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23 – 29 diciembre. Apocalipsis 12–22: ‘El que venciere heredará todas las cosas’


“23 – 29 diciembre. Apocalipsis 12–22: ‘El que venciere heredará todas las cosas’” Ven, sígueme — Para la Escuela Dominical Nuevo Testamento 2019 (2019)

“23 – 29 diciembre. Apocalipsis 12–22”, Ven, sígueme — Para la Escuela Dominical 2019

Jesucristo saludando a las personas en Su Segunda Venida

La ciudad eterna, por Keith Larson

23 – 29 diciembre

Apocalipsis 12–22

“El que venciere heredará todas las cosas”

¿Qué le enseña la batalla entre el bien y el mal que se describe en Apocalipsis sobre la importancia de seguir a Cristo aquí en la tierra? Después de meditar en ese principio, considere las necesidades de los miembros de la clase. ¿Qué verdades que se hallan en Apocalipsis podrían ayudarles a tomar decisiones rectas?

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Invitar a compartir

Ahora que los miembros de la clase han terminado de estudiar el Nuevo Testamento, anímelos a que compartan sus ideas sobre el mismo. ¿Cómo ha fortalecido su testimonio el estudio de las Escrituras?

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Enseñar la doctrina

Apocalipsis 12:7–11

Vencimos a Satanás “por medio de la sangre del Cordero y de la palabra de [nuestro] testimonio”.

  • Aprender sobre la guerra en los cielos nos ayuda a comprender mejor la vida en la tierra. Los miembros de la clase podrían leer Traducción de José Smith, Apocalipsis 12:7–11 (en el apéndice de la Biblia) y señalar la manera en que vencimos a Satanás y sus huestes en la guerra en los cielos. ¿Qué otras perspectivas podemos adquirir en la sección sobre la guerra en los cielos que se encuentra en la Guía para el Estudio de las Escrituras? (topics.lds.org). ¿Qué detalles aprendemos, los cuales nos ayuden a vencer al adversario durante nuestra vida mortal?

  • ¿Qué significa que el Cordero “fue inmolado desde el principio del mundo”? (Apocalipsis 13:8; véase también Apocalipsis 5:6). Considere ayudar a los miembros de la clase a buscar respuestas leyendo Mosíah 3:13 y Moisés 7:47. ¿Qué significa vencer a Satanás “por medio de la sangre del Cordero”? Apocalipsis 12:11).

Apocalipsis 17–18

Debemos apartarnos de la iniquidad del mundo.

  • No resulta nada placentero leer sobre la iniquidad de Babilonia y su caída en Apocalipsis 17–18; no obstante, nos instruye debido a que Babilonia puede ser el símbolo del mundo inicuo en el que vivimos en la actualidad. Tal vez podría dividir esos capítulos entre grupos pequeños de personas y pedirles que busquen respuestas a preguntas como estas: ¿Por qué la gente se siente atraída hacia Babilonia o hacia lo mundano? ¿Por qué es peligrosa Babilonia? ¿Qué sucederá con Babilonia? ¿Qué advertencias nos hizo Juan para ayudarnos a evitar el destino de Babilonia?

  • Después de leer Apocalipsis 18:4, tal vez los miembros de la clase deseen analizar la manera en que podemos “[salir] de” Babilonia y “no [ser] partícipes de sus pecados”. Por ejemplo, ¿qué pasajes de las Escrituras o mensajes de los líderes de la Iglesia nos han ayudado a resistir las tentaciones de Babilonia, o del mundo? Considere ver el video “Atrévete a lo correcto aunque solo estés” o “Apartémonos del mundo” (LDS.org), o bien, leer la cita del élder Quentin L. Cook que se encuentra en “Recursos adicionales”. ¿Qué ideas pueden compartir los miembros de la clase sobre la forma de aplicar los dos principios que menciona el élder Cook? ¿En qué sentido “[salimos}” de Babilonia? (véase, por ejemplo: D. y C. 133:12–14). ¿Qué podemos hacer para alentar a los demás a hacer lo mismo?

Apocalipsis 19:5–20:15

Podemos prepararnos para la Segunda Venida del Señor y para el Día del Juicio.

  • A la Segunda Venida de Jesucristo con frecuencia se le llama “el día grande y terrible de Jehová” (Joel 2:31), y según Apocalipsis 19–20, esa parece ser una buena descripción. Considere anotar en la pizarra algunos de los acontecimientos que se describen en Apocalipsis 19:5–20:15. Invite a los miembros de la clase a que busquen los versículos que explican esos acontecimientos. ¿Por qué se les llama a esos eventos grandes y terribles? ¿Qué aprendemos en esos versículos en cuanto al Salvador y a los que le siguen? ¿Qué podemos hacer ahora para estar entre los que se regocijarán al momento de Su venida?

  • Para inspirar un análisis sobre el libro de la vida, podría invitar a los miembros de la clase a que elaboren un libro sencillo doblando una hoja de papel en cuatro partes. Después ellos podrían leer Apocalipsis 20:12–15, meditar en lo que deseen que se escriba de ellos en el libro de la vida y anotar esas cosas en su libro. (En “Recursos adicionales” se encuentran definiciones del “libro de la vida”). ¿Cómo nos sentiríamos si se nos llamara ante el trono de Dios hoy? Considere utilizar el mensaje del élder Jörg Klebingat “Acerquémonos al trono de Dios con confianza” (Liahona, noviembre de 2014, págs. 34–37) como parte del análisis. También podrían repasar el mensaje del élder Jeffrey R. Holland “Sed, pues, vosotros perfectos… con el tiempo” (Liahona, noviembre de 2017, págs. 40–42). ¿Qué aportan esos mensajes al análisis sobre prepararse para el Día del Juicio?

Apocalipsis 21:1–22:5

Si somos fieles, seremos bendecidos con gloria celestial.

  • A pesar de que se profetiza que los últimos días estarán llenos de iniquidad y peligro, la recompensa que Juan vio para los fieles sobrepasa por mucho la tribulación que la precede. A fin de ayudar a los miembros de la clase a explorar esta hermosa conclusión, podría invitarlos a que repasen Apocalipsis 21:1–22:5 y que se fijen en frases que les inspiren a esforzarse por alcanzar la gloria celestial. ¿Qué promesas se hacen a los fieles? ¿Cómo nos ayuda esa descripción a afrontar nuestros retos y tribulaciones actuales?

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Alentar el aprendizaje en el hogar

Para alentar a los miembros de la clase a estudiar el Libro de Mormón el próximo año, de forma individual y familiar, comparta algunas de estas promesas proféticas.

Presidente Gordon B. Hinckley: “Sin reservas les prometo que, si cada uno de ustedes sigue ese sencillo programa, sin tener en cuenta cuántas veces hayan leído antes el Libro de Mormón, recibirán personalmente y en su hogar una porción mayor del Espíritu del Señor, se fortalecerá su resolución de obedecer los mandamientos de Dios y tendrán un testimonio más fuerte de la realidad viviente del Hijo de Dios” (“Un testimonio vibrante y verdadero”, Liahona, agosto de 2005, pág. 6).

Presidente Thomas S. Monson: “… imploro que cada día todos estudiemos y meditemos en el Libro de Mormón con espíritu de oración. Al hacerlo, estaremos en condiciones de oír la voz del Espíritu, resistir la tentación, superar la duda y el temor, y recibir la ayuda del cielo en nuestras vidas” (“El poder del Libro de Mormón”, Liahona, mayo de 2017, pág. 87).

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Recursos adicionales

Apocalipsis 12–22

Escoger la rectitud en lugar de la iniquidad de Babilonia.

El élder Quentin L. Cook enseñó:

“No podemos evitar el mundo. Una existencia en el aislamiento no es la solución. En un sentido positivo, nuestra contribución al mundo forma parte de nuestro desafío y resulta esencial para que desarrollemos nuestros talentos. Los miembros de la Iglesia deben participar en el mundo de manera positiva. ¿Cómo podemos entonces poner un equilibrio entre la necesidad de realizar aportaciones positivas al mundo y el no sucumbir a los pecados del mundo? (véase D. y C. 25:10; D. y C. 59:9.) Hay dos principios que tendrán un gran impacto.

“1. Hagan saber a los demás que son Santos de los Últimos Días dedicados… 

“2. Tengan confianza en sus creencias y vivan de acuerdo con ellas” (“Lecciones del Antiguo Testamento: Estar en el mundo sin ser del mundo”, Liahona, febrero de 2006, págs. 40–41).

El libro de la vida.

Filipenses 4:3; Apocalipsis 3:5; 17:8; 2 Nefi 29:11; Alma 5:58; Doctrina y Convenios 127:6–7, 9; 128:6–7.

“En un sentido, el libro de la vida es la suma total de los pensamientos y de los hechos de una persona: la historia de su vida. En otro sentido, las Escrituras también indican que se lleva un registro celestial de los fieles, en el cual se han inscrito sus nombres y un relato de sus obras justas en la tierra” (Guía para el Estudio de las Escrituras, “Libro de la vida”).

Cómo mejorar nuestra enseñanza

Puede decir: “No lo sé”. “Aunque es natural sentir el deseo de responder a cada una de las preguntas, en algunas situaciones es apropiado limitarse a decir: ‘No lo sé. Estudiemos esa pregunta por nuestra cuenta durante la semana y hablemos al respecto la próxima vez’” (Enseñar a la manera del Salvador, pág. 24). Después, pida a los miembros de la clase que escudriñen los pasajes de las Escrituras y otros recursos de la Iglesia en busca de respuestas.