Ilustración de cuando Cristo se aparece a los nefitas, por Andrew Bosley.

12 – 18 octubre

3 Nefi 20–26

“Sois los hijos del convenio”

Permita que el Espíritu guíe su estudio de 3 Nefi 20–26. Él le ayudará a determinar los principios que podrían ser particularmente significativos para las personas a las que enseña.

Anote sus impresiones

Invitar a compartir

Después de leer juntos las palabras del Salvador en 3 Nefi 23:1, podría preguntar a los miembros de la clase qué buscaban al leer las Escrituras durante esta semana. ¿Qué encontraron?

Enseñar la doctrina

3 Nefi 20:25–41; 21:9–11, 22–29

En los últimos días, Dios llevará a cabo una obra grande y maravillosa.

• El Salvador habló de “una obra grande y maravillosa” (3 Nefi 21:9) que Su Padre haría en los últimos días. Tal vez los miembros de la clase podrían compartir lo que hayan aprendido acerca de esa obra conforme estudiaban esos capítulos en casa. Preguntas como estas podrían inspirar un análisis: ¿Qué dijo el Salvador que sucedería en un día futuro? (véanse particularmente 3 Nefi 20:30–32, 39–41; 21:22–29). ¿Por qué llamó a esa obra “grande” y “maravillosa”? ¿Qué evidencias vemos de que esa obra se está llevando a cabo? ¿Cómo participamos en ella?

• Para ayudar a los miembros de la clase a ver de qué manera José Smith ayudó a cumplir la obra grande y maravillosa del Señor, podría mostrar una imagen del Profeta e invitar a la clase a leer 3 Nefi 21:9–11, en busca de palabras y frases que les recuerden la vida y el ministerio de José Smith. Por ejemplo, ¿de qué forma el Señor “le otorgó poder para que… lleve [el Evangelio] a los gentiles”? (versículo 11). ¿Por qué es importante saber que el ministerio de José Smith fue predicho por el Salvador? (véase también 2 Nefi 3).

• Para ayudar a los miembros de la clase a verse a ellos mismos en la obra grande predicha en esos capítulos, también podrían leer juntos 3 Nefi 20:25–27. Si es necesario, podría señalar que al hacer convenios con el Señor, llegamos a ser la posteridad de Abraham. Como descendientes de Abraham, ¿cómo podemos bendecir a “todas las familias de la tierra”? (versículo 25). Los miembros de la clase podrían reflexionar en esa pregunta conforme lean la declaración del presidente Russell M. Nelson que se encuentra en “Recursos adicionales” y compartir sus ideas.

3 Nefi 23; 26:1–12

El Señor desea que escudriñemos las Escrituras.

• ¿Qué revelan las interacciones que el Salvador tuvo con los nefitas en cuanto a lo que Él siente hacia las Escrituras? Para ayudar a los miembros de la clase a averiguarlo, podría pedir a la mitad de ellos que lea 3 Nefi 23 y a la otra mitad que lea 3 Nefi 26:1–12; después, podrían compartir entre ellos lo que encontraron. También podrían intercambiar ideas sobre la forma en que podemos mostrar al Señor que las Escrituras son importantes para nosotros. Por ejemplo, ¿cuál es la diferencia entre escudriñar las Escrituras y solamente leerlas? (véase 3 Nefi 23:1).

3 Nefi 24:1–6

El Señor es como fuego purificador.

• Podría mejorar el análisis de 3 Nefi 24:1–6 con ayudas visuales. Por ejemplo, podría mostrar una moneda de plata o jabón mientras los miembros de la clase lean los versículos para averiguar la forma en que esos objetos se relacionan con el Salvador y Su misión. También podría compartir con la clase la explicación del refinamiento de la plata y del jabón de lavadores que se encuentra en “Recursos adicionales”. O bien, podría mostrar el video “El fuego purificador” (ChurchofJesusChrist.org). ¿De qué manera es el Señor “como fuego purificador y como jabón de lavadores”? (versículo 2). ¿Qué nos enseñan esos ejemplos acerca de la forma en que el Salvador nos purifica?

3 Nefi 24:7–18

Dios es misericordioso con quienes se vuelven a Él.

• Podría señalar que las enseñanzas sobre el diezmo que se encuentran en 3 Nefi 24:8–12 son respuestas a la pregunta que está en el versículo 7: “¿En qué hemos de volvernos [al Señor]?”. ¿Qué relación existe entre “volvernos [al Señor]” y pagar el diezmo? Los miembros de la clase podrían compartir la manera en que hayan recibido las bendiciones mencionadas en los versículos 10–12 conforme hayan pagado el diezmo. ¿Cómo podrían ser de utilidad esas verdades para una persona a quien se le dificulte pagar el diezmo?

• ¿Qué actitud descrita en 3 Nefi 24:13–15 se encuentra a menudo en el mundo de hoy? Inste a los miembros de la clase a que compartan lo que le dirían a una persona que considere que aquellos que no guardan los mandamientos llevan una vida más fácil o mejor. Según 3 Nefi 24, ¿cómo bendice el Señor a los que lo sirven? También podría animarlos a encontrar ejemplos en 3 Nefi 22 (véanse también Mosíah 2:41; Alma 41:10).

3 Nefi 25:5–6

Nuestro corazón se debe volver a nuestros antepasados

• Para ilustrar el concepto de volver el corazón a nuestros antepasados, podría pedir a un miembro de la clase que le dé la espalda a la clase y que describa de memoria a las personas presentes (dónde están sentadas, qué ropa llevan puesta, etc.). Después, esa persona podría voltearse hacia la clase y volver a intentarlo. ¿Qué nos enseña este ejemplo en cuanto al concepto de volver el corazón a nuestros antepasados por medio de la obra del templo y de historia familiar? Después de leer 3 Nefi 25:5–6, tal vez los miembros de la clase podrían compartir de qué manera se ha vuelto su corazón a sus antepasados. También podría invitar al consultor de templo e historia familiar del barrio a que les presente algunas herramientas para trabajar en la historia familiar. ¿Cómo se relaciona esa obra con el recogimiento de Israel descrito por el presidente Russell M. Nelson en “Recursos adicionales”?

Alentar el aprendizaje en el hogar

En 3 Nefi 27–4 Nefi leemos sobre el “pueblo más dichoso entre todos los que habían sido creados por la mano de Dios” (4 Nefi 1:16). Sugiera a la clase que la lectura de esos capítulos podría ayudarnos a aprender a hallar felicidad para nosotros y nuestra familia.

Recursos adicionales

Pueden formar parte de algo grandioso.

El presidente Russell M. Nelson declaró:

“Ciertamente estos son los últimos días, y el Señor está acelerando Su obra para recoger a Israel. Ese recogimiento es lo más importante que se está llevando a cabo hoy en la tierra. Nada se le compara en magnitud, nada se le compara en importancia, nada se le compara en majestad. Y si eligen hacerlo, si lo desean, pueden formar gran parte de él. Pueden formar parte de algo grandioso, algo espectacular, ¡algo majestuoso!

“Cuando hablamos del recogimiento, simplemente estamos diciendo esta verdad fundamental: cada uno de los hijos de nuestro Padre Celestial, a ambos lados del velo, merece escuchar el mensaje del evangelio restaurado de Jesucristo…

“¡Piensen en ello! De todas las personas que han vivido en el planeta tierra, nosotros somos los que participaremos en este último y grandioso recogimiento. ¡Qué gran emoción!…

“Ese recogimiento debería significar todo para ustedes. Esta es la misión para la cual fueron enviados a la tierra” (“Juventud de Israel”, devocional mundial para los jóvenes, 3 de junio de 2018, broadcasts.ChurchofJesusChrist.org).

El refinamiento y la purificación.

La plata se encuentra en depósitos mezclada con otros minerales. En la antigüedad, un refinador de plata extraía ese metal colocando el mineral que se sacaba de la mina en un horno que se calentaba a temperaturas extremas. Eso causaba que la escoria (las impurezas o los minerales no deseados) emergieran a la superficie del mineral fundido. El refinador quitaba las escorias para dejar la plata pura, la cual se podía distinguir por su brillo característico.

Un lavador era una persona que limpiaba y blanqueaba telas. La tela se sumergía en agua mezclada con jabón de lavadores, el cual estaba hecho para quitar aceite y suciedad. Mientras la tela estaba en remojo, el lavador la golpeaba o la sacudía para quitarle las impurezas (véase “Refiner’s Fire and Fuller’s Soap”, New Era, junio de 2016, págs. 6–7).

Cómo mejorar nuestra enseñanza

Al enseñar, enfóquese en las personas, no en las lecciones. “La forma en que trata a las personas es tan importante como aquello que les enseña. A veces, el estar muy preocupados por la presentación de la lección puede impedirnos expresar amor por las personas a quienes enseñamos. Si ese es el caso, piense en cómo podría centrarse en lo más importante” (Enseñar a la manera del Salvador, pág. 6).