“¿Cómo puedo fortalecer mi relación con Jesucristo si no puedo asistir a la Iglesia?”, Servicios para personas con discapacidad: Personas, 2020
“¿Cómo puedo fortalecer mi relación con Jesucristo si no puedo asistir a la Iglesia?”, Servicios para personas con discapacidad: Personas
¿Cómo puedo fortalecer mi relación con Jesucristo si no puedo asistir a la Iglesia?
Es importante mantener el Espíritu en su hogar aun cuando no pueda asistir a la Iglesia. Aumentar su fe y fortalecer su relación con su Salvador, Jesucristo, y con su Padre Celestial es una búsqueda personal y debe formar parte de su vida diaria (véase Deuteronomio 6:6–7; Hechos 17:11).
Hay muchas formas en las que puede acercarse a su Padre Celestial y a Su Hijo, Jesucristo, e invitar al Espíritu a su hogar. Las siguientes son algunas sugerencias:
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Ore y estudie las Escrituras cada día. Hay muchas bendiciones que llegarán a su vida a medida que haga de la oración y el estudio de las Escrituras un hábito diario. El presidente Thomas S, Monson dijo: “Si tenemos presente la oración y si tomamos el tiempo para acudir a las Escrituras, nuestra vida será infinitamente más bendecida y nuestras cargas se harán más ligeras”. Las Escrituras y otros materiales de la Iglesia están disponibles en diferentes formatos para miembros con discapacidades:
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Haga del estudio del Evangelio una búsqueda personal. El nuevo recurso Ven, sígueme — Para uso individual y familiar es una magnífica herramienta que les ayudará a usted y a su familia a “aprender la doctrina, fortalecer la fe y fomentar una mayor adoración personal”.
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Pida que le traigan la Iglesia a casa. Pregunte a sus líderes locales si pueden llevarle la Santa Cena a su hogar. También puede preguntar sobre la posibilidad de obtener una grabación de audio de las reuniones de la Iglesia.
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Honre el día de reposo. Puede fortalecer su relación con su Padre Celestial y con Jesucristo al santificar el día de reposo, incluso cuando sea difícil ir a la Iglesia debido a su discapacidad. Prepárese durante la semana a fin de poder reservar el domingo para actividades edificantes apropiadas para el día de reposo. Tales actividades pueden incluir estudiar las Escrituras, leer o escuchar discursos de la conferencia general, escribir cartas, hacer la obra de historia familiar y pasar un rato tranquilo con su familia y sus seres queridos. Al santificar el día de reposo, invitará al Espíritu a su hogar y su fe y su testimonio crecerán.
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Guarde los convenios. A medida que se esfuerce por guardar los convenios que ha hecho, será fortalecido espiritualmente. El presidente Henry B. Eyring testificó: “Ustedes y yo somos testigos de que siempre que hemos guardado nuestros convenios con Dios, especialmente cuando ha sido difícil, Él ha escuchado nuestras oraciones de agradecimiento por lo que ya ha hecho por nosotros, y ha contestado nuestras oraciones al pedir fortaleza para perseverar con fidelidad. En más de una ocasión nos ha hecho cobrar ánimo y nos ha fortalecido”.