“¿Por qué me pasó esto a mí? ¿Es por algo que yo hice?”, Servicios para personas con discapacidad: Personas, 2020
“¿Por qué me pasó esto a mí? ¿Es por algo que yo hice?”, Servicios para personas con discapacidad: Personas
¿Por qué me pasó esto a mí? ¿Es por algo que yo hice?
“Al pasar Jesús, vio a un hombre ciego de nacimiento.
“Y le preguntaron sus discípulos, diciendo: Rabí, ¿quién pecó, este o sus padres, para que haya nacido ciego?
“Respondió Jesús: Ni este pecó ni sus padres, sino que fue para que las obras de Dios se manifestasen en él” (Juan 9:1–3).
El presidente Russell M. Nelson explicó: “Por razones que en general se desconocen, algunas personas nacen con limitaciones físicas. Puede que partes específicas del cuerpo sean anormales; podría haber un desequilibrio en los sistemas reguladores; y todos los cuerpos están sujetos a la enfermedad y a la muerte. No obstante, el don de un cuerpo físico es incalculable porque sin él, no podemos recibir una plenitud de gozo”1.
Como parte del plan de nuestro Padre Celestial, experimentamos adversidad durante la vida terrenal. Aunque los detalles de nuestros desafíos serán diferentes, cada uno de nosotros afronta pruebas y tribulaciones imprevistas, físicas, mentales y espirituales, porque todas forman parte de nuestra experiencia terrenal. Independientemente de las dificultades o desafíos que enfrentemos, estos pueden ayudarnos a crecer espiritualmente y llegar a ser más semejantes a nuestro Padre Celestial y Jesucristo.
Lo que el Señor le dijo al profeta José Smith en la cárcel de Liberty acerca de las pruebas también se puede aplicar a las personas con discapacidades: “… entiende […] que todas estas cosas te servirán de experiencia, y serán para tu bien” (Doctrina y Convenios 122:7).