe, nos arrepentimos, somos bautizados, recibimos el Espíritu Santo y perseveramos hasta el fin (véanse 3 Nefi 11:31–40; Doctrina y Convenios 20:29). Las actividades que figuran a continuación pueden ayudarle a enseñar a los niños que estos principios y ordenanzas nos ayudarán a acercarnos más al Salvador a lo largo de nuestra vida.
Para aprender más en cuanto a la doctrina de Cristo, véase 2 Nefi 31.
Posibles actividades
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Entregue a los niños láminas que representen la fe en Jesucristo, el arrepentimiento, el bautismo y la confirmación (véase Libro de obras de arte del Evangelio, nros. 1, 111, 103 y 105). Lea a los niños o recite con ellos el cuarto Artículo de Fe y pídales que sostengan en alto sus láminas cuando se mencione ese principio u ordenanza. Ayúdelos a entender la forma en que cada uno de esos principios y ordenanzas nos ayudan a llegar a ser más como el Padre Celestial y Jesucristo.
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¿De qué manera puede ayudar a los niños a entender que la fe, el arrepentimiento, el bautismo y la confirmación no son acontecimientos de una sola vez, sino que influyen en nuestro crecimiento espiritual a lo largo de la vida? Por ejemplo, podría mostrarles una imagen de una semilla y un árbol grande (o dibujarlos en la pizarra). Invítelos a pensar en cosas que ayudan a la semilla a crecer hasta convertirse en un gran árbol, tales como el agua, la tierra y la luz del sol. Ayúdeles a darse cuenta de que esas son cosas como las que hacemos para acercarnos más a Dios a lo largo de la vida: edificar nuestra fe en Jesucristo, arrepentirnos todos los días, vivir nuestros convenios bautismales y escuchar al Espíritu Santo.
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Relate a los niños la historia sobre el petardo que se encuentra en el mensaje del élder Dale G. Renlund titulado “¿Cómo puede el arrepentimiento ayudarme a sentirme feliz?” (Liahona, diciembre de 2017, págs. 70–71,ChurchofJesusChrist.org). En diversos momentos durante la historia, invítelos a pensar en cómo se habría sentido el élder Renlund. ¿Por qué sentimos gozo cuando nos arrepentimos? Exprese a los niños el gozo y el amor que usted ha sentido cuando le ha pedido al Padre Celestial que lo perdone.
4:36
El bautismo
Jesucristo me dio el ejemplo cuando fue bautizado
Aun cuando Jesús no cometió ningún pecado, fue bautizado para dar un ejemplo perfecto de obediencia al Padre Celestial (véase 2 Nefi 31:6–10).
Para aprender más en cuanto al bautismo, véanse Doctrina y Convenios 20:37; Temas del Evangelio, “Bautismo”, topics.ChurchofJesusChrist.org.
Posibles actividades
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Muestre una lámina del bautismo del Salvador y del bautismo de otra persona (o bien, véase Libro de obras de arte del Evangelio, nro. 35 y nros. 103 o 104). Pida a los niños que expresen cuáles son las diferencias y las semejanzas entre las dos láminas. Lean juntos Mateo 3:13–17 o “Capítulo 10: El bautismo de Jesús” en Relatos del Nuevo Testamento, págs. 26–29, o vean el video correspondiente en ChurchofJesusChrist.org. Permita que los niños señalen cosas en las láminas que se mencionan en la lectura o en el video. Hábleles sobre el amor que usted le tiene al Salvador y el deseo que tiene de seguirlo a Él.
1:54 -
Escuchen o entonen una canción que hable del bautismo, tal como “Cuando Jesús se bautizó” (Liahona, febrero de 2015, pág. 73). ¿Qué aprendemos acerca del bautismo en la canción? Lea 2 Nefi 31:9–10 e invite a los niños a prestar atención a fin de descubrir por qué Jesucristo fue bautizado. Invítelos a hacer un dibujo de ellos mismos en el día de su bautismo.
Puedo escoger hacer un convenio con Dios y ser bautizado
Prepararse para el bautismo significa mucho más que prepararse para un evento. Significa prepararse para hacer un convenio y luego guardarlo durante toda la vida. Medite sobre cómo puede ayudar a los niños a entender el convenio que harán con el Padre Celestial cuando sean bautizados, el cual incluye las promesas que Él les hace a ellos y las que ellos le hacen a Él.
Posibles actividades
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Explique que un convenio es una promesa entre una persona y el Padre Celestial. A medida que nos esforzamos por guardar las promesas que le hemos hecho a Dios, Dios promete bendecirnos. Anote en la pizarra Mis promesas a Dios y Las promesas que Dios me hace a mí. Lean juntos Mosíah 18:10, 13 y Doctrina y Convenios 20:37, y ayude a los niños a elaborar una lista de las promesas que encuentren bajo los encabezamientos correspondientes (véase también Dallin H. Oaks, “Tu convenio bautismal”, Amigos, febrero de 2021, págs. 2–3). Hable con los niños de la manera en que el Padre Celestial le ha bendecido al esforzarse usted por guardar su convenio bautismal.
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Muestre a los niños imágenes de cosas que Jesucristo hizo cuando estuvo en la tierra (para ver algunos ejemplos, véase Libro de obras de arte del Evangelio, nros. 33–49). Permítales que hablen sobre lo que Jesús está haciendo en cada imagen. Lea Mosíah 18:8–10, 13 e invite a los niños a prestar atención a fin de determinar lo que prometen hacer cuando son bautizados (véase también “El convenio bautismal”, Liahona, febrero de 2019, suplemento Amigos, pág. A3). ¿De qué manera influirán esas promesas en nuestras acciones todos los días? Invite a los niños a hacer un dibujo de ellos mismos ayudando a alguien de la manera en que Jesús lo haría; o bien, podría elaborar un distintivo sencillo con el nombre del Salvador que los niños se puedan poner.
Confirmación
Cuando soy confirmado, llego a ser miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días
Llegar a ser miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días conlleva muchas bendiciones, incluso oportunidades para que los niños sean participantes activos en la obra de Dios.
Para aprender en cuanto a la confirmación y el don del Espíritu Santo, véanse Gary E. Stevenson, “¿Cómo te ayuda el Espíritu Santo?”, Liahona, mayo de 2017, págs. 117–120; Temas del Evangelio, “Espíritu Santo”, topics.ChurchofJesusChrist.org.
Posibles actividades
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Invite a alguien que haya sido bautizado y confirmado recientemente a venir a la clase y compartir cómo fue la experiencia de ser confirmado. ¿Qué significado tiene para esa persona llegar a ser miembro de La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días? Ayude a los niños a pensar en maneras en que puedan guardar su convenio bautismal como miembros de la Iglesia (tales como prestar servicio a los demás, invitar a otras personas a aprender más en cuanto a Jesús, hacer oraciones en las reuniones, etc.). Exprese cómo el hacer esas cosas le ha ayudado a sentir el gozo de ser miembro de la Iglesia de Cristo.
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Muestre una lámina del pueblo junto a las aguas de Mormón (véase Libro de obras de arte del Evangelio, nro. 76) y pida a los niños que describan lo que ven en la imagen. Relate la historia de cuando Alma y su pueblo fueron bautizados en ese lugar (véanse Mosíah 18:1–17; “Capítulo 15: Alma enseña y bautiza”, Historias del Libro de Mormón, págs. 43–44, o el video correspondiente en ChurchofJesusChrist.org). Repase Mosíah 18:8–9 e invite a los niños a hacer movimientos que les ayuden a recordar lo que las personas estuvieron dispuestas a hacer como miembros de la Iglesia de Cristo. Comparta una experiencia en la que haya sido testigo de cómo los miembros de la Iglesia prestan servicio de esas maneras.
2:5
Cuando soy confirmado, recibo el don del Espíritu Santo
Cuando somos bautizados y confirmados, el Padre Celestial promete que “siempre p[odemos] tener su espíritu [con nosotros]” (Doctrina y Convenios 20:77). Ese maravilloso don de Dios se llama el don del Espíritu Santo.
Posibles actividades
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Lea Doctrina y Convenios 33:15 y pida a los niños que presten atención a fin de determinar cuál es el don especial que el Padre Celestial nos da cuando somos bautizados y confirmados. A fin de contribuir a que aprendan más en cuanto a la forma en que el don del Espíritu Santo los ayudará, repasen juntos Juan 14:26; Gálatas 5:22–23; 2 Nefi 32:5; 3 Nefi 27:20. También podrían repasar el artículo “El Espíritu Santo es…” (Liahona, junio de 2019, suplemento Amigos, págs. A12–A13).
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Antes de la clase, pida a los padres de uno o más de los niños que compartan cómo han sido bendecidos gracias a que tienen el don del Espíritu Santo. ¿Cómo les ayuda el Espíritu? ¿Cómo escuchan Su voz?
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Entonen juntos una canción que hable sobre el Espíritu Santo, tal como “El Espíritu Santo” (Canciones para los niños, pág. 56). Ayude a los niños a entender lo que la canción enseña sobre cómo el Espíritu Santo nos puede ayudar.
El Espíritu Santo puede hablarme de muchas maneras
Los niños que puedan reconocer la voz del Espíritu estarán preparados para recibir revelación personal que los guíe a lo largo de su vida. Enséñeles que hay muchas maneras en que el Espíritu Santo nos puede hablar.
Posibles actividades
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Ayude a los niños a pensar en diferentes maneras en que podríamos hablar con un amigo que vive lejos, tales como escribir una carta, enviar un correo electrónico o hablar por teléfono. Enséñeles que el Padre Celestial puede hablarnos por medio del Espíritu Santo. Utilice el mensaje del presidente Dallin H. Oaks titulado “¿De qué manera nos habla el Padre Celestial?” para ayudar a los niños a entender las diferentes maneras en que el Espíritu Santo puede hablarnos a la mente y al corazón (Liahona, marzo de 2020, suplemento Amigos, págs. A2–A3).
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Comparta una experiencia en la que el Espíritu Santo se haya comunicado con usted, ya sea mediante pensamientos en su mente o por medio de un sentimiento en su corazón (véase Doctrina y Convenios 6:22–23; 8:2–3; véase también Henry B. Eyring, “Abre el corazón al Espíritu Santo”, Liahona, agosto de 2019, suplemento Amigos, págs. A2–A3). Testifique a los niños que el Espíritu Santo puede ayudarlos de maneras similares.
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Ayude a los niños a pensar en ocasiones en las que pueden haber sentido el Espíritu; por ejemplo, cuando cantaron una canción que hablaba del Salvador o cuando hicieron algo amable por otras personas. Ayúdeles a reconocer los sentimientos espirituales que el Espíritu Santo brinda. ¿Por qué creen que el Espíritu Santo nos da esos sentimientos? Ayude a los niños a pensar en lo que tenemos que hacer para escuchar al Espíritu Santo cuando nos habla. Comente lo que usted hace para escuchar más claramente al Espíritu.
La Santa Cena
Cuando tomo la Santa Cena, recuerdo el sacrificio del Salvador y renuevo mis convenios
El Salvador nos dio la Santa Cena para ayudarnos a recordar el sacrificio que Él hizo por nosotros y para renovar nuestros convenios. Gracias a esa ordenanza semanal, podemos continuar disfrutando las bendiciones de nuestro bautismo a lo largo de la vida.
Para aprender más, véanse Mateo 26:26–30; 3 Nefi 18:1–12; Doctrina y Convenios 20:77, 79.
Posibles actividades
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Invite a los niños a colorear “Jesús instituye la Santa Cena entre los nefitas” en Libro para colorear de relatos de las Escrituras: Libro de Mormón, 2019, pág. 26. Pídales que señalen con el dedo lo que las personas están pensando en la ilustración. Léales partes de 3 Nefi 18:1–12 o “Capítulo 45: Jesucristo enseña sobre la Santa Cena y la oración”, Historias del Libro de Mormón, págs. 126–127, o vean el video correspondiente en ChurchofJesusChrist.org. ¿Qué podemos hacer para recordar a Jesucristo durante la Santa Cena?
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Pida a los niños que le digan algunas cosas que siempre deben recordar hacer, tales como atarse los cordones de los zapatos o lavarse las manos antes de comer. ¿Por qué es importante recordar esas cosas? Léales Moroni 4:3 e invítelos a prestar atención a fin de determinar lo que prometemos que siempre recordaremos cuando tomamos la Santa Cena. ¿Por qué es importante recordar a Jesucristo? Ayude a los niños a entender cómo el pan y el agua de la Santa Cena nos ayudan a recordar lo que Jesús ha hecho por nosotros (véanse Moroni 4:3; 5:2).
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En la pizarra, escriba “Yo prometo ”. Lea a los niños las oraciones sacramentales (véase Doctrina y Convenios 20:77, 79). Cuando escuchen una promesa que le hacemos a Dios, haga una pausa y ayúdeles a completar la oración de la pizarra con la promesa que escucharon. Ayúdeles a entender que cuando tomamos la Santa Cena, hacemos las mismas promesas que hicimos cuando fuimos bautizados.
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¿Qué significa tomar sobre nosotros el nombre de Jesucristo? Para ayudar a los niños a responder esa pregunta, dé un ejemplo de algo en lo que ponemos nuestro nombre. ¿Por qué ponemos nuestro nombre en esas cosas? ¿Por qué querría Jesucristo poner Su nombre en nosotros? Considere compartir esta explicación del presidente Russell M. Nelson: “Tomar sobre nosotros el nombre del Salvador incluye declarar y testificar a otras personas —mediante nuestras acciones y nuestras palabras— que Jesús es el Cristo” (“El nombre correcto de la Iglesia”, Liahona, noviembre de 2018, pág. 88).
El poder, la autoridad y las llaves del sacerdocio
Dios bendice a Sus hijos mediante el poder del sacerdocio
Todos los hijos de Dios —hombres y mujeres, jóvenes y mayores— reciben el poder de Dios conforme guardan los convenios que han hecho con Él. Hacemos esos convenios cuando recibimos ordenanzas del sacerdocio tales como el bautismo (véase Manual General: Servir en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, 3.5, ChurchofJesusChrist.org).
Para aprender más, véanse Russell M. Nelson, “Tesoros espirituales”, Liahona, noviembre de 2019, págs. 76–79; “Los principios del sacerdocio”, capítulo 3 del Manual General.
Posibles actividades
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Ayude a los niños a notar las bendiciones que reciben gracias al sacerdocio. Para darles algunas ideas, podría mostrar el video “Las bendiciones del sacerdocio” (ChurchofJesusChrist.org). Considere hacer una lista de esas bendiciones en la pizarra. ¿Por qué son importantes para nosotros esas bendiciones? Testifique que recibimos esas bendiciones gracias a Jesucristo y a Su poder del sacerdocio.
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Escriba los siguientes encabezamientos en la pizarra: Poder de Dios y Poder y autoridad de Dios dados a los hombres en la tierra. Pida a los niños que coloquen imágenes bajo el primer encabezamiento que nos ayuden a entender cómo Dios ha utilizado Su poder para bendecirnos, por ejemplo, al crear el mundo, al guiarnos y dirigirnos, al demostrarnos que nos ama y nos conoce y al escuchar y contestar nuestras oraciones (véase Libro de obras de arte del Evangelio, nros. 3, 68, 90, 111). Pídales que pongan imágenes bajo el segundo encabezamiento que nos ayuden a entender la forma en que hombres dignos en la tierra utilizan el poder y la autoridad de Dios para bendecirnos, por ejemplo, al bendecir a los enfermos, bautizar, confirmar, administrar la Santa Cena y sellar a las familias (véase Libro de obras de arte del Evangelio, nros. 46, 104, 105, 107, 120). Exprese por qué se siente agradecido por el sacerdocio y las bendiciones que brinda.
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Una de las principales maneras en que recibimos las bendiciones del poder de Dios en nuestra vida es mediante las ordenanzas del sacerdocio (véase Doctrina y Convenios 84:20). Para ayudar a los niños a aprender esa verdad, podría hacer una lista de los siguientes pasajes de las Escrituras en la pizarra: 3 Nefi 11:21–26, 33 (bautismo); Moroni 2 (confirmación); Moroni 4–5 (Santa Cena). Cada niño podría escoger uno de los pasajes y determinar qué ordenanza describe. Invite a los niños a compartir la manera en que han sido personalmente bendecidos al recibir las ordenanzas del sacerdocio.
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Ayude a los niños a entender que recibirán poder de Dios conforme se bauticen y guarden su convenio bautismal. Pregúnteles de qué manera ese poder podría ayudarles.
La obra de Dios se dirige por medio de llaves del sacerdocio y se lleva a cabo mediante la autoridad del sacerdocio
Los varones miembros de la Iglesia que sean dignos pueden ser ordenados a un oficio del sacerdocio. Además, cuando una persona es apartada para un llamamiento o cuando se le da la asignación de ayudar en la obra de Dios, él o ella puede ejercer autoridad delegada del sacerdocio. El uso de toda autoridad del sacerdocio en la Iglesia es dirigido por personas que poseen llaves del sacerdocio, tales como el presidente de estaca, el obispo y los presidentes de cuórum. Las llaves del sacerdocio son la autoridad para dirigir el uso del sacerdocio al llevar a cabo la obra del Señor.
Posibles actividades
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Lea junto con los niños Marcos 3:14–15 y muéstreles una imagen del acontecimiento que allí se describe (tal como el Libro de obras de arte del Evangelio, nro. 38). Pregúnteles si alguna vez han visto a alguien ser ordenado a un oficio del sacerdocio o ser apartado para un llamamiento (o cuénteles las experiencias que usted haya tenido). ¿En qué sentido se asemeja eso a lo que el Salvador hizo con Sus apóstoles? Ayude a los niños a enumerar en la pizarra oficios del sacerdocio o llamamientos que los miembros de la Iglesia pueden recibir, tales como maestro o líder de una organización. Junto a cada oficio o llamamiento, podría anotar lo que una persona que tenga ese oficio o llamamiento tiene la autoridad para hacer. Diga a los niños cómo le ha ayudado a servir el haber sido apartado por alguien bajo la dirección de las llaves del sacerdocio.
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Invite a los niños a pensar en algo para lo que se necesite una llave, tal como un auto o una puerta. ¿Qué sucede si uno no tiene la llave? Lean juntos Doctrina y Convenios 65:2 y exprese su testimonio sobre la importancia de tener llaves del sacerdocio en la tierra. También podrían ver el video “Where Are the Keys?” [solo en inglés] (ChurchofJesusChrist.org) y buscar lo que el élder Stevenson enseña sobre las llaves del sacerdocio.
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Pida a alguien del barrio que posea llaves que vaya a la clase y comparta con los niños lo que poseer llaves del sacerdocio significa. Invítelo a describir sus responsabilidades. ¿Qué aspectos de la obra del Señor dirige? ¿De qué manera lo ayuda el Salvador?
El templo y el plan de felicidad
El templo es la Casa del Señor
Los templos son parte del plan que nuestro Padre Celestial tiene para Sus hijos. En los templos hacemos convenios sagrados con Él, somos investidos con poder del sacerdocio, recibimos revelación, llevamos a cabo ordenanzas por nuestros antepasados fallecidos y somos sellados a nuestra familia por la eternidad. Todo ello es posible gracias a Jesucristo y Su sacrificio expiatorio.
¿De qué manera puede contribuir a que los niños a quienes enseña reconozcan el carácter sagrado de la Casa del Señor y se preparen para ser dignos de participar en las ordenanzas del templo? Considere repasar estos recursos: Doctrina y Convenios 97:15–17; Russell M. Nelson, “Palabras de clausura”, Liahona, noviembre de 2019, págs. 120–122; “¿Por qué los Santos de los Últimos Días construyen templos”, temples.ChurchofJesusChrist.org.
Posibles actividades
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Ponga a la vista una o más láminas de templos y pregunte a los niños qué es lo que hace que el templo sea un lugar especial. Señale que en cada templo se encuentra esta inscripción: “Santidad al Señor: La Casa del Señor”. Pregúnteles qué piensan que significa “Santidad al Señor”. ¿Por qué al templo se le llama la Casa del Señor? ¿Qué nos enseña eso acerca del templo? Si algunos de los niños han ido a un templo, también podrían expresar cómo se sintieron cuando estuvieron allí. Si usted ha estado en el templo, comparta de qué manera ha sentido allí la presencia del Señor y hable sobre la razón por la que el templo es un lugar sagrado para usted.
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Lean juntos Doctrina y Convenios 97:15–17. Pida a los niños que presten atención a fin de determinar lo que el Señor espera de aquellos que entren en Su santa casa. ¿Por qué debemos ser dignos para entrar en Su casa? Como parte de esta conversación, hable con los niños sobre las recomendaciones para el templo, incluso cómo se recibe una. Podría invitar a un miembro del obispado a que les cuente cómo es la entrevista para obtener una recomendación para el templo y las preguntas que se hacen en ella.
En el templo hacemos convenios con Dios
El presidente Russell M. Nelson enseñó: “Jesucristo nos invita a seguir la senda de los convenios de regreso a casa con nuestros Padres Celestiales y con aquellos a quienes amamos” (“Ven, sígueme”, Liahona, mayo de 2019, pág. 91). Ayude a los niños a entender que la senda de los convenios incluye el bautismo, la confirmación y la investidura y el sellamiento del templo.
Posibles actividades
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Pida a los niños que le ayuden a repasar el convenio que hacemos con Dios cuando somos bautizados y que renovamos cuando participamos de la Santa Cena (véanse Mosíah 18:10; Doctrina y Convenios 20:77, 79). Muestre una lámina de un templo y explique que el Padre Celestial tiene más bendiciones que desea darnos en el templo.
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Dibuje una puerta que conduce a una senda. Pregunte a los niños por qué piensan que es útil tener una senda por la cual caminar. Lean juntos 2 Nefi 31:17–20, donde Nefi compara el convenio del bautismo con una puerta y nos invita a continuar en la senda después del bautismo. Hay más convenios que hacer después del bautismo, entre ellos los convenios que se hacen en el templo. Explique que el presidente Nelson ha llamado esa senda la “senda de los convenios”.
En el templo, podemos ser bautizados y confirmados por antepasados que han fallecido
El evangelio de Jesucristo hace posible que todos los hijos de Dios regresen a vivir con Él, aun cuando mueran sin conocer el Evangelio. En el templo podemos ser bautizados y confirmados miembros de la Iglesia de Jesucristo a favor de ellos.
Posibles actividades
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Hable sobre alguna ocasión en la que alguien haya hecho algo por usted que usted no podía hacer por sí mismo. Invite a los niños a relatar experiencias similares. Explique que, cuando vamos al templo, podemos recibir ordenanzas sagradas como el bautismo a favor de otras personas que han fallecido. ¿En qué sentido somos como Jesús cuando estamos llevando a cabo la obra por los muertos? ¿Qué ha hecho Él por nosotros que no podíamos hacer por nosotros mismos?
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Invite a uno o más jóvenes que hayan sido bautizados a favor de sus antepasados a compartir sus vivencias. Pregúnteles cómo fue su experiencia en el templo y aliéntelos a hablar sobre cómo se sintieron al realizar esa obra a favor de sus antepasados.
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Dibuje un árbol en la pizarra, que incluya las raíces y las ramas. Pida a los niños que piensen en qué sentido la familia es como un árbol. Rotule las raíces Antepasados, las ramas Descendientes y el tronco del árbol Tú. Lean juntos esta oración de Doctrina y Convenios 128:18: “Pues sin ellos [nuestros antepasados] nosotros no podemos perfeccionarnos, ni ellos pueden perfeccionarse sin nosotros”. Haga preguntas como las siguientes: “¿Por qué necesitamos a nuestros antepasados? ¿Por qué nuestros antepasados nos necesitan a nosotros? ¿De qué manera nos han ayudado nuestros padres, abuelos y otros antepasados?”. Invite a los niños a buscar en el resto de Doctrina y Convenios 128:18 una frase que describa cómo podemos ayudar a nuestros antepasados.
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Considere trabajar con los padres de cada niño a fin de encontrar el nombre de un antepasado que el niño pueda llevar al templo (véase FamilySearch.org).