El rey David coronado, por Jerry Miles Harston.

20 – 26 junio

2 Samuel 5–7; 11–12; 1 Reyes 3; 8; 11

“Ser[á] afirmad[o] […] tu reino para siempre”

A medida que estudie las Escrituras, procure con espíritu de oración saber qué principios serán más significativos para los miembros de la clase a fin de que usted se pueda centrar en las necesidades de ellos.

Anote sus impresiones

Invitar a compartir

Para averiguar lo que a los miembros de la clase les haya parecido significativo durante su estudio de las Escrituras, podría pedirles que escriban en tiras de papel la referencia de un pasaje que los haya inspirado y que las coloquen en un recipiente. Después, ellos podrían sacar las tiras de papel del recipiente para que la clase lea y analice los pasajes correspondientes.

Enseñar la doctrina

2 Samuel 6:1–8

Debemos hacer la obra de Dios a Su manera.

• Usted podría pedir a los miembros de la clase que lean 2 Samuel 6:1–8 y consideren las advertencias que podría haber en este relato para nosotros en la actualidad. La declaración de Brigham Young que se encuentra en “Recursos adicionales” podría ayudar. ¿Cuáles son algunas de las maneras en que podríamos intentar llevar a cabo la obra de Dios de una manera distinta a la que Él ha mandado? ¿Qué hay de peligroso en esto? Los miembros de la clase podrían compartir experiencias en las que hayan aprendido a confiar en las instrucciones que el Señor da para que se lleve a cabo Su obra.

2 Samuel 11

Siempre debemos estar en guardia contra el pecado.

• El aprender de las trágicas decisiones que tomó David que se encuentran registradas en 2 Samuel 11 nos puede servir para evitar cometer errores similares. Quizá los miembros de la clase podrían leer juntos 2 Samuel 11:1–17 y señalar las decisiones que tomó David que lo condujeron al pecado. ¿Qué pudo haber hecho David de manera diferente? Podría pedirles que escriban un enunciado que pudiera inspirar a alguien a evitar el pecado, partiendo de lo que hayan aprendido en 2 Samuel 11. Invite a algunos de ellos a que compartan sus ideas.

• Podría utilizar 2 Samuel 11 para analizar los peligros de la pornografía y otros pecados sexuales. Para ello, los de la clase podrían repasar juntos partes del mensaje del élder L. Whitney Clayton “Bienaventurados son todos los de corazón puro” (Liahona, noviembre de 2007, págs. 51–53). ¿Qué consejos brinda el élder Clayton en cuanto a los peligros de la pornografía? También podría mostrar el video “Volcar la mirada” (ChurchofJesusChrist.org). ¿Cómo puede ayudarnos el Salvador a sobreponernos a esas tentaciones o conductas?

  Tal vez los miembros de la clase podrían intercambiar ideas que les hayan sido de ayuda en su empeño por proteger a sus familiares de la pornografía o por vencer los efectos de esta. El mensaje de la hermana Linda S. Reeves “Cómo protegerse de la pornografía: Un hogar centrado en Cristo” podría servir (Liahona, mayo de 2014, págs. 15–17; véase también “Recursos adicionales”).

El templo es la Casa del Señor.

1 Reyes 8:22–61

Los templos brindan bendiciones.

• 1 Reyes 8 describe las bendiciones que buscaba Salomón para su pueblo cuando el templo quedó terminado. Podría dividir los versículos 22–61 entre los miembros de la clase y pedirles que compartan algo que encuentren en ellos que los inspire en su adoración en el templo. Ellos podrían explicar la forma en que su adoración en la Casa del Señor ha bendecido su vida.

1 Reyes 8:61; 11:1–11

“Su corazón ya no era perfecto para con Jehová”.

• ¿Qué significa que “sea […] perfecto [n]uestro corazón para con Jehová”? (1 Reyes 8:61). ¿Hay diferencia entre eso y que nuestros actos sean perfectos? ¿Cuál es la diferencia? A medida que los miembros de la clase reflexionen sobre esas preguntas, podrían leer 1 Reyes 11:1–11 y fijarse en lo que el Señor dice acerca del corazón de Salomón. ¿Cómo podemos evitar los errores que él cometió?

Recursos adicionales

Sostener el arca.

El presidente Brigham Young enseñó: “Dejen el reino en paz, Jehová es quien sostiene el arca; y si esta tambalea, y si parece que necesita que se le sostenga, si en ocasiones el camino es un poco desnivelado y todas las apariencias parecen indicar que se caerá, tengan cuidado con la forma en que extienden la mano para sostenerla; no seamos demasiado entrometidos con lo que no nos concierne; dejémoslo, es la obra del Señor” (Discourses of Brigham Young, selección de John A. Widtsoe, 1954, pág. 66).

Cómo proteger a la familia de la pornografía.

La hermana Linda S. Reeves enseñó: “… ¿cómo protegemos a nuestros niños y jóvenes? Los filtros son herramientas útiles, pero el mejor filtro en este mundo, el único que en última instancia funciona, es el filtro personal interno que proviene de un testimonio profundo y duradero del amor de nuestro Padre Celestial y del sacrificio expiatorio de nuestro Salvador por cada uno de nosotros” (véase “Cómo protegerse de la pornografía: Un hogar centrado en Cristo”, Liahona, abril de 2014, pág. 16; véase también Joy D. Jones, “Cómo tratar el tema de la pornografía: proteger, responder y sanar”, Liahona, octubre de 2019, págs. 37–41).

Cómo mejorar nuestra enseñanza

Asegúrese de enseñar doctrina verdadera. “Pregúntese constantemente: ‘¿De qué modo ayudará lo que estoy enseñando a los integrantes de la clase a edificar la fe en Cristo, a arrepentirse, a efectuar y guardar convenios con Dios y a recibir el Espíritu Santo?’” (Enseñar a la manera del Salvador, pág. 20).