Durante un viaje de Misuri a Ohio, José Smith y otros experimentaron contención y malos sentimientos entre ellos. En Doctrina y Convenios 64, Jesucristo les enseñó en cuanto a la necesidad de perdonar. Esta lección puede ayudar a los alumnos a seguir el ejemplo de Jesucristo y llegar a perdonar más.
Algunas posibles actividades de aprendizaje
Reflexionar sobre el perdón
¿Te consideras una persona que perdona? ¿Por qué sí o por qué no?
¿Por qué piensas que el Padre Celestial y Jesucristo desean que perdones a los demás?
¿Hay alguien a quién debes perdonar?
Jesucristo perdona
En agosto de 1831, después de dedicar Sion en Misuri, José Smith, Oliver Cowdery, Isaac Morley, Ezra Booth y otras personas regresaron a casa en Ohio. El calor extremo, las condiciones de viaje peligrosas y los desacuerdos con los líderes llevaron al grupo a criticarse y pelearse entre sí. Después de llegar a casa, aún persistía la tensión entre ellos (véase Santos: La historia de la Iglesia de Jesucristo en los últimos días, tomo I, El estandarte de la verdad, 1815–1846, 2018, págs. 136–137, 139–140). En respuesta a su experiencia, el Señor dio la revelación que actualmente se conoce como Doctrina y Convenios 64.
¿Qué te llama la atención acerca de lo que el Salvador enseñó a José y a los demás?
¿Por qué crees que Jesucristo requiere que perdonemos a todas las personas?
¿Por qué crees que tenemos “el mayor pecado” (versículo 9) cuando decidimos no perdonar a los demás?
¿De qué forma crees que decir en nuestro corazón “juzgue Dios entre tú y yo” (versículo 11) puede ayudarnos a perdonar a los demás?
¿Qué atributos cristianos te ayudarán a desarrollar el perdón hacia los demás?
Aprender a perdonar a los demás
¿Qué preguntas podrían tener las personas al procurar perdonar a los demás?
¿Qué desafíos podrían enfrentar las personas al tratar de seguir el ejemplo del Salvador de perdonar?
El élder Gerrit W. Gong, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó cómo Jesucristo puede ayudarnos a perdonar a los demás:
En ocasiones, nuestra disposición a perdonar a los demás nos habilita, tanto a nosotros como a ellos, a creer que podemos arrepentirnos y ser perdonados. A veces, la disposición a arrepentirnos y la capacidad para perdonar no llegan al mismo tiempo. Nuestro Salvador es nuestro Mediador con Dios, pero también nos ayuda a reconciliarnos con nosotros mismos y con los demás a medida que venimos a Él. Reparar relaciones interpersonales y sanar corazones es difícil, tal vez nos resulte imposible hacerlo solos, sobre todo cuando el dolor y el sufrimiento son intensos. Pero los cielos pueden darnos fortaleza y sabiduría más allá de las nuestras para saber cuándo aferrarnos y cómo soltarnos (Gerrit W. Gong, “Felices y para siempre”, Liahona, noviembre de 2022, pág. 85).
El élder Jeffrey R. Holland, del Cuórum de los Doce Apóstoles, enseñó lo siguiente:
“Perdonad, y seréis perdonados” [Lucas 6:37], enseñó Cristo en tiempos del Nuevo Testamento; y, en nuestros días: “Yo, el Señor, perdonaré a quien sea mi voluntad perdonar, mas a vosotros os es requerido perdonar a todos los hombres” [Doctrina y Convenios 64:10]. No obstante, es importante que cualquiera de ustedes que viva con verdadera angustia tenga en cuenta lo que no dijo. Él no dijo: “No se les permite sentir dolor verdadero ni pesar real por las devastadoras experiencias que hayan tenido por culpa de otra persona”. Ni tampoco dijo: “A fin de perdonar totalmente tienes que volver a una relación tóxica, o volver a circunstancias destructivas y de maltrato”. No obstante, a pesar de las ofensas más terribles que nos puedan sobrevenir, solo podemos elevarnos por encima de nuestro dolor al poner los pies en la senda de la sanación real. Tal senda es la senda del perdón que anduvo Jesús de Nazaret, quien nos invita a cada uno de nosotros: “Ven, sígueme” [Lucas 18:22] (Jeffrey R. Holland, “El ministerio de la reconciliación”, Liahona, noviembre de 2018, págs. 78–79).
¿Qué medidas específicas podemos tomar que nos ayuden a perdonar a los demás?
Aplicación personal
Reflexiona sobre las preguntas siguientes y considera escribir tus ideas y sentimientos en tu diario de estudio.
¿Qué puedes hacer para confiar en el Salvador a fin de perdonar?
¿Qué esfuerzos harás para seguir el ejemplo de Jesucristo y llegar a perdonar más?