“21 – 27 febrero. Génesis 24–27: Se renueva el convenio”, Ven, sígueme — Para la Escuela Dominical: Antiguo Testamento 2022 (2021)
“21 – 27 febrero. Génesis 24–27”, Ven, sígueme — Para la Escuela Dominical: 2022
21 – 27 febrero
Génesis 24–27
Se renueva el convenio
Durante su lectura de Génesis 24–27, ore para saber cómo alentar a los miembros de la clase a que tengan sus propias experiencias al aprender de las Escrituras.
Anote sus impresiones
Invitar a compartir
Para motivar a los miembros de la clase a que compartan lo que han percibido en Génesis 24–27, podría invitarlos a que seleccionen un pasaje específico que los haya inspirado y que lo escriban en un papel. Recoja los papeles y elija algunos para leerlos y analizarlos con la clase.
Enseñar la doctrina
El matrimonio por convenio es esencial para el plan eterno de Dios.
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La importancia que Abraham le dio a encontrar a una esposa para Isaac brinda la oportunidad de analizar la importancia del matrimonio por convenio en el plan que Dios tiene para nosotros. Para comenzar el análisis, los miembros de la clase podrían ojear Génesis 24 y hablar sobre las cosas que el Señor hizo para ayudar a Isaac y Rebeca a unirse en matrimonio. ¿Por qué es importante el matrimonio para el Señor? A fin de ayudar a los miembros de la clase a analizar esa pregunta, podría compartir con ellos la declaración del élder D. Todd Christofferson que se encuentra en “Recursos adicionales”. ¿Cómo podemos ayudar a que se cumplan los propósitos de Dios en cuanto al matrimonio?
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Pregunte a los miembros de la clase qué cualidades han visto en sus cónyuges, en sus padres o en otras parejas casadas que hayan contribuido a que tengan un matrimonio feliz. En el relato de Génesis 24 se mencionan cualidades que pueden ayudar a que una persona encuentre felicidad en el matrimonio y en otros aspectos de la vida. Por ejemplo, en el versículo 12 aprendemos sobre ser guiados mediante la oración, y en el versículo 19 sobre ir más allá al dar servicio. ¿Qué otros principios podemos encontrar en estos capítulos? Los miembros de la clase también podrían echar un vistazo a “La Familia: Una Proclamación para el Mundo” (ChurchofJesusChrist.org).
Podemos elegir entre la gratificación inmediata y las cosas de mayor valor.
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¿Cómo podría ayudar a los miembros de la clase a encontrar lecciones personales en las experiencias que tuvieron Jacob y Esaú? Una idea sería invitarlos a que hagan dos listas en la pizarra: una con las bendiciones eternas que Dios nos quiere dar y la otra con las cosas mundanas que nos distraen de esas bendiciones. Después, podrían leer Génesis 25:29–34, reemplazando la palabra “primogenitura” con algo de la primera lista y la palabra “guisado” con algo de la segunda lista. ¿Cómo trata de convencernos el adversario de que intercambiemos las bendiciones de Dios por cosas que son de menos valor? Quizás quiera invitar a los miembros de la clase a que se den consejos mutuamente sobre cómo centrarse en el Salvador y en las bendiciones eternas que Él nos ofrece.
Jesucristo es el pozo de aguas vivas.
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En Génesis 26 se menciona varias veces que Isaac y sus siervos tuvieron que cavar pozos para encontrar agua, lo cual a menudo requería un gran esfuerzo. Ese hecho podría servirle para enseñar a los miembros de la clase sobre el esfuerzo que se requiere para traer a nuestra vida el “agua viva” del Salvador (véase Juan 4:10). Tal vez podría ilustrar esto con un dibujo en la pizarra de una fuente de agua cubierta por una gruesa capa de tierra. Los miembros de la clase podrían turnarse para borrar parte de la tierra conforme describan cómo pueden hallar el agua viva del Salvador. Anímelos a que utilicen la Guía para el Estudio de las Escrituras y encuentren los versículos que se relacionen con las cosas que hayan compartido.
Recursos adicionales
El matrimonio y la familia son la creación de Dios.
El élder D. Todd Christofferson dio algunas razones por las cuales el matrimonio y la familia son tan importantes en el plan de Dios:
“La familia edificada en el matrimonio de un hombre y una mujer proporciona el mejor entorno para que el plan de Dios prospere: el entorno para el nacimiento de hijos que vienen con pureza e inocencia de Dios, y el ambiente para el aprendizaje y la preparación que necesitarán a fin de tener una vida terrenal de éxito y obtener la vida eterna en el mundo venidero. Se necesita una cantidad mínima de familias edificadas en ese tipo de matrimonio para que las sociedades sobrevivan y progresen […].
“Sin embargo, nuestra afirmación acerca de la función del matrimonio y de la familia no se basa en la ciencia social, sino en la verdad de que son la creación de Dios. Él es quien, en el comienzo, creó a Adán y a Eva a Su imagen, varón y hembra; y los unió como esposo y esposa para que fuesen ‘una sola carne’ y se multiplicaran e hinchiesen la Tierra. Cada persona lleva consigo la imagen divina, pero es en la unión matrimonial del varón y la mujer como uno donde quizás se manifiesta el significado más completo de lo que es haber sido hechos a la imagen de Dios, varón y hembra […]; ese tipo de matrimonio […] forma parte tan integral del plan de felicidad como la Caída y la Expiación” (“El porqué del matrimonio, el porqué de la familia”, Liahona, mayo de 2015, pág. 52).