David y Goliat, por Steve Nethercott.

13 – 19 junio

1 Samuel 8–10; 13; 15–18

“De Jehová es la batalla”

Conforme se prepare para enseñar, recuerde que es probable que los miembros de la clase hayan tenido experiencias significativas al estudiar las Escrituras en casa. ¿Qué puede hacer para continuar edificando sobre esas experiencias?

Anote sus impresiones

Invitar a compartir

A fin de alentar a los miembros de la clase a compartir lo que hayan aprendido esta semana, concédales tiempo para que piensen en las impresiones que tuvieron acerca de 1 Samuel 8–10; 13; 15–18. Después, pídales que compartan un versículo que les haya inspirado una impresión.

Enseñar la doctrina

1 Samuel 9:15–17; 10:1–12; 16:1–13

Dios llama a las personas por profecía a fin de que sirvan en Su reino.

• Los relatos en los que Dios escogió a Saúl y David por profecía y revelación podrían ayudar a que los miembros de la clase comprendan la forma en que se escoge a las personas para que sirvan en la Iglesia en la actualidad. Podría invitarlos a que lean 1 Samuel 9:15–17; 10:1–12 y 16:1–13, y que busquen pasajes que los ayuden a comprender lo que significa ser “llamado por Dios” (Artículos de Fe 1:5). ¿Qué diferencia marca, para las personas que son llamadas y las que las sostienen, saber que Dios las escoge para servir en Su Iglesia?

  

  Illustration of Samuel anointing Saul [Ilustración de Samuel ungiendo a Saúl], © Lifeway Collection/licencia de goodsalt.com.

1 Samuel 13:5–14; 15

“El obedecer es mejor que los sacrificios”.

• A fin de analizar por qué es importante ser obediente al Señor, podría invitar a la clase a que repase 1 Samuel 13:5–14 y busque las actitudes y conductas que dieron pie a la caída de Saúl. ¿Qué podemos aprender de los errores de Saúl?

• Aunque no sabemos todos los motivos por los cuales se mandó a Saúl a matar a los amalecitas y sus animales, se pueden aprender lecciones de su reacción ante ese mandamiento. Para ayudar a los miembros de la clase a identificar esas lecciones, podría escribir en la pizarra: El obedecer es mejor que… e invitarlos a reflexionar sobre esa frase conforme repasen los acontecimientos que se encuentran en 1 Samuel 15. ¿Cuáles son algunas cosas buenas que hacemos en la vida que a veces preferimos en lugar de obedecer a Dios? ¿Por qué es la obediencia a Dios mejor que esas otras cosas buenas?

1 Samuel 16:6–7

“Jehová mira el corazón”.

• Después de leer 1 Samuel 16:6–7, los miembros de la clase podrían intercambiar ideas sobre lo que significa mirar “el corazón” (versículo 7). ¿Cómo podemos aprender a mirar en la forma como el Señor mira? Los miembros de la clase podrían mencionar experiencias que les hayan enseñado en cuanto a la importancia de mirar el corazón en lugar de la apariencia exterior.

1 Samuel 17

El Señor nos puede ayudar a superar cualquier desafío.

• Es posible que en la reseña de esta semana de Ven, sígueme — Para uso individual y familiar, los miembros de la clase hayan reflexionado sobre las palabras de varias personas que se encuentran en 1 Samuel 17. Quizás desee pedirles que hablen de lo que hayan aprendido de esa actividad. En particular, ¿qué aprendieron sobre David?

• Es probable que algunos miembros de la clase estén afrontando desafíos que pudieran ser abrumadores como lo era Goliat para Saúl y su ejército. ¿Cómo se puede valer del relato de David y Goliat para ayudarlos a que afronten sus retos con fe en el Señor? Tal vez podría mostrarles una imagen de David y Goliat (como la que se encuentra en la reseña de esta semana de Ven, sígueme — Para uso individual y familiar). Después ellos podrían hacer una lista en la pizarra de cosas que pudieran ser “Goliats” en la actualidad. A continuación, podrían buscar versículos en 1 Samuel 17 que muestren la fe de David, la cual le permitió vencer a Goliat (véase también la declaración que se encuentra en “Recursos adicionales”). Quizá ellos podrían contar experiencias en las que hayan sentido que el Señor peleaba las batallas de ellos.

Recursos adicionales

Venzamos a los Goliats de nuestra vida.

El presidente Gordon B. Hinckley enseñó:

“Hay Goliats a nuestro alrededor, gigantes enormes con la mala intención de destruirnos. No son hombres de tres metros de altura, sino que son las personas y las instituciones que controlan los atractivos pero malignos elementos que pueden acometernos, debilitarnos y destruirnos […].

“Mas no debemos temer si tenemos la honda de la verdad en nuestras manos […]. Tenemos en nuestro poder las piedras de la virtud, el honor y la integridad para usarlas en contra de nuestros enemigos que quisieran conquistarnos. Cuando nos desafíen, podemos ‘herirlos en la frente’, hablando en lenguaje figurado. Podemos triunfar sobre ellos disciplinándonos para evitarlos. Podemos decirles a todos ellos como David dijo a Goliat: ‘Tú vienes a mí con espada y lanza y jabalina; mas yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel, a quien tú has provocado’ [1 Samuel 17:45]” (“Venzamos a los Goliats de nuestra vida”, Liahona, febrero de 2002, pág. 4).

Cómo mejorar nuestra enseñanza

Su llamamiento es inspirado. Como maestro, usted ha sido llamado por Dios para bendecir a Sus hijos. A medida que lleve una vida digna de Su ayuda, Él le dará la revelación que procure (véase Enseñar a la manera del Salvador, pág. 5).