Lección 134: El establecimiento de Nauvoo: La ciudad hermosa
“Lección 134: El establecimiento de Nauvoo: La ciudad hermosa”, Doctrina y Convenios: Manual del maestro de Seminario, 2025
“El establecimiento de Nauvoo”, Doctrina y Convenios: Manual del maestro de Seminario
Lección 134: Doctrina y Convenios 124
El establecimiento de Sion
La ciudad hermosa
Tras su expulsión de Misuri, los santos convirtieron unas tierras pantanosas que había a lo largo del río Misisipí en una ciudad próspera. Nauvoo, Illinois, llegó a ser un lugar de hermosura y fue la sede de las Oficinas Generales de la Iglesia desde 1839 hasta 1846. Esta lección puede ayudar a los alumnos a comparar las Escrituras y los relatos de la historia de la Iglesia con ellos mismos.
Algunas posibles actividades de aprendizaje
Comparar a nosotros mismos
¿De qué manera podría resultarnos difícil sentirnos identificados con José Smith y los primeros santos?
Al estudiar Doctrina y Convenios y la historia de la Iglesia, ¿cuáles son algunas de las cosas que haces para sentirte identificado con José Smith y los primeros santos, o para comparar lo que estudias contigo mismo?
Paso 1: Busca detalles importantes
Mientras el profeta José Smith se encontraba en la cárcel de Liberty, miles de santos fueron expulsados de sus hogares en Misuri. Después de su liberación, José se reunió con su familia y con casi 5000 refugiados más de Misuri, que habían sido acogidos por las bondadosas personas de Quincy, Illinois.
El Señor mandó a los santos que compraran unas tierras pantanosas económicas adyacentes al río Misuri y que se congregaran en ellas. Ellos vivieron en tiendas y carromatos mientras daban inicio a la construcción de una ciudad, a la que más tarde llamarían Nauvoo. Los mosquitos hicieron que muchos santos enfermaran de malaria, lo cual causó fiebres graves, escalofríos y muchas muertes.
¿Qué detalles de este relato te parecen importantes?
Paso 2: Haz comparaciones con tu vida
Aunque nuestras circunstancias puedan ser diferentes, ¿de qué maneras podríamos relacionar lo que les sucedía a los santos en ese entonces con nuestra vida en la actualidad?
¿Qué haces para mostrar tu fe en el Señor en situaciones como esas?
Paso 3: Descubre lecciones valiosas
José se acercó a Elijah y le tomó de la mano. —Hermano Fordham —le preguntó—, ¿no tiene fe para ser sanado?
—Me temo que sea demasiado tarde —le dijo.
—¿No cree usted que Jesús es el Cristo?
—Sí creo, hermano José.
—Elijah —declaró el Profeta—, ¡en el nombre de Jesús de Nazaret te mando que te levantes y sanes!
Las palabras parecieron estremecer la casa. Elijah se levantó de su cama; su rostro empezó a recuperar el color. Se vistió, pidió algo de comer, y siguió a José para ir a ministrar a otros (Santos: La historia de la Iglesia de Jesucristo en los últimos días, tomo I, El Estandarte de la Verdad, 1815–1846, 2018, págs. 410–411).
¿Qué lecciones aprendiste de esos pasajes de las Escrituras y de los santos de Nauvoo?
A pesar del día de sanación, la enfermedad se prolongó entre los santos durante varios meses. Sin embargo, siguieron cuidándose unos a otros y ejerciendo fe en el Señor. Cavaron zanjas para drenar el agua de los pantanos hacia el río, lo que hizo que las tierras fueran de mayor provecho y que se redujera el problema de los mosquitos. Establecieron una comunidad próspera y, con el tiempo, edificaron el Templo de Nauvoo.
Paso 4: Determina la aplicación personal
Lecciones adicionales
¿Qué aprendiste de esta experiencia?
¿Cómo podría ayudarte en el futuro el comparar las Escrituras y los relatos de la historia de la Iglesia con tu vida?